Piscinas de arena: disfruta de la playa en casa

Las piscinas de arena recrean a la perfección cualquier tipo de paisaje natural con agua, desde una bonita playa o cala hasta un lago en mitad de tu jardín. El secreto está en los materiales usados, que se moldean sin problema con el fin de integrar la piscina con el resto del paisaje. Estas piscinas cuentan con revestimientos superficiales de diferentes compuestos, pero el que predomina es la arena. Todos estos compuestos se adhieren al hormigón, dando como resultado este aspecto de playa. Si bien es cierto que su construcción no conlleva ningún reto, es importantísimo contratar a una empresa con experiencia, y los materiales usados son vitales para que el resultado sea el mejor. Una arena de mala calidad, por ejemplo, terminará desprendiéndose y acarreando más gastos de mantenimiento.

Una de las ventajas de este tipo de piscinas es que son 100% personalizables. No hay reglas. El cliente elige la forma, el tamaño o la profundidad. Evidentemente, también elige cómo quiere que esté integrada en el jardín, ya sea en forma de playa o estanque, con rocas o palmeras. ¿Te gustan las piscinas infinitas? También es posible construir una piscina de arena infinita. Incluso el color de la arena puede variar dependiendo de los gustos del cliente.

Además de ser elementos muy pero que muy estéticos, hay que destacar que las piscinas de arena son muy seguras. Por norma general tienen una cota cero, por lo que no necesitan escaleras y cuentan con entradas con poca profundidad, que luego irá aumentando progresivamente. Los materiales de construcción son, además, antideslizantes, tanto en seco como en mojado. Todo ello hace que sea una opción muy segura para niños y mayores, pero también para aquellas familias que cuentan con animales, pues podrán entrar y salir fácilmente.

Lejos de lo que puedas imaginar, las piscinas de arena  cuentan con la misma tecnología que las piscinas convencionales. Se pueden depurar igual, puedes hacerlas de agua salada (dándole un toque mucho más playero) o incluso climatizarlas. La única diferencia que encontramos es estética, a nivel tecnológico nada de nada.

Aunque no nos cansamos de hablar de las bondades de estas piscinas, hay que ser también realista, el tamaño importa. Mientras que los desniveles en el terreno no crean ningún problema, el espacio sí; las piscinas de arena requieren un poco más de espacio que las convencionales. Esta necesidad es más estética que técnica; y es que será mucho más complicado integrar en el paisaje una piscina de arena de pequeñas dimensiones que una de tamaño medio o grande.

El mantenimiento de las piscinas de arena es exactamente el mismo que el de una tradicional. Ahora bien, esto estará siempre condicionado por la calidad de los materiales. Como comentábamos anteriormente, una arena de poca calidad podría desprenderse con mayor facilidad, enturbiando el agua y haciendo necesario un mantenimiento mayor.

Si tu mayor preocupación es el precio de estas piscinas, seremos francos. Sí, son más caras que las piscinas convencionales. No obstante, que sean más caras no significa que sean mucho más caras. Lo cierto es que la diferencia no es tan grande como puedas imaginar, y teniendo en cuenta que además del trabajo de construcción también se paga un trabajo de paisajismo, al final, la relación calidad precio es bastante buena.