Cómo tener un dormitorio feliz

Tienes toda la razón al decir que los dormitorio de hoy han menguado y no se parecen en nada a los de nuestros padres. Ahora muchos tienen unas dimensiones más que reducidas. Pero créeme cuando te digo que la clave para que nada estorbe y te tientas realmente cómodo es hacer una buena distribución. Para acertar primero revisa tu estilo de vida y después, toma decisiones. Por ejemplo, si para ti es motivo de gloria tener un armario o vestidor como el de la prota de Sexo en Nueva York, adelante, todo sea por tu bienestar. Quizás puedas colocarlo detrás del cabecero dejando un espacio mínimo de uno un metro (si pones puertas correderas con 80cm suficiente), en el pasillo de entrada a la habitación o en una esquina muerta que no aprovechas. Con las soluciones de pladur, microcemento o DM, la obra es limpia y rápida. 

Los colores y las texturas de los materiales influyen en nuestro estado de ánimo, ¿lo sabías? Si te decides por pintar las paredes, hazlo con tonos que favorezcan tu descanso y sumen placer. Verde agua, azul claro, malvas… Son perfectos. Si te decides por los papeles pintados, lo mismo... pero con la diferencia de que el cambio será aún más rápido. Los de acabado TNT (tejido no tejido) son muy resistentes y se limpian bien. Pero los vinilos lo son aún más gracias a su capa vinílica. Si te atreves, enmarca la cama con un bonito papel que te inspire y deja los laterales para otro motivo en los mismos tonos. La iluminación y la ropa de cama harán el resto. 

La madera crea espacios únicos, es cálida y, además, al tacto resulta muy natural. Pero también es capaz de transmitir en ti la sensación de calma. Por eso la madera es un material clave cuando hablamos de dormitorios. Perfecta para vestir suelos, paredes y muebles creando espacios relevantes y silenciosos. ¿Te imaginas la sensación de poner los pies en un suelo fresquito en verano y cálido en invierno? Un suelo de madera ayudará a mantener estable la temperatura de tu bonita alcoba y te ayudará a reducir el gasto en calefacción. Además del clásico parquet puedes usar también madera para hacer cabeceros o bases de cama. Ah, y si puedes elige maderas ecológicas y saludables (pino, roble, cerezo, haya). ¿Te has fijado en el toque que le da esa tira de Led amarilla?

A pesar de que esté destinado a descansar y dormir, un dormitorio no puede parecer una cueva oscura y tenebrosa, sobre todo esos días en los que necesitas un “chute” de energía para abandonar la cama. Por eso es importante multiplicar en la medida de lo posible su luz y darle mucha más claridad. ¿Y cómo lo hago si es interior o tiene mala orientación? Siempre buscando soluciones. Por ejemplo, usando pintura plástica de acabado satinado que hace brillar la pared. O eliminado la pared convencional y en su lugar poniendo una lámina de vidrio o pequeña ventana fija. Así la luz pasará de una habitación a otra, sin tener que darle al interruptor. Potencia la entrada de luz desde las ventanas, y si puedes elige perfiles blancos o metálicos lo más finos posibles. 

Ni frío en invierno, ni calor en verano. Los expertos dicen que para descansar y dormir de un tirón el dormitorio no debe estar ni por debajo de los 15º, ni más allá de los 21º. Por eso es importante acertar con el sistema de aire acondicionado y calefacción, e invertir en unas buenas ventanas que no dejen que la temperatura óptima se escape. Recuerda que no es bueno usar ventanas muy estancas si tu dormitorio está expuesto a la humedad y no tiene buena ventilación. Si tienes ese problema, unas ventanas como las de la fotografía te irían genial porque dejan que toda la habitación respire ¡Encima son súper decorativas!

A veces no hay más remedio que utilizar también el dormitorio para otros usos además de dormir. Ya sabes, trabajar con el PC, o incluso guardar trastos que en otro sitio no caben. Lo primordial es que no se vea desordenado porque eso, te afectará a ti también. Siempre que puedas recurre a soluciones ingeniosas para guardar o para duplicar el espacio. Los muebles de obra o a medida, siempre “son bien”. Por ejemplo, inventando un banco para guardar debajo de la ventana que te sirva como zona de lectura, y que deje dentro un buen hueco en el que guardar maletas o ropa de otras temporadas. O un cabecero de obra, forrado en tela, que por un lado lleve las mesitas y por otro, haga las veces de armario a media altura. 

Seguro que más de una vez te ha dado pena abandonar la espectacular habitación de tu hotel. Pero, ¿por qué no llevarnos esa bonita sensación hasta nuestra propia casa? El baño no es una estancia que deba ocultarse. Sólo hay que saber camuflar bien la zona más íntima (sí, donde se sitúan los sanitarios). Puedes eliminar la pared convencional y poner en su lugar una de vidrio. También sustituir la puerta clásica por otra corredera transparente (con riel visto para aligerar la obra). O si te apetece y no te importa hacer algo más de obra, añadir una espectacular bañera exenta. Un muérete a media altura, te puede servir para delimitar ambientes a la vez que deja pasar la luz del baño al dormitorio y viceversa… ¿Crees que te puede hacer feliz tírarte en plancha de la cama a la bañera o a una ducha con chorritos? Yo apuesto a que seguro, ayuda.