En este artículo
- ¿Por qué es importante purgar los radiadores?
- Radiadores que no funcionan correctamente
- Purgar con la calefacción apagada
- El purgador de tu radiador
¿Por qué es importante purgar los radiadores?
Si nuestros radiadores no calientan bien, el termostato no saltará y la caldera seguirá funcionando, esto es debido a que no conseguirá llegar a la temperatura programada. Tendremos, por tanto, una caldera que trabajará el doble y gastará mucha más energía sin tener radiadores que estén calentando correctamente. Un sistema de calefacción eficiente no sólo caldeará las estancias de nuestro hogar, también controlará el consumo de energía mensual. Por esto es tan importante fijarse en si nuestros radiadores funcionan o no como deberían.
Radiadores que no funcionan correctamente
Si notas que tus radiadores no calientan lo suficiente, es posible que dentro del sistema tengas acumulado aire. El aire en el interior de los radiadores entorpece la circulación del agua que los calienta, provocando así que emita menos calor de forma homogénea. Por esto es tan importante que antes de la temporada invernal purguemos todos los radiadores de casa para evitar este problema.
¿Cómo puedo saber si este es el problema? Ante la duda, una purga nunca va a venir mal. No obstante, si escuchas ruidos extraños en el sistema, como gorgoteos, es más que probable que tengas aire en el interior. También puedes verlo fácilmente si tocas la parte superior y está menos caliente que la parte inferior, ya que el aire tiende a subir.
Purgar con la calefacción apagada
Aunque has revisado tus radiadores con la calefacción encendida, es importante que cuando te decidas a realizar este mantenimiento la apagues. El purgado nunca se debe hacer con el sistema de calefacción conectado. El radiador deberá estar frío, ya que el circuito de calefacción tiene que estar parado para que la bomba de la caldera no mueva el agua y junto a esta el aire que está acumulado. Cuando tenemos apagada esa bomba, el aire, al pesar menos, se queda en la parte alta del radiador, de este modo podremos purgarlos mejor.
El purgador de tu radiador
El siguiente paso será cerrar la llave de paso de agua al radiador que quieras purgar. Conviene empezar siempre por el que está más cerca de la caldera, para poder seguir así el sentido del flujo del agua dentro del sistema de calefacción del hogar. Asimismo, debes saber que hay principalmente dos tipos de purgadores, los manuales y los automáticos.
El purgador manual debes girarlo con un destornillador plano si tiene una hendidura en el centro. Si cuenta con otra forma, deberás usar una llave especial. Cuando estés girándolo, debes colocar debajo un pequeño recipiente lo suficientemente hondo para que pueda ir recogiendo el agua que va soltando al mismo tiempo que escapa el aire.
En el caso de los purgadores automáticos la cosa cambia. Suelen emplearse en radiadores de aluminio, pues se genera más aire en estos modelos. Son bastante cómodos, pues como su propio nombre indica son automáticos. Se activan cuando nuestro sistema de calefacción presenta aire dentro. De esta forma, este purgador permite que el aire acumulado se elimine hacia al exterior sin que nosotros tengamos que hacer nada más.