Piscinas pequeñas: descubre todas sus posibilidades

Esta piscina, ubicada en el patio trasero de la casa, aprovecha la mayor parte del espacio disponible, dejando apenas un rincón para colocar un par de tumbonas y una mesa. Es una opción entre tantas, pensada para los que quieran priorizar el tamaño de la piscina por encima de tener un área de relax más amplia. Y no por ser pequeña es menos bonita; tiene un banco de tarima de madera, perfecto para tomar el sol.

En este ejemplo podemos ver justo lo contrario. Se trata de una terraza amplia, con espacio suficiente para instalar una piscina de tamaño medio donde, sin embargo, se ha optado por una pequeña. Porque se ha priorizado el entorno de la piscina y el hecho de tener una amplia zona de descanso, por encima del tamaño de la piscina. La tarima de madera y los sofás a ras de suelo, le dan un aire chill out encantador.

En muchas familias donde no hay niños pequeños, se considera que tener una piscina grande no tiene demasiado sentido. Porque el coste del mantenimiento, en relación al uso que se le da, queda desproporcionado. Por eso, las piscinas pequeñas triunfan incluso en viviendas con mucho espacio. En estos casos, la piscina tiene el objetivo de satisfacer la necesidad del momento: refrescarse un rato y volver a salir para seguir tomando el sol (o la sombra).

Este es otro ejemplo de cómo, a pesar de tener espacio suficiente, en esta vivienda se ha optado por poner una mini piscina, en lugar de otro modelo más grande. El jardín de gravilla, que no necesita mantenimiento, y las dos tumbonas completan la zona de relax que toda piscina debe tener. ¿Qué te parece?

Con semejante entorno natural, ¿Qué más da si la piscina es más o menos pequeña? Mientras puedas zambullirte un poco, ya basta. Imaginamos que es una piscina pensada para que los bañistas la disfruten en “petit comité”, sentados o de pie, mientras observan el paisaje. El área de descanso predomina totalmente.