Las claves para instalar (o no) una bañera en tu casa

Vale, sí, las duchas son rápidas. Es verdad que contamos con menos tiempo para relajarnos del que nos gustaría. No obstante, aunque sólo saques un día a la semana para pegarte un baño relajante, ya merece completamente la pena tener una bañera. Después de un día duro de trabajo, nada mejor que encender unas velitas, poner un poco de música y meterse en un burbujeante baño. Para ello, siempre piensa en las dimensiones de la bañera. Hay diferentes medidas, y no en todas vas a estar igual de cómodo.

Aunque los platos de ducha son de lo más estéticos, las bañeras tienen otras oportunidades creativas. Las bañeras permiten una decoración que no se implementa en los platos de ducha. Puedes colocar velas en sus bordes. Puedes añadir cestas, plantas artificiales o incluso esas bonitas tablas de madera para poder sujetar un libro mientras te bañas (o una copa de vino para relajarte ya del todo). Además, hay bañeras que ya de por sí son un elemento decorativo, como las bañeras exentas. Si tienes oportunidad de colocarlas, no lo dudes.

Quizá tengas claro que quieres una bañera, quizá no.  Está claro que sus ventajas son muchas, pero no hay que olvidar que con los platos de ducha el espacio se amplia muchísimo, por lo menos visualmente. Son una opción que hacen que el día a día sea más cómodo, pues salir y entrar de un plato de ducha es bastante sencillo. Además, indudablemente se ahorra más agua con una ducha que con una bañera. Quizá, si es que cuentas con espacio suficiente, lo mejor sea apostar por las dos ¿por qué renunciar a nada?