No nos engañemos. Cuando la familia crece, la casa cambia por completo. Allí donde tenías un nidito de amor con tu pareja se transforma en un lugar diferente y mucho más adecuado para niños. El motivo es que cuando esperamos un miembro nuevo en la familia, empezamos a ver peligro por todas partes: mesas con esquinas puntiagudas, acceso a la terraza o enchufes que no tienen protección. Pero además de estos supuestos, también es importante adaptar el hogar a los pequeños, dándoles espacio para jugar, eliminando mobiliario innecesario e incorporando almacenamiento extra para tenerlo todo algo más ordenado. Así que si tu familia está a punto de crecer, ¡felicidades porque es una gran noticia! Y hoy te vamos a dar algunos consejos para llevar a cabo en tu hogar.
Un cuarto para el bebé, la gran ilusión
La llegada de un bebé es una gran y maravillosa revolución en cualquier familia. Probablemente uno de los espacios que más ilusión suele suponer a cualquier pareja es el dormitorio del bebé. Más allá de la decoración, que por supuesto es algo muy ilusionante, conviene planificar este espacio para que la vida de los futuros padres sea más cómoda y todos se adapten bien a la nueva llegada. Un cambiador (con cajones mejor), una cuna y una butaca deberían ser los must de cualquier habitación de bebé. Esto con su llegada, pero a medida que vaya creciendo, habrá que ir adaptando el dormitorio a las nuevas necesidades (sustituir la cama por cuna, almacenaje de juguetes, etc).
Un espacio para crear con un toque divertido
Es importante que los niños se sientan cómodos en casa, ofreciéndoles -en la medida de lo posible- un espacio ad hoc para su edad. Cuando son muy bebés, necesitan espacio para gatear, así que lo ideal es tener el salón lo más despejado posible de mueble. Sin embargo, cuando empiezan a cumplir 4 o 5 añitos, conviene fomentar su autonomía y estar atentos a sus pasiones, con el fin de ir dejándoles disfrutar de lo que más les gusta: si es pintar, incluyamos algún pupitre o mesa para ello, si es construir con fichas Lego, dejemos un espacio en casa para ello...
Si además lo hacemos incorporando color, ¡ellos estarán encantados! A los niños, les encanta los espacios divertidos, alegres y con mucho color.
Todo a mano, pero seguro
Alerta con los peligros que hay en casa
Una de las mayores preocupaciones que tenemos la mayoría de los padres es que nuestra casa sea segura, que evitemos todo lo que puede poner en peligro la seguridad de nuestros hijos. En este aspecto, conviene pasarse de precavido para evitar sustos mayores. Por ejemplo, es importante proteger los enchufes, poner protectores en las esquinas de los muebles o por ejemplo, asegurarnos de que los niños no pueden abrir solos una ventana o de que salir a la terraza o balcón no es un peligro inminente. Para ello, existen protectores para cada uno de estos casos que velan por la seguridad de los más pequeños de la casa.
No abusar de los muebles
La tendencia en el hogar es de ampliar espacios, abrirlos y conectarlos. Por ello, es muy bueno tratar de despejar el mobiliario innecesario que tenemos en nuestro hogar y tratar de dejar aquel que es realmente útil. Cuando hay niños en casa, se valora mucho la comodidad y el confort, también la practicidad, apostando por espacios diáfanos, sin exceso de muebles y mobiliario que es fácil de mantener.
El orden: el otro gran desafío de un hogar con niños
¿No tenéis la sensación de que una casa con niños nunca está ordenada? Por más que uno intenta recoger, mantener el orden y tenerlo todo recogido, ¡a veces es misión imposible! Por eso, mi consejo es tratar de hacer acopio de cestas, cajas o cualquier otro elemento que nos permita almacenar y clasificar los juguetes de los más pequeños. Además, ahora podemos encontrar una gran variedad de cestas divertidas, con multitud de formas, que seguro que animan a los peques a colaborar en la ardua terea de mantener el orden.
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