¿Merece la pena quitar el gotelé?

¡Por supuesto que merece la pena quitar el gotelé! Esto es lo que oirás decir a las personas que se han aventurado a hacerlo.
Y es que sí, alisar la pared cambia completamente el aspecto de una vivienda, pero se trata de una obra que tiene su qué.
Aquí, vamos a ser transparentes y a exponerte las razones por las que sí vale la pena quitar el gotelé, pero también los motivos por los que puede que quieras pensártelo.

¿Merece la pena quitar el gotelé?
Si te preguntas si merece la pena quitar el gotelé, la respuesta es que sí, en todos los casos y contextos. ¿Vas a reformar un piso antiguo? Tienes que modernizar la pared, porque a día de hoy, el gotelé ya no se lleva.
¿Quieres darle un toque actual a tu vivienda y tus paredes con gotelé piden a gritos una mano de pintura? Quítalo, alísalas y pinta. El cambio que verás en tu hogar será espectacular. Y es que las superficies lisas, como veremos, aportan luz y amplitud de espacio.
Pero como todo, quitar el gotelé también acarrea algunos inconvenientes que, según tu situación, puede que te disuadan de quitarlo. Son pocos, pero pueden ser importantes. Antes, vamos a ampliar un poco las ventajas de deshacerte del tan ya anticuado gotelé.
¿Por qué merece la pena quitar el gotelé?
Los que ya han quitado su gotelé coinciden en que merece muchísimo la pena porque las paredes dejan de ser protagonistas y se puede explotar mejor el potencial de muebles y otros elementos decorativos. ¿El resultado? Que la vivienda adquiere un aire mucho más actual. Pero aún hay más:
- Modernización del espacio: las paredes lisas son tendencias en el hogar desde hace ya muchos años. Y es que esa uniformidad es compatible con gran cantidad de gustos y estilos a la hora de amueblar un piso o incluir elementos decorativos.
- Mejor acabado de color al pintar: al quitar el gotelé, también es necesario volver a pintar. Bien, pues gracias a esa superficie tan lisa que nos queda, el color queda mucho mejor acabado y con una tonalidad más intensa.
- Mayor luminosidad: las superficies lisas reflejan mucho mejor la luz natural en una habitación, sobre todo si las pintas de un color claro. A la par, esto ayuda a dar mayor sensación de amplitud al espacio.
- Más posibilidades decorativas: si eres de los que prefieren darle un toque a la pared, tienes que saber que cualquier revestimiento que instales (por ejemplo, unas lamas de madera) se adherirá mucho mejor si la pared es lisa. Lo mismo con vinilos decorativos, estanterías o cuadros.
- Mantenimiento sencillo: el polvo no se queda en los muebles, sino que se posa en cada rincón de la casa, incluido el gotelé. Su rugosidad hace muy difícil dejar la pared 100% libre de polvo y/o de suciedad, algo que no pasa con las paredes lisas.
- Aumento del valor de la propiedad: quitar el gotelé puede incrementar el precio de tu inmueble, ya que se alineará a las demandas actuales. Por supuesto, tendrás que acompañar este cambio con otras mejoras de iluminación o distribución del espacio, por ejemplo.
Si todo te convence, infórmate de cómo alisar paredes de gotelé para ser consciente del proceso y decidir si puedes hacerlo tú o has de delegarlo a un profesional cualificado.

¿Por qué no merece la pena quitar el gotelé?
Para algunos quitar el gotelé no merece la pena por tiempo, coste y posibles riegos durante la obra. Y es que para hacerlo lo ideal es contar con alguien que esté especializado en la tarea, y esto se paga. Mira por qué lo decimos, y qué puede ocurrir si no es así:
- Es un trabajo especializado: si crees que es tan fácil como quitar el gotelé lijando… Nada más lejos de la realidad. De hecho, antes hay que preparar la superficie sellando cualquier grieta que pueda tener y dejándola bien limpia. Luego, entonces sí, se lija. ¿El problema? Que una vez retirado el gotelé suelen aparecer nuevas imperfecciones, así que hay que volver a empezar. Solo cuando el acabado es perfecto, se puede proceder a pintar. Como te imaginarás, este trabajar lo bordan las empresas para quitar gotelé.
- Puede dañar las paredes: si no se hace bien y con cuidado, el proceso de eliminación del gotelé puede dejar la pared marca de por vida e incluso, dañar las paredes subyacentes. Podrían quedar, por ejemplo, manchas o decoloraciones en la pared que afecten la uniformidad del color.
- Defectos y desniveles al descubierto: en ocasiones, las paredes no son perfectas y presentan ciertas irregularidades que el gotelé ayuda a disimular. Por ejemplo, el que una pared sea algo más ancha o estresa que el resto, algo a lo que se le presta mucha menos atención cuando la pared no es completamente lisa.
- Requiere de tiempo: si tienes gotelé por toda la casa, la superficie a alisar es extensa, y esto consume muchísimo de tiempo. Ya sabes: cada una de las etapas del proceso (raspar, lijar, aplicar productos específicos, reparar imperfecciones, pintar…) debe hacerse con cuidado para no dañar las paredes y conseguir un buen acabado. Si pretendes hacerlo tú, tienes que tenerlo en cuenta. Si no, lo más probable es que el precio de quitar el gotelé te compense con creces.
- Cuesta más que solo pintar: quitar el gotelé es de por sí un gasto extra a la hora de pintar una pared, y en general tiene un precio bastante más elevado. Sobre todo porque, tal y como hemos visto, se pueden necesitar reparaciones adicionales. Para que puedas hacerte una mejor idea del proceso, tanto si valoras hacerlo tú como si vas a contar con un profesional, te contamos el cómo alisar paredes de gotelé con todo detalle.

Alternativas para cubrir el gotelé
¿Sabías que existen alternativas para cubrir el gotelé sin pasar por todo lo que implica quitarlo? Se trata de cubrirlo con otros materiales, que van desde la pintura hasta la madera:
- Con pintura mate blanca: es una opción muy común cuando se quiere prescindir de quitar el gotelé pero se busca dar más luz a un espacio sin resaltar las rugosidades propias del gotelé. Y es que la pintura mate disimula, pero a su vez ilumina gracias al color blanco.
- Con paneles de madera: una alternativa más trabajada y encarada a crear un ambiente más cálido. Cubren bien el gotelé, son fáciles de instalar y puedes elegir entre muchos tipos de madera según el efecto que busques. Algunas de las más usadas para las paredes son el roble por sus tonos cálidos, el pino la claridad que aporta y el cedro y la caoba por la elegancia que aporta sus tonalidades rojizas.
- Con papel pintado: quizás es la menos resultona y la más arriesgada, puesto que si no se nivela antes, la pared puede impedir que el papel se adhiera bien. La ventaja es que existen infinidad de diseños, así que es una forma más cómoda y asequible de actualizar las paredes.
- Con revestimientos decorativos: si la madera no te convence para la pared, existen muchos otros tipos de revestimientos. Los de hormigón, por ejemplo, dan un aspecto industrial a espacios con un estilo urbano o minimalista. Si no, puedes optar por paneles de ladrillo para dar un aspecto rústico y acogedor. La opción más económica son los de PVC, disponibles en multitud de colores. Eso sí, su efecto es mucho menos sofisticado.
Como ves, estas alternativas pueden ser clave para quitar el gotelé fácil. Un consejo: para que se adhieran mejor siempre es una buena aplicar antes una capa de yeso nivelador sobre el gotelé.
