Construye una ducha en tu jardín o terraza

Si tu casa tiene jardín encontrarás un sinfín de lugares interesantes para ubicar la ducha. Para empezar, si cuentas con piscina, plantéate la idea de colocar la ducha cerca. Ducharse antes de bañarse consigue que el agua se ensucie mucho menos.  Otra opción interesante es la de colocar la ducha en un lateral de la casa. Ahora bien, intenta que sea una zona en la que el sol no impacte con demasiada fuerza durante todo el día, el agua saldrá más fresca.

Las terrazas y los pequeños patios pueden ser también lugares interesantes para ubicar una ducha exterior. Es cierto que quizá el espacio sea más reducido, pero afortunadamente hay modelos más pequeños y sencillos. Tomar el sol en la terraza será mucho más llevadero teniendo una ducha en la que poder remojarse.

En el mercado hay muchis modelos diferentes en cuanto a duchas de exterior se refiere. No obstante, las duchas de obra pueden ser la solución definitiva. ¿Por qué? Muy sencillo, se trata de duchas que no se conectan a ninguna manguera, pues ya están conectadas directamente a la red de fontanería. Son fáciles de mantener, y, además, cuentan con diseños muy diversos que se adaptarán sin problemas a la estética de tus exteriores. Ahora bien, recuerda que este trabajo puede ser complejo, es necesario contar con profesionales, tanto fontanero como albañil. Una mala instalación o conexión con la red de fontanería puede traernos muchos problemas que a la larga saldrían más caros.

En cuanto a materiales para revestir las duchas exteriores, lo cierto es que son muchos. Las de madera son bastante apreciadas. Su coste es inferior a otros materiales como piedra o azulejo. No obstante, siempre que se coloca madera en el exterior (más todavía si tiene contacto directo con agua) tendrá que estar debidamente tratada. Así, el mantenimiento de estas duchas, si bien no es costoso, debe ser periódico. Barnizar la madera o aplicar ciertos productos para protegerla de la humedad será necesario. 

La piedra es un poco más costosa que la madera, sí, pero ahorramos mucho tiempo y dinero en mantenimiento. Opciones dentro de la piedra también hay muchas, pudiendo adoptar soluciones desde más rústicas hasta más modernas. Quizá el único problema que podamos tener es la aparición de musgo, moho o verdín en determinadas zonas. Cada vez que tengas indicios de que esto puede suceder, puedes limpiar la zona con un cepillo y lejía, aunque en este caso, los musguicidas también funcionan bastante bien.

Los azulejos también pueden ser una excelente opción para revestir tu ducha exterior. Como ventaja, la variedad es infinita, desde los más modernos hasta grandes clásicos, muy de moda, como los azulejos metro. Además, hay que añadir que este tipo de revestimiento cuenta con un plus debido a su fácil mantenimiento, pues limpiarlos no será nada complicado.

Si quieres proteger tu ducha exterior de las miradas ajenas, puede ser buena la idea de rodear la zona de agua con abundantes plantas vegetales. Ten en cuenta que la ducha creará bastante humedad en el ambiente, por lo que es bueno asesorarse con un jardinero para saber qué tipo de plantas pueden vivir mejor en este entorno.