En qué fijarse para encontrar la armonía en la decoración de tu casa

El color está bien, los muebles son los que te gustaron en su momento, pero sientes que a tu casa le falta algo para verse acogedora. ¿Te suena? Los especialistas lo llaman armonía y no es difícil de conseguir. No des más vueltas, ni compres más cosas por comprar, en este post te damos las claves para que acabes con todo ese ruido visual que hace que no te encante tu casa.
- 1. En los trastos que dejas en el recibidor
- 2. Un baño convertido en un pequeño bazar
- 3. Esa jungla que es tu escritorio
- 4. Demasiados muebles que sobran
- 5. Arcoiris party
- 6. Espacio 100% ocupado
- 7. Trasteros, garajes, huecos de escalera y otros agujeros negros
1. En los trastos que dejas en el recibidor

Llegar a casa después de un día intenso y encontrar un recibidor repleto de trastos, con el correo por el medio, los zapatos en el suelo, un perchero atiborrado de chaquetas que llevan ahí meses... Hay que despejarlo cuanto antes. ¿Cómo? Si cabe, lo que mejor queda es un armario a medida con cajones y espacio para los zapatos. Así se cierran las puertas y aquí no ha pasado nada. También puedes encargar un zapatero a medida, o acoplar uno que compres y que tenga cajones para guardar dentro las llaves. Los percheros quedan muy monos, pero si no vas a ser capaz de dejar solamente lo que uses ese día, ¡mejor no lo pongas! Es un imán para todo tipo de ropa.
2. Un baño convertido en un pequeño bazar

El almacenaje a la vista se puso de moda hace unos años, pero en un espacio como el baño, donde se acumulan mil botecitos de cremas, desodorantes, maquillajes y demás, puede ser muy difícil conservar la armonía. Por no hablar de lo que te va a costar limpiar. Para terminar con todo ese caos, invierte en un mueble con capacidad. Los muebles de baño a medida tienen la gran ventaja de adaptarse completamente al hueco disponible y dar mucho de sí. Con cajones con separadores y toalleros incorporados, pondrán fin a todo el desorden. ¿Y en la ducha? La mejor solución es una pequeña hornacina. Planifica donde la puedes instalar, y champús, geles o acondicionadores dejarán de molestarte en los pies.
3. Esa jungla que es tu escritorio

Sobre la mesa puedes ver perfectamente los cables del portátil, folios sin clasificar, papel sucio, varios botes de lápices, material de oficina desperdigado. Normal que te eche para atrás cada vez que te tienes que sentar. Tómate la molestia de trabajar en un sitio que te gusta, y sobre todo, ¡te inspira! Si la mesa se ha quedado pequeña o no es práctica, puedes cambiarla por un modelo que cubra todo el espacio disponible. Con una balda volada y cajones a un lado (o a los dos), con cajoneras con ruedas, estantes en el frente para poder clasificar, pasacables ocultos para no verlos más, e incluso una central de enchufes para no andar otra vez con alargadores ni regletas.
4. Demasiados muebles que sobran

La mesita de centro, las dos auxiliares de la esquina, 3 zapateros y una cómoda en el pasillo, un mueble con cajones repleto de bolsos en tu cuarto, ¿seguimos? Hay un montón de muebles que tienes en casa y que de verdad no necesitas. Además son un imán para dejar cosas encima que rompen la armonía visual. Haz limpieza de trastos y guarda lo que de verdad necesitas en armarios. ¿Te faltan? Entonces planifica un nuevo almacenaje más limpio y con sentido. Puedes instalar armarios empotrados, o librerías de pladur o de madera de DM (si te gustan) combinadas con puertas para que no se conviertan en un foco de desorden.
5. Arcoiris party

Está comprobado que mezclar sin ton ni son colores nos altera el ánimo. Guarda una sintonía de colores y verás como enseguida notas que en tu casa se respira otro ambiente. Ordena los libros por colores, y mezcla máximo 3 tonos en el salón o los dormitorios. Lo más fácil es seguir una paleta de color y no salir de ahí. Las mezclas están muy bien, pero son muy arriesgadas. Ah y mucho cuidado al elegir estampados de las sillas, o del papel. Usa un simulador de ambientes antes de meter la pata.
6. Espacio 100% ocupado

Ocurre que cuanto más grande es nuestra casa, más la llenamos de cosas. Paredes llenas de cuadros, estanterías hasta los topes, CDs de todas las épocas, electrodomésticos que no se usan... Deja de saturar el espacio. El secreto para que de repente todo se vea mucho mejor es simplificar al máximo y eliminar todos los excesos. Retira toda la decoración, pinta de un color claro toda la casa (hay una carta inmensa de blancos) y vuelve a decorar siendo mucho más exigente con lo que pones.
7. Trasteros, garajes, huecos de escalera y otros agujeros negros

En todas las casas hay un espacio, a veces cuarto, donde se va acumulado (y hasta apilando) todo tipo de cosas que no nos apetece ver en casa. Una jungla de objetos por clasificar (o pendientes de tirar a la basura) que crece por momentos, mientras miras para otro lado, o cierras la puerta. ¿No te ha pasado eso de volver a comprar algo por no buscarlo en el trastero? Ponte manos a la obra ya. Sácalo todo, retira lo que no te hace falta (también los por si acaso) y planifica una buena organización con estanterías y cajas transparentes. Asegúrate de contar con buena luz para que se vea bien lo que hay y apuesta por estanterías de poco fondo (de metal, madera) para clasificar los objetos por categorías. Lo que más usas a la altura de los ojos. No más arriba.
¿Y tú, también reconoces alguno de estos problemas en casa? Esperamos que con estas ideas le pongáis solución y podáis disfrutar de un hogar más calmado.