1. Limpiar la terraza o balcón

Antes de ponernos manos a la obra para poner a punto nuestras plantas, hay que preparar el espacio. Ya sea una terraza, un jardín, balcón o zona de interior, conviene limpiar bien la zona de posible tierra que se haya podido caer, lluvia, barro... y acondicionarla con cariño para lo que deseemos hacer ahí. ¿Quizá queramos poner un huerto, una zona de plantas, jardineras, césped...?
2. Podar las plantas

La primavera es un buen momento para proceder a la poda de las plantas. Si tienes jardín y en él hay árboles, es el momento de podar ramas y troncos. Si lo que tienes en casa son plantas, tendrás que proceder a la poda de sus ramas y raíces. ¿Para qué se podan las plantas? Para que la producción de hojas, de flores e incluso de frutos, sea mejor. Podríamos decir que se trata de preparar las plantas para que sean más productivas.
3. Cambiar las plantas de maceta

¿Sabes cuándo es conveniente realizar esta acción? Debemos observar si nuestra planta ha crecido lo suficiente e incluso se ha podido convertir en un pequeño árbol porque si ese es el caso, quizá necesite ser trasplantado a otra maceta o lugar más grande, para no impedir su crecimiento. En este caso, debes chequear todas las plantas de la casa y ponerte manos a ello. Si tienes que trasplantar, deberás tener en cuenta que la tierra debe estar húmeda en el momento del trasvase de espacio para que no se dañe. Lo que debes es tener mucho cuidado a la hora de levantar la planta de la maceta y no romper ni el tallo ni la raíz, para ello intentar dar pequeños golpes a la maceta para ir sacando la planta poco a poco e ir haciendo el trasplante con éxito.
4. Cambiar la tierra de las plantas

¿Sabes cuándo es adecuado cambiar la tierra de las macetas? Al parecer, una vez al año es conveniente realizar este cambio de tierra. Las plantas suelen tener un ciclo de un año para crecer, para desarrollarse y echar raíces. Pues bien, cuando llega la primavera, podemos comprobar cuál ha sido su crecimiento y si vemos que la planta no ha crecido lo suficiente puede que haya sido porque la tierra no era la adecuada, aunque también puede ser por el riego.
En cualquier caso, parece que la primavera es el momento idóneo para cambiar la tierra de una maceta y añadir algún tipo de nutrientes para que las plantas recuperen la fuerza necesaria para crecer.
5. Purgar las plantas

Las plantas de interior, pero sobre todo las de exterior, pueden sufrir ataques por parte de pulgones, gusanos o ácaros. Lo que suelen hacer es comerse poco a poco las hojas de las plantas y algunas flores, y es fácil detectarlo porque verás manchitas en las hojas o incluso pequeños agujeros. En estos caso, conviene llevar a cabo una buena tarea de desinfección.
Hay productos químicos pero también algún remedio casero muy eficaz, como es realizar una mezcla a base de agua caliente, vinagre, manzanilla, ajo y cebolla. Mezclando bien todos los ingredientes, puedes pulverizar directamente sobre la planta y al parecer, esta mezcla natural es capaz de ahuyentar a los insectos, gusanos y otras especies.
6. Buscar el lugar más idóneo para cada planta

Atendiendo al tipo de plantas que tengas, tendrás que buscar el mejor lugar para colocarla. Por ejemplo, hay plantas que necesitan mucha luz pero que no les entre la luz directamente en las horas de mayor sol, o hay plantas que necesitan cierta humedad en el ambiente (como los helechos) para poder crecer, así que el baño sería un lugar perfecto. Con este consejo, lo que debes tener en cuenta son las características de cada planta para colocarlas en el mejor lugar posible y tratarlas a cada una con mimo y como merecen.