La vitrocerámica es uno de los electrodomésticos de la cocina que más usamos: si te gusta cocinar, estarás acostumbrado a tener que lidiar con ella a diario. Sin embargo, su mantenimiento puede ser más fácil de lo que parece si seguimos algunos sencillos consejos. El primero es retirar lo antes posible esa comida que a veces salta al fuego, antes de que se enfríe y sea más difícil de eliminar. Después, conviene usar productos naturales y ser cuidadoso con las bayetas con el fin de que no rayen nuestra vitrocerámica. Descubre con nosotros los 4 pasos básicos para cuidar tu vitro y que se mantenga en buen estado.
En este artículo
- Escoge los utensilios adecuados
- Retirar rápidamente los restos de comida
- Un cepillo de dientes, para retirar la grasa más incrustada
- El vinagre, un abrillantador natural de lujo
Escoge los utensilios adecuados

Para limpiar la placa vitrocerámica, lo primero que tenemos que tener en cuenta es que las vitros están hechas de un material resistente pero a la vez delicado. Esto significa que soportan mucho calor y que los alimentos que se puedan caer en la placa, si se retiran rápidamente, no tienen por qué ser un problema. Pero eso sí, hay que tener en cuenta con qué retirarlos: olvídate de estropajos o nanas, que podrían rayar la vitro y hazte con bayetas o trapos de algodón, con fibras suaves.
Es posible que utilices productos adquiridos en el supermercado, pero nosotros te daremos algunos trucos para que tu placa reluzca limpia y brillante con ingredientes naturales: vinagre, limón e hielo serán tus principales aliados. ¡Empecemos!
Retirar rápidamente los restos de comida

El primer consejo que debemos seguir es retirar rápidamente del fuego la cacerola, olla o sartén de la que hayan caído restos de comida. Imagina que estás cocinando y salpica en la vitrocerámica restos de pan rallado, huevo o verduras. ¡Coge inmediatamente la bayeta y retira los restos de comida antes de que estos se sequen y sea más difícil extraerla! A continuación, si ves que la mancha persiste, cuando la placa esté algo más templada, pon unas gotas de limón y verás cómo la grasa se va deshaciendo. De nuevo, coge tu bayeta y retira los restos de limón.
Un cepillo de dientes, para retirar la grasa más incrustada

Una vez hemos limpiado nuestra placa y retirado la suciedad, imagina que siguen quedando restos incrustados que no hemos sido capaces de eliminar. Es el momento de coger un cepillo de dientes usado y tratar de retirar lo más pegado. No utilices ningún tipo de estropajo fuerte porque podrías rayar la placa y eso ya no tendría solución. Con la ayuda de agua, jabón y un cepillo de dientes, trata de resolver el problema.
El vinagre, un abrillantador natural de lujo

¿Conoces algún producto más eficaz a la vez que natural que el vinagre? ¡Aún me sigue maravillando las propiedades de este ingrediente! El vinagre será el último paso que sigamos para tener una placa reluciente y brillante. Aplica una pequeña cantidad sobre un paño o bayeta húmeda y verás cómo en pocos segundos, tu placa relucirá. Ahora, como último consejo, solo tienes que intentar seguir estos pasos siempre para que tu vitrocerámica se mantenga en buen estado por mucho tiempo.
hace 4 años
El tercer ingrediente, era el hielo, se derritió antes de acabado el artículo?
hace 4 años
El hielo no está! Y si pasas un trapo con la vitrocerámica caliente y se quema ya no hay quién lo quite. Qué ganas de complicarse la vida existiendo las rasquetas!