5 muebles que es mejor no comprar de segunda mano. ¡Y uno que sí!

Por aquí hay mucho fan de comprar piezas antiguas y darles un lavado de cara. ¡Es normal, la oferta es inmensa! Seguro estás cansado de ver fotos (casi siempre muy bien hechas) de sillas, consolas, butacas, que se venden usando las palabras "chollazo", "auténtico", "perfecto para restaurar"... Pero, ¿te has parado a pensar si vas a ser capaz de hacerlo tú mismo y de dónde vas a sacar el tiempo? Es muy posible que requieras muchas horas, incluso ayuda profesional para conseguir devolver a esa pieza el valor que promete. 

• Nuestro consejo es que huyas de las falsas ofertas y que si de verdad tienes intención de hacerte con una pieza antigua, acudas a un verdadero profesional para comprarla. ¡Lo barato siempre sale caro! Ojo avizor con los muebles tapizados. ¿Adivinas lo que se puede esconder debajo de ese tejido irresistible? Las sorpresas no siempre son agradables (sobre todo si afectan a tu amor propio y tu bolsillo). 

Dejando a un lado escrúpulos, nos sobran los motivos para no recomendarte la compra de un colchón de segunda mano. Piensa que sobre él durmió otra persona o personas, con sus fluidos y manías. Y que por muy limpio que parezca en las fotos (o en persona), debajo de esa fina tela se acumulan ácaros, células muertas y un montón de cosas grimosas que el ojo no ve (¡pero ahí están!). A no ser que venga de un stock o que esté todavía precintado, ese colchón arrastrará una historia que tu cuerpo entero sentirá en forma de dolores y otros problemas...

• Desmitifica la idea de que un colchón nuevo es caro, porque no siempre se corresponde con la realidad. Y hazlo teniendo en cuenta que lo que está en juego es tu descanso, tu bienestar y tu salud. Mejor un colchón nuevo aunque sea de los baratos, que uno usado que nos promete sueños felices. 

Que no te vendan la moto. Normalmente si una lavadora, frigorífico, aspiradora... funciona bien, ¡no se vende y menos por cuatro duros! A no ser que tengas total y absoluta seguridad de que funciona perfectamente, no te la juegues comprando algo, que en un breve espacio de tiempo te puede dar problemas. 

• Otra cosa son pequeños cacharros, como por ejemplo, una heladera o una grofetera, un secador de viaje... Tratándose de estos electrodomésticos de poco valor y escaso uso, podemos dar algo de margen de duda y pensar que un día la compraron y al siguiente se dieron cuenta de que no la necesitaban. Total en el peor de los casos si te pasara a ti, con la misma velocidad la puedes volver a incorporar al mercado de ocasión. 

¿Te has fijado alguna vez en la cantidad de instrucciones y advertencias que traen todos los productos relacionados con bebés, niños o de la infancia en general? Aun en el caso de ser nuevos, todo viene con un manual de uso y unas condiciones de seguridad. Cosas que no va a traer consigo ningún producto usado que compres, sobre todo porque nunca sabrás si se usó de manera correcta y hasta que punto ha perdido la etiqueta de "seguro". 

• Un producto con mucho filón son las cunas de segunda mano que acaban de soltar los bebés más mayores. Ten presente que por estupenda que parezca, puede tener defectos no visibles relacionados con el uso de sus anteriores dueños. Lo mismo se puede decir de los juguetes. Tus hijos los chuparán, dormirán con ellos... ¿Seguimos? No te fíes ni un pelo de las cosas que no sepas al 100% que son seguras. Tu hijo no merece menos. 

La tecnología en general avanza con pasos gigantes. A no ser que seas un verdadero "PRO" o  lleves del brazo a alguien que si lo sea cuando compras, es muy probable que te den gato por libre. A parte del tema del rendimiento, piensa también en todo lo relativo a la seguridad. 

• No confíes nunca en ofertas, regalos ni promociones extrañas o muy económicas. Piensa ¿por qué lo venden tan barato? ¿De dónde lo han sacado? Si acabas de aficionarte a la fotografía, igual te sirve una cámara antigua por aquello de romper mano. Valora si te valdrá la pena invertir en algo que si todo va bien y avanzas en tu aprendizaje, te durará pocos meses. 

De entre todas las cosas que no debes comprar de ocasión hay una categoría que indudablemente si merece la pena. Nos estamos refiriendo a verdaderas joyas o caprichos vintage. No porque lo diga una etiqueta colgada (cuidado porque hay mucho farsante), sino porque seas un entendido en la materia o al menos controles del tema. 

• Relojes, vajillas, candelabros, lámparas, espejos, maletas... Piezas que si no funcionan ni traen bichitos, no te van a dar ningún problema. No funciona, pero ¿a que es precioso? Es el comentario que más repetirás cuando lo vean tus visitas. Este tipo de muebles tienen la gran suerte de poder decir que en ellos la arruga es bella y que son amados a pesar de arrastrar secuelas o achaques. 

¿Y tú, has comprado alguna vez muebles de ocasión? ¿Se nos ha olvidado alguna categoría importante entre los que sí o los que no merece la pena estrenar? Esperamos como siempre tu valoración en los comentarios.