Por qué la tarima flotante se hunde al pisar
Si la tarima flotante se hunde al pisar, puede ser por varios motivos. En cualquier caso, el problema se puede solucionar: descubre qué medidas puedes tomar y los pasos a seguir para arreglarla.
La tarima flotante es uno de los suelos más populares que hay. En principio, estos pavimentos eran de madera; hoy existen otras alternativas más resistentes y económicas, como los suelos laminados o los vinílicos. En cualquier caso, una mala instalación o el lógico deterioro causado por el paso de los años y el uso pueden provocar que las lamas o losetas se hundan. Es un problema que se puede arreglar, pero lo más inteligente es prevenirlo antes de colocar el suelo. En este artículo te contamos qué hacer si la tarima flotante se hunde, qué medidas tomar antes de instalarla y cómo arreglarla si ya está deteriorada.
Cómo evitar que la tarima se hunda

Si la tarima todavía no ha sido instalada, lo mejor es tomar medidas preventivas para evitar futuros problemas. Estas son las más interesantes:
- Comprar una tarima de calidad, certificada y con garantía.
- Desempaquetar la tarima en la estancia donde se va a colocar y dejar que se aclimate durante 48 horas antes de la instalación.
- Asegurarse de que el suelo está nivelado y en perfecto estado. Si no lo está, es fundamental arreglar las piezas rotas, los agujeros, etc.
- Colocar un material aislante y antihumedad de buena calidad, antes de poner la tarima.
Si ya está colocada y se hunde al pisar, solo se podrá reparar si el problema se debe a que hay lamas rotas o deterioradas. La solución es tan sencilla como sustituir las piezas por unas similares. Por esta razón, conviene siempre adquirir un paquete de lamas extra para poder cambiar las piezas cuando sea necesario. Si el problema se debe a un suelo mal nivelado o estropeado, habrá que levantarla y acometer la reforma del pavimento; aunque si la tarima solo se hunde en alguna zona puntual, podemos intentar retirar la lama, colocar debajo una o dos piezas de aislante del tamaño adecuado y volverla a instalar. El aislante servirá como amortiguador y creará un “colchón” que evitará que la tarima se hunda. Si el arreglo no funciona, lo mejor es contactar con una empresa o instalador cualificado para que la repare: nos ahorraremos tiempo, trabajo y problemas de cara al futuro.
¿Por qué se hunde la tarima flotante?

Las causas que generan este problema son muy concretas. En general, tienen que ver con el suelo original, la colocación y la calidad del pavimento. Estos son los principales motivos:
- El suelo no es lo suficientemente plano. El soporte de la tarima flotante (es decir, el suelo sobre el que se va a colocar) debe estar perfectamente nivelado para que las lamas no se hundan o deformen. Nunca se debe colocar este tipo de pavimentos sobre revestimientos flexibles, como la moqueta u otra tarima. Solo se pueden instalar sobre suelos cerámicos, de cemento, terrazo, hormigón, etc. Y si el suelo está mal nivelado la solución es verter una pasta o mortero autonivelante para corregir el problema. Estos morteros solucionan desniveles de hasta 2 cm.
- La tarima está deteriorada. Si las patillas (laminado) o el machihembrado (parquet) están rotas, el suelo se hundirá al pisarlo y las lamas terminarán por separarse.
- No hay junta de dilatación. Cuando se instala una tarima laminada o de parquet, hay que dejar un espacio de 10 mm por todo el perímetro de la estancia. Este espacio permite que las lamas se dilaten con los cambios de temperatura, sin que el suelo se abombe o se hunda. Una vez colocada la tarima, la junta se oculta con el rodapié.
- Falta de manta de aislamiento. En realidad, la ausencia del aislante bajo la tarima no suele causar hundimientos. Pero es un problema grave que provoca falta de aislamiento, ruidos y frío, así como un deterioro general del suelo y del confort en la estancia.