Los 4 retos del profesional de la reforma para 2020


1. Aumento de la obra nueva
Si observamos datos oficiales, como los publicados por el INE, nos encontramos con un aumento de las licencias para la construcción de obra nueva. Esto significa que la obra nueva se reactiva y que, por tanto, son menos las viviendas de segunda mano que podrían venderse en comparación con el 2019. Aun así, las previsiones siempre pueden cambiar, no es una ciencia exacta, este mercado en el último año no ha sido del todo malo.
Sea como sea, si la porción del pastel es más pequeña, tendremos que aumentar y mejorar nuestras estrategias de venta para poder captar mejor al cliente final. Jugar la baza de que es mucho más atractivo disfrutar de una vivienda con las calidades que uno quiere, a comprar una vivienda nueva con calidades que otros ha elegido.
2. Más créditos en 2019
Los créditos en 2019 aumentaron con respecto a los años anteriores. Créditos para la reforma de las viviendas, principalmente reformas integrales y de cocina y baños. El aumento fue del 10% aproximadamente. Se trata de una cifra optimista. No obstante, teniendo en cuenta esto y el punto anterior, también tendremos que hacer frente a la competencia, pues no es de extrañar que las estrategias de venta sean mucho más agresivas en cuanto a reformas de la vivienda se refiere, sobre todo si se venden menos pisos. Eso sí, los créditos a la hora de reformar están siendo más altos, por lo que los beneficios serán mucho mayores.
3. Una respuesta diferente del cliente final
Otro de los frentes que se abre con más fuerza es el de la demanda de soluciones basadas en la sostenibilidad y la eficiencia energética.
Las empresas de reforma tendrán que adaptarse a un cambio evidente en las necesidades de sus clientes. Una demanda cada vez más personalizada.
El cliente final tiene más información sobre sostenibilidad y eficiencia energética, por lo que no es raro que demande productos que, en muchos casos, no hemos trabajado hasta el momento. Es hora, por tanto, de renovarnos como profesionales y de apostar por una construcción sostenible, con materiales nuevos y, seguramente, un cambio sustancial en nuestros proveedores.
4. Una dirección firme al mercado del alquiler
Aunque muchas son las voces que aseguran que el mercado de alquiler será finalmente controlado, lo cierto es que en la actualidad es un sector de inversión bastante firme. Muchos son los inversores que compran viviendas, incluso fincas enteras, para reformarlas y alquilarlas, ya sea por estancias vacacionales o cortas, como a inquilinos que necesitan un hogar durante todo el año.
Las reformas en este punto quizá puedan ser un poco diferentes; y es que en este tipo de trabajos prima el diseño a las altas calidades.
Será necesario, por tanto, trabajar con presupuestos adaptados a este tipo de viviendas, cuyos inversores (y compradores) lo que desean es crear un espacio habitable pero sin grandes desembolsos de dinero. Recordemos que los pisos para alquilar siempre buscan un presupuesto final mucho más bajo que las residencias habituales.