La mayoría tenemos una mesa en el salón, en el comedor o en la cocina. Puede que la usemos mucho y que sea donde solemos tomar el desayuno con la familia, pero también puede ser una mesa a la que apenas le demos uso. Ahora bien, con muy poquitos detalles podemos conseguir que esa mesa anodina se convierta en una pieza decorativa: unas flores secas, unos jarrones con volúmenes o simplemente unos libros, pueden darle un toque muy personal a esa mesa y por tanto, hacerla muy pero que muy especial. Aquí te contamos cómo marcar la diferencia con la decoración de tus mesas.
En este artículo
- La belleza de la madera
- Saca el menaje del armario
- Simetría en la mesa
- Y si la mesa es ¿redonda?
- Trío de colores
- Los libros también sirven para decorar
- Alegrarte los desayunos
- Amigos para siempre
- Un centro de flores hecho por ti
La belleza de la madera
A veces en la sencillez encontramos la diferencia. Esta mesa de madera robusta permite darle múltiples usos en el día a día, desde ser el set principal para el desayuno diario a ser la zona de experimentos y juegos artísticos de tus hijos. Este tipo de mesas poca decoración requieren, pues ya el propio material y la robustez que tienen las hacen muy bellas.
Saca el menaje del armario
Pasamos de un extremo al otro y esta mesa, que es mucho más ligera visualmente y físicamente, podría pasar inadvertida o bien, convertirse en una zona de la cocina con mucho encanto gracias a sus detalles. ¡Saca el menaje de color que tienes guardado y juega con sus colores y los de unas flores frescas! Verás que la combinación resulta muy atractiva.
Simetría en la mesa
¿Te gustan las velas y las flores? Entonces, ¿por qué descartar una de las dos opciones? Puedes combinar ambos elementos decorativos de forma muy elegante colocándolos en el centro de la mesa, de forma paralela. Si eliges el color blanco en ambos elementos, conseguirás una mesa muy chic. ¿Qué te parece?
Y si la mesa es ¿redonda?
Normalmente para este tipo de mesas, conviene no saturarlas de elementos decorativos y apostar por la sencillez: pequeños objetos apoyados sobre una bandeja pueden ser suficientes para darle un toque especial y decorativo. Puedes elegir entre diferentes estilos acorde con la decoración de la estancia: nórdico, minimalista o rústico, y así tendrás un conjunto perfectamente integrado.
Trío de colores
Apuesta por las mismas tonalidades que tiene el comedor para decorar la mesa del comedor. En este caso, las tonalidades pastel reinan en la estancia, en el sofá, en los textiles, en los cojines, en las sillas y lámparas. Para que todo fluya y ayude a tener una composición cromática bella, añade algún elemento decorativo sobre la mesa de los mismos colores y ¡el resultado será un salón muy agradable y en perfecta armonía!
Los libros también sirven para decorar
Si en tu casa os gusta la lectura, tendréis libros a doquier. Una bonita manera de decorar la mesa es creando composiciones con la ayuda de algunos ejemplares. Para crear un centro bonito, puedes apilar varios libros y combinarlos con algún jarrón con flores o alguna escultura. También puedes optar por ejemplares especialmente bonitos (los de arquitectura, viajes o decoración) y apilarlos a modo decorativo. ¿Qué opción te gusta más?
Alegrarte los desayunos
Porque la mayoría de las personas no dedican demasiado tiempo al desayuno, ¿qué te parecería poder disfrutar de un buen café acompañado de una mesa así? Y lo mejor es que tan solo con un jarrón bonito y unas flores bellas puedes conseguirlo. Si quieres, también puedes optar por flores secas para decorar tu mesa del día a día.
Amigos para siempre
Hay elementos que están destinados a estar juntos para siempre. Un jarrón con unas sencillas margaritas y una vela en una estructura tan bonita como esta no pueden separarse. Al final, son solo dos elementos pero suficientes para hacer de este rincón sencillo un lugar bonito que transmite mucha paz. Ahí está la magia de elegir bien los elementos.
Un centro de flores hecho por ti
Si eres habilidoso, quizá puedas hacer tú mismo un centro para la mesa. Flores secas, velas, cuerdas, y platos de madera como base serán suficientes para hacer un centro floral especial. También puedes reciclar algunos objetos olvidados, darles una segunda oportunidad y si eres creativo, ¡dale rienda suelta a tu inspiración y crea tu propia obra decorativa!