¿Qué tienen estos vestidores para que nos encanten?

Este vestidor es perfecto para compartir porque es simétrico en cuanto a su almacenaje, así no habrá discusiones sobre quién tiene más espacio. Dos grandes zonas para colgar trajes, vestidos o pantalones y un pequeño zapatero individual son ideales para encontrar rápidamente aquello que nos queremos poner. En el lado derecho, cajones para la ropa más íntima y baldas para complementos o camisetas. Práctico para usar a diario.

Hay personas a las que no les gusta que el vestidor esté integrado en el dormitorio porque les gusta tener sus enseres protegidos de las miradas externas. Para ellas, esta idea es perfecta: un gran espejo con puertas correderas dan paso a un magnífico vestidor hecho a medida. Delante, un gran espejo para contemplar si nuestro look es el apropiado para el día. 

Por su poder de adaptación al medio nos ha enamorado este vestidor. Bien integrado en el dormitorio con techo abuhardillado, este vestidor es muy sencillo y cualquier persona puede adaptar a su dormitorio, sea como sea la planta o el techo. Una estructura metálica a base de barras y baldas confieren ese carácter personal y masculino, que encaja perfectamente con el resto de la decoración del dormitorio. Eso sí, al estar integrado en el dormitorio, habrá que ser cuidadoso y no dejar nada al azar.

Este vestidor nos ha gustado por su iluminación: algo íntima pero suficiente y capaz de crear un ambiente distinto y separado del resto de la habitación. Este vestidor contrasta en color y estilo con el del dormitorio, lo que hace que sean dos ambientes diferentes. Es te vestidor también nos encanta porque es amplio y tiene gran zona de almacenaje para los zapatos, así que la pelea de encontrar los zapatos cada mañana está resuelta.