¿Puedo negarme a pagar una obra mal hecha?

Cuando decidimos afrontar una reforma integral, pequeñas mejoras que la casa lleva pidiendo hace años o bien obras nuevas en nuestro negocio, lo que menos podemos imaginar es que el resultado no sea el esperado. O, directamente, un completo desastre. La pregunta es inevitable: ¿puedo negarme a pagar una obra mal hecha? Es normal dudar sobre si estamos obligados o no. Si quieres conocer cómo puedes actuar para defender tus derechos como consumidor y tomar la mejor decisión, aquí te lo contamos con detalle.
- ¿Puedes negarte a pagar por una obra mal hecha?
- ¿Qué se considera una obra mal hecha?
- Pasos a realizar frente a una obra realizada de forma deficiente
- Plazos límite para reclamar por una obra mal hecha
- Documentos necesarios para la reclamación por obras mal realizadas
- Consejos para solucionar una obra mal hecha
¿Puedes negarte a pagar por una obra mal hecha?

Los motivos más habituales por los que un proyecto se considera mal ejecutado es por una calidad de acabados deficitaria o porque el resultado final se aleja bastante de lo acordado en el contrato o en el presupuesto de reforma inicial. En ambos casos, existe el derecho a reclamar y a exigir que se termine según lo acordado. Al fin y al cabo lo que quieres es verlo concluido tal y como lo esperabas con la consiguiente revalorización que supone para tu vivienda o establecimiento.
Pero también se te puede pasar por la cabeza, ¿tengo que pagar un trabajo mal hecho? Lo ideal es resolverlo de forma satisfactoria llegando a una solución amistosa con el contratista o responsable de la reforma. Reclamarle su reparación o la realización del trabajo estipulado en su día una vez que le has informado debidamente. Pero si el proveedor no cumple con ello puedes exigir una reducción del precio a pagar o el reembolso completo. Es decir, negarte a pagar una obra mal hecha. Por eso, siempre es importantísimo conocer cuál es la tabla de rendimiento de un albañil por día.
Ahora bien, una decisión así conllevará estar respaldado con pruebas contundentes que apoyen tus argumentos sobre las deficiencias de la reforma en casa; vídeos, fotografías, planos, etc. También es muy recomendable tener la opinión de un experto en este campo y solicitar que realice un informe técnico respaldando tu decisión.
¿Qué se considera una obra mal hecha?

Seguramente, después de alguna obra habrás dicho: me han hecho una chapuza en casa. Pero, ¿qué características deben darse en estos trabajos? Ya sea dentro de una casa u otro tipo de inmueble para hablar de una obra mal ejecutada o que no cumple nuestras expectativas. ¿Y qué consecuencias pueden acarrear en la edificación?
Las más habituales son las reformas pequeñas y las reformas integrales. Las primeras se refieren a las mejoras que se van acometiendo con el paso de los años para modernizar su equipamiento; el típico cambio de bañera por ducha, o la sustitución de una encimera. Una obra mal ejecutada o incompleta de este tipo suele ir ligada a la aparición de una serie de defectos, como filtraciones o una colocación incorrecta de los revestimientos.
En cuanto a las reformas integrales, en ellas se ven implicados numerosos elementos de la casa o local y lo normal es que requieran un proyecto inicial dada su envergadura. En ella suele plantearse una nueva distribución de los espacios, una renovación total de la instalación eléctrica, algunos cambios estructurales, etc. ¿Cuándo se puede considerar que no han sido bien ejecutadas o no cumplen con lo establecido? En el momento en el que se detecta cualquier diferencia con respecto al proyecto inicial firmado y también ante deficiencias o fallos en las nuevas instalaciones.
Resumiendo, cuando estos trabajos se realizan incorrectamente, no solo influyen sobre la funcionalidad y la estética de los espacios. Por ejemplo, la presencia de filtraciones y una mala colocación de los materiales puede afectar a la estabilidad y resistencia estructural, acarreando problemas de seguridad para el inmueble. Así que ante la pregunta ¿puedo negarme a pagar una obra mal hecha? Ya sabes la respuesta; lo ideal es no tener que adoptar una medida tan drástica pero el marco legal te ampara.
Pasos a realizar frente a una obra realizada de forma deficiente

No pagar un trabajo mal hecho, ya sea la reforma integral de nuestra viviendo o una remodelación en nuestro negocio, es una determinación que la ley contempla. En concreto el Código Civil español en su artículo 1544 define la relación contractual derivada de un contrato de obra. La existencia de un contrato firmado asegura, entre otros aspectos, una serie de cláusulas que aplicar en caso de incumplimiento o de un resultado final de las obras nada satisfactorio.
Nada de quedarse de brazos cruzados, mira todo lo que puedes hacer:
- Asesoramiento jurídico. Si finalmente es necesario tomar acciones legales contra el contratista también será clave estar bien informado sobre cuál es el marco legal que te ampara y buscar un buen asesor jurídico en derecho civil.
- Reclamación en el colegio profesional o demanda en el juzgado. Puedes plantearte poner una reclamación formal en el colegio profesional correspondiente de tu ciudad. O bien optar por una demanda ante el Juzgado de Primera Instancia.
- Mediación y arbitraje en la Oficina de Consumo. Son bastante eficaces para resolver conflictos de este tipo en beneficio del consumidor.
- Documentación que vas a necesitar. Repasa bien el contrato, los plazos de entrega, los trabajos detallados a realizar en todo el proyecto y el precio estipulado. Cuando se trata de una obra sin presupuesto firmado, es imprescindible reunir el mayor número posible de pruebas sólidas que demuestren que el profesional que has contratado no ha cumplido con lo acordado; desde correos electrónicos, a conversaciones por tus redes sociales o mensajes de audio.
Plazos límite para reclamar por una obra mal hecha

Son muchas las dudas despejadas ante el gran dilema ¿puedo negarme a pagar una obra mal hecha? Lo más lógico es reclamar al contratista, al margen de que los trabajos hayan consistido en una reforma integral, una pequeña remodelación o un proyecto nuevo. En España la ley contempla varios plazos límite según el tipo de defecto causado.
Es muy importante saber de antemano que a partir de la fecha de finalización de la obra el tiempo empieza a correr para el plazo de prescripción. Y cada Comunidad Autónoma suele contar con sus particularidades sobre esta materia que conviene conocer. En términos generales se agrupan en:
- Plazo de 1 año. Para trabajos defectuosos de terminaciones y acabados.
- Plazo de 3 años. Para deficiencias de habitabilidad, funcionalidad y seguridad en las obras.
- Plazo de 10 años. Problemas estructurales o daños materiales causados en la vivienda o inmueble.
Documentos necesarios para la reclamación por obras mal realizadas

Decidir no pagar un trabajo mal hecho no suele ser bien recibido por parte del profesional responsable de la obra o el contratista en cuestión. Por lo general no aceptan estas negativas y debido a ello podemos optar por iniciar un proceso de reclamación. Organismos como las Oficinas Municipales de Información al Consumidor (OMIC) informan, asesoran y pueden acompañarte en esta etapa.
Al margen de ello, no pagar obra sin contrato de por medio hace muy difícil llevar a buen puerto cualquier intento de reclamación porque es el documento esencial para tramitarlo. De nuevo el marco legal para iniciar este proceso es el Código Civil y es en el contrato donde se establecen una serie de obligaciones contraídas de forma voluntaria entre las partes. Debido a ello incumplirlas tiene consecuencias que pueden derivar en reclamaciones.
Este tipo de procesos judiciales suelen ser largos, si bien los tiempos pueden variar bastante en función de la disponibilidad y carga de trabajo de los juzgados de la ciudad donde vivas. Junto al contrato, es importante tener recopilados otro documentos, como facturas y presupuestos, para así proceder con la reclamación. Si no tienes la factura, te explicamos cómo denunciar a un albañil sin factura.
Consejos para solucionar una obra mal hecha

Conformarse con una obra mal hecha ya no es la única opción. Como ya has visto, existen vías legales para velar por tus derechos como consumidor y proteger tus intereses, por ejemplo, interponer una reclamación. Pero antes de recurrir a ellos, lo mejor es intentar solucionarlo con el profesional por la vía del diálogo. Explicarle con detalle y argumentos objetivos qué problemas presenta la obra, mostrando todas las pruebas a nuestro alcance. No hay que tirar la toalla; los profesionales serios suelen reaccionar positivamente y buscan soluciones.
Si finalmente no ha habido un acuerdo feliz, empieza a pensar en contratar los servicios de otra empresa solvente para subsanar las deficiencias de la reforma en casa o el nuevo proyecto de tu negocio. Cuando esto sucede, es necesario tener claro cómo ha dejado la obra el profesional o contratista que se marcha y dónde comienza la responsabilidad del recién contratado. Seguro que estás deseando ver las obras finalizadas y cumpliendo todas tus necesidades.