El aire acondicionado lleva una serie de elementos internos y filtros que acumulan polvo y suciedad. Aprende cómo limpiar tu aire acondicionado antes de encenderlo: lo agradecerás.
En este artículo
- ¿Cuándo se recomienda limpiar el aire acondicionado?
- La limpieza, paso a paso: los filtros, las rejillas y la carcasa
- Cómo limpiar una unidad exterior de aire acondicionado
La limpieza del equipo de aire acondicionado es algo que muchas personas olvidan, a pesar de su importancia. Tanto la unidad interior como las exteriores están expuestas a la acumulación de polvo y suciedad. Y no solo por el exterior: el interior de los equipos y los filtros necesitan una puesta a punto para mejorar su rendimiento y la calidad del aire. Un equipo limpio funcionará mejor, hará los ambientes más sanos, evitará olores y averías y consumirá menos energía, razones más que suficientes para dedicar un buen rato a dejarlo impecable. ¡Descubre cómo hacerlo!
¿Cuándo se recomienda limpiar el aire acondicionado?
Todos los equipos actuales incorporan ya motores con bomba de calor. Esto permite emplearlos también en invierno, en modo calefacción. Si tu aire acondicionado es un modelo antiguo y no tiene este sistema, solo tendrás que limpiarlo antes y después de la temporada de calor. En caso contrario, también deberás ponerlo a punto antes de que empiecen los días más fríos y al término de esa temporada. Así te asegurarás de que su rendimiento es el mejor. Lo normal es que cualquier propietario pueda limpiar su climatizador, pero no siempre es así: si su potencia supera los 5W, el Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios obliga a que la limpieza y el mantenimiento los realice un profesional.
La limpieza, paso a paso: los filtros, las rejillas y la carcasa
Los filtros del aire acondicionado son el primer punto en el que te debes centrar. Por ellos pasa el aire que respiramos; es imprescindible que esté limpio y sin partículas de polvo. Si pasa continuamente por unos filtros llenos de impurezas, al final lo notarás en tu salud y en tu factura (el equipo necesitará más energía para funcionar). Para limpiarlos a fondo, sigue estos pasos:
- En la unidad interior, levanta la tapa o retira la carcasa.
- Coge un cepillo limpio de cerdas duras y frótalos bien para eliminar el polvo de la superficie.
- A continuación, saca los filtros con cuidado. Puedes lavarlos sumergiéndolos en agua fría con un poco de detergente neutro. Déjalos unos minutos, frota con el cepillo y aclara perfectamente. Espera a que se sequen bien antes de volverlos a colocar.
- Mientras se ablanda la suciedad de los filtros, aprovecharemos para limpiar el interior del aparato. Ve con cuidado: hay partes muy delicadas. Lo más importante es limpiar bien las rejillas, donde más polvo y suciedad se acumula. Llena un vaporizador con detergente mezclado con agua y aplica la mezcla de forma puntual; si tiene cánula, te será más fácil. Frota con un estropajo o cepillo suave, aclara y deja secar.
- Termina limpiando el exterior de la unidad con un paño húmedo. Retira todo el polvo: si está muy sucia, se puede recalentar y consumir más electricidad de la necesaria.
Cómo limpiar una unidad exterior de aire acondicionado
Aquí estamos hablando ya de algo más complicado. Si la unidad exterior está en un lugar de acceso difícil o peligroso, tendrás que recurrir a un profesional. Y si no tienes mucha experiencia en desmontar aire acondicionado o verificar equipos, también. Pero si te animas a limpiarla, hay tres puntos en los que te debes fijar: las entradas de aire, el tubo de desagüe y la batería de intercambio. En el exterior es más fácil que se acumule suciedad que dentro de casa, pudiendo llegar a atascar las entradas de aire y el desagüe. Compruébalo, y si están muy sucios o atascados, elimina la suciedad con cepillo, paños, agua a presión y detergente. También es conveniente retirar la rejilla para limpiar el ventilador y el interior de la unidad con un aspirador, bayetas y agua con jabón.
¿Y qué pasa si el aire acondicionado va por conductos?
Por supuesto, también hay que limpiarlo. Además de darle un repaso a la unidad exterior, hay que vigilar los filtros de la interior. Normalmente este equipo se instala en el techo del baño, bajo una tapa registrable; los filtros se encuentran en la parte posterior del aparato. Para limpiarlos, en primer lugar hay que saber de qué tipo son: si son de nailon no se pueden mojar, por lo que deberás cambiarlos por otros nuevos. Los otros tipos se extraen tirando de unas cintas que caen por debajo; límpialos bien con un aspirador potente. Si están muy sucios se pueden sumergir en agua jabonosa, aclararlos bien y secarlos a la sombra antes de volverlos a poner. Para ello, los insertaremos en su lugar y los engancharemos a las pestañas de la parte superior.