Los mejores suelos para poner alrededor de tu piscina

Todos queremos que este espacio exterior de la casa destaque en su decoración, sea una prolongación de nuestros interiores en cuanto a gustos. Y dentro de él cobra un gran protagonismo el suelo para alrededor de la piscina. ¿Te lo has planteado? Si estás terminando sus trabajos de construcción o renovando la que ya tienes, párate en este post. Encontrarás las mejores soluciones del mercado, los factores a valorar cuando llega la hora de elegirlo y ciertos consejos de instalación que no conviene pasar por alto. ¡Solo tienes que seguir leyendo!
- Consejos para elegir suelo de piscina
- Tipos de suelos para rodear tu piscina
- Precios de los suelos para rodear piscinas
Consejos para elegir suelo de piscina

Dejarnos llevar solo por el papel estético de un revestimiento para exterior no suele salir bien, a la larga nos podemos arrepentir. Y menos cuando estamos hablando de elegir el mejor suelo para alrededor de la piscina. En este caso, además de ser súper bonito y capaz de realzar ornamentalmente la zona, en él pesan otros factores que tienen que ver con su funcionalidad.
Es prioritario que este revestimiento nos resulte cómodo, muy agradable de sentir al caminar sobre él y seguro para evitar posibles caídas, teniendo en cuenta que será una superficie resbaladiza. Resumiendo, hay que pensar en un suelo antideslizante que garantice una buena adherencia al pisar, bien porque traiga de fábrica un tratamiento especial o por la textura de su acabado.
La resistencia de estos revestimientos tampoco hay que infravalorarla, deben ser materiales duros, fabricados para poder soportar eficazmente el contacto con el agua y que no les afecte la humedad ni la exposición a las inclemencias meteorológicas.
Tipos de suelos para rodear tu piscina

Lo bueno a la hora de buscar el suelo para alrededor de la piscina más idóneo es que la oferta no defrauda. Hay numerosos materiales, diseños, formatos y acabados. Unos son propuestas atemporales, otros tiran más hacia líneas clásicas y también hay soluciones a la última en innovación tecnológica. Es cuestión de apostar por el más afín a nuestro estilo, repasar bien sus cualidades y asegurarnos de que su instalación es la correcta.
Una vez descubierto nuestro favorito, no vendrá nada mal informarnos cuanto antes sobre el precio de poner suelo exterior. ¿Quieres conocerlos?:
Suelos de cerámica

Si algún material es inalterable al paso del tiempo es la cerámica. Destaca especialmente por su elevada resistencia y su buena tolerancia al agua y a la exposición solar. El gres es uno de los favoritos dentro de la familia. A la hora de instalar estas piezas junto al vaso de la piscina, los profesionales recomiendan ponerlas sobre una solera con una inclinación adecuada hacia la zona de desagüe, evitando desniveles en las uniones con la coronación de la piscina. Otra de las ventajas de la cerámica es que admite infinidad de soluciones para revestir elementos de la piscina, como escaleras y rebosaderos, mediante piezas especiales.
Suelos de madera

Los incondicionales de este noble material lo tienen fácil porque también es una excelente opción como suelo para alrededor de la piscina. No solo por su calidez decorativa, también por el confort que aporta. Las maderas exóticas son las más indicadas al ser especies de una alta dureza y densidad, dos cualidades que necesitan cumplir estos revestimientos de exterior. Además deben ser muy resistentes a la intemperie, no agrietarse y ser antideslizantes.
También sorprenden sus formatos; junto con las baldosas más conocidas (por lo general de 50 por 50 cm) con lamas estriadas o bien lisas, dentro de la oferta del mercado destacan las tablas tipo tarima, con un grosor mínimo de 20 mm. Son superficies de lo más cálidas, perfectas para crear superficies continuas muy bonitas visualmente y seguras. Precisan una base estable al ser colocadas y lo ideal es que la solera de hormigón esté a una cota inferior a la de la coronación. De ese modo el suelo quedará enrasado con el vaso, evitando obstáculos y ganando seguridad.
Suelos de piedra

Son unos clásicos que nunca pasan de moda y logran que esta zona de la casa sea un espacio confortable y seguro a la hora de moverse gracias a la rugosidad de sus acabados, los más idóneos para evitar caídas. Dentro de ellos, las pizarras y las cuarcitas siguen triunfando, pero vale la pena detenerse en las soluciones sintéticas que imitan con un realismo asombroso y son más asequibles para el bolsillo. Unos y otros ofrecen una gran resistencia ante las inclemencias del tiempo, el desgaste del agua y el contacto con productos químicos.
Conviene tener muy en cuenta las recomendaciones de los profesionales sobre su instalación; colocarla sobre una base de grava y arena compactada, cerciorarse de que la solera ofrece un buen drenaje y que las baldosas quedan planas al ser colocadas y a la inclinación precisa.
Suelos de composite

Quizá nos suenen algo pero desconocemos qué son realmente y sus ventajas. Es una solución cada vez más introducida por interioristas y decoradores para acondicionar espacios exteriores porque su lista de beneficios es larga. Su primer atractivo es que es un material reciclable, hecho a partir de fibras de madera y polímeros, y eso significa que compite con la madera natural en calidez pero con una larga vida útil, como la de las fibras sintéticas.
Otra de las razones de su éxito es que no se estropea ni astilla debido a las inclemencias del tiempo naturales a cambio de invertir un mantenimiento mínimo, pues se limpia bien con agua. Para lograr una buena instalación, no se aconseja hacerlo por debajo de los 0° C y es importante que el suelo sobre el que irá reúna ciertos requisitos: que sea cien por cien regular, resistente y con cierto desnivel para la caída del agua.
Suelos de barro cocido o terracota

Pensar en este material es una excelente opción cuando toca buscar un suelo para alrededor de la piscina. Su estética rústica siempre gusta y es perfecta en ambientes campestres donde se da prioridad a la calidez. A nivel funcional, los revestimientos de barro cocido o terracota reúnen bastantes ventajas con un mantenimiento mínimo. Son muy duros, resistentes y la textura natural de sus acabados garantiza contar con esas superficies antideslizantes tan necesarias.
No es exagerado decir que son de lo más versátiles, además de proponer muchas posibilidades decorativas al presentarse en numerosos tonos, medidas y formatos. En concreto, el barro cocido plantea interesantes soluciones al acondicionar la coronación de la piscina porque con él es posible obtener un amplio repertorio de elementos, como rebordes y ángulos esquineros.
Suelos de hormigón

Con ellos esta zona exterior de la casa lucirá un aire moderno sí o sí donde el concepto de la funcionalidad tendrá un gran peso. Los revestimientos de hormigón son impactantes a nivel visual y muy empleados para acondicionar los suelos alrededor de la piscina porque resuelven todas las exigencias que deben reunir con una inversión asumible. Son duros, resisten bien la exposición a la intemperie y los cambios de temperatura.
Pero no solo eso. Otro de sus atractivos reside en que se pueden lucir en acabado pulido (aunque nunca es la opción recomendable para poner alrededor de las piscinas porque son superficies demasiado lisas) o bien optar por piezas texturizadas. Son bastante fiables y sobre ellas es posible crear diferentes patrones decorativos o imitar otros materiales. También es una solución que combina de maravilla con otros revestimientos; en concreto, coronas de piedra natural o barro cocido junto a suelos continuos de hormigón.
Césped natural alrededor de la piscina

Nadie renuncia a contar con él como suelo para alrededor de piscina cuando disponemos de un espacio al aire libre en casa. Solo, a modo de alfombra, o combinado con otros revestimientos para exterior, como la piedra o la madera. Siempre es un valor seguro, pero delicado. Es clave escoger una variedad resistente al tránsito frecuente y concienciarnos de que requiere un mantenimiento y abonados cada temporada, junto con un drenaje perfecto para que el agua no lo termine estropeando.
Disfrutar de él y lograr mantenerlo reluciente como el primer día implicará preparar antes el terreno, compactarlo con la inclinación idónea y crear un buen soporte. Puede ocurrir que sea necesario realizar zanjas pequeñas para poner tuberías de drenajes. La primavera y el otoño son las épocas del año cuando debe ser sembrado, sin olvidar que lo mejor es elegir semillas resistentes pero no excesivamente duras que hagan incómodo pisar descalzo.
Césped artificial

¿Por qué no? La idea de contar con una pradera digna de revista junto a la zona de la piscina puede hacerse realidad con esta alternativa. Hoy en día existen en el mercado moquetas artificiales de calidad, ignífugas y muy bien logradas en su imitación estética. Las principales ventajas comparado con el natural es que su mantenimiento es básico, además de no tener que sembrarlo, y la colocación es muy sencilla.
Ahora bien, es preciso estar atentos a los tips de los profesionales para no cometer errores al elegir la solución. Siempre hay que pensar en modelos drenantes, así evitaremos posibles encharcamientos frecuentes junto a la piscina, pero agradables al tacto. Lo ideal es escoger los que llevan la base de poliuretano y con una altura de fibras de 30 a 40 mm, son las que mejor garantizan un uso intensivo y su aspecto recuerda a la hierba del campo.
Precios de los suelos para rodear piscinas

No es lo mismo el precio metro cuadrado de césped artificial, cuyo coste medio puede variar desde los 5€ /m2 a los 40 €/m2 , según calidad y altura de las fibras, que el precio de césped natural. Son muchos los factores que condicionan el presupuesto definitivo de estos suelos cuando nos decantamos por un revestimiento para acondicionar esa zona de la piscina. Además del precio del material en sí, la superficie a cubrir, el mantenimiento del producto y si tendrá que recibir un tratamiento posterior o no, entre otros.
Junto a ellos, tampoco hay que olvidar otros gastos ligados al trabajo de instalación. Por ejemplo, si nos preguntamos cuánto cuesta poner suelo porcelánico, lo lógico es calcular también lo que nos supondrá colocarlo, la mano de obra y el transporte a casa. Otro precio orientativo; una instalación de césped artificial junto a una piscina de unos 10 m2 tiene un precio estimado de 500 €. Conclusión; cuanto más completo sea el presupuesto al escoger el mejor suelo para alrededor de la piscina, menos sorpresas o gastos extra habrá en la inversión final.