10 ideas de cocinas pequeñas abiertas al salón

Las cocinas abiertas al salón pequeñas son la tónica en pisos y casas desde hace algunos años, porque ocupan muy poco espacio, se integran en cualquier espacio disponible y son muy funcionales.
Pero no solo eso: las cocinas abiertas pueden cambiar por completo la estética de un comedor y dejar boquiabiertos a tus invitados.
Para demostrártelo, aquí te damos 10 ideas de salón cocina y te contamos lo que tienes que tener en cuenta a la hora de montar el tuyo.
- Claves para una cocina pequeña abierta al salón
- 10 ideas de cocinas pequeñas abiertas al salón para aprovechar el espacio

Claves para una cocina pequeña abierta al salón
¿Quieres una cocina pequeña abierta al salón? ¡Genial! Vamos a ver cómo sacarle el máximo partido con algunas de las claves que toda empresa de cocina tiene en cuenta a la hora de reformar este espacio gastronómico.
La clave está en la integración. Olvídate de que son dos espacios separados. Piensa en grande, aunque sea pequeño.
- Colores y materiales: usa los mismos materiales en ambas zonas para crear continuidad visual, pero varíalos en colores para delimitar ambos espacios. El blanco es tu aliado para dar amplitud, pero acompáñalo de toques de color. Los puedes dar con los muebles o aprovechando algún elemento estructural, como una columna. Los papeles pintados y las alfombra vinílicas son buenos aliados para diferenciar la cocina del salón.
- Electrodomésticos: búscalos integrados (los llamados panelados) o de tamaño reducido. Un frigorífico americano, si la cocina es pequeña, puede ser demasiado. Distingue bien los espacios mediante una isla, que tiene lado de fregadero y de cocción, y lado de degustación. Este último marca el principio del comedor, y el fin de la cocina.
- Iluminación: apuesta por luz natural. Si no es posible, usa luces indirectas y cálidas. Evita sombras y rincones oscuros.
- Muebles: menos es más. Opta por diseños ligeros y multifuncionales. Una isla o barra puede ser tu mejor amiga para separar ambientes.
- Almacenaje: aprovecha cada centímetro. Muebles hasta el techo, cajones ocultos, estantes flotantes... ¡Sé creativo!
- Suelo: mantén el mismo en toda la zona de salón-cocina. Crea un espacio fluido y sin interrupciones.
- Decoración: No sobrecargues, elige piezas que aporten personalidad sin ocupar mucho espacio.
Por último, recuerda que una cocina desprende olores y que sin una buena campana, estos se esparcen por todo el salón. Otra opción, muy de moda, es instalar un cerramiento de hierro y cristal a modo de separador y puerta corredera.
Recuerda: una cocina abierta es parte del salón. Mantenla ordenada y limpia. Será tu carta de presentación.
10 ideas de cocinas pequeñas abiertas al salón para aprovechar el espacio
Una cocina pequeña abierta al salón tiene la gran ventaja de que se adapta a cualquier rincón y que ahorra espacio. Hemos recopilado 10 ideas de cómo podrías reformar la tuya:
1. Dualidad de estilos en salón cocina pequeño
¿Quién dice que solo se puede delimitar el comedor y la cocina mediante la isla? Esta pequeña cocina es el ejemplo perfecto de que los estilos puedan marca esta línea divisoria invisible.
En el lado de la cocina, es más moderno y neutro, con el gris como protagonista. En el lado del salón, reina el estilo rústico gracias al uso de la madera, que está en la mesa y un banquito que une las dos estancias.
El nexo de unión son también la dos lámparas colgantes, que comparten el color y la textura de los muebles de la cocina.

2. Cocina en salón pequeño con dos suelos distintos
El otro gran recurso para diferenciar dos espacios con finalidades muy distintas: el suelo. En este caso, parece que comparten material (el parque) pero no su estética. El uno es de color madera, y el otro es gris.
Sin embargo, no están escogidos al azar, pero son los colores dominantes en la cocina. Uno de ellos, el madera, dota al conjunto de salón cocina de continuidad.
¿Otro elemento diferenciador? La mini mesita con los taburetes, que al ser grises se funden con la estética de toda la cocina.

3. Una cocina pequeña integrada en la forma del salón
La misma estrategia del suelo se repite en el caso de esta cocina integrada pequeña, salvo una diferencia: el salón tiene la forma perfecta para alojar la cocina en un rincón.
Aun así, tanto los muebles de la cocina como su entorno (suelo, paredes) lucen un luminoso pero discreto color blanco que hacen que todo quede perfectamente combinado.
El suelo del comedor, en parquet claro, marca el inicio de un espacio con un estilo muy distinto.

4. Cuando el salón y la cocina se reparten la mitad del espacio
Si la gastronomía tiene un papel importante en tu vida, no lo dudes: dale el espacio que se merece y dedícale una mitad de tu salón.
Es lo que han hecho con esta cocina azul y blanca, donde el mobiliario y el color son los encargados de caracterizar la estancia.
La transición hacia la zona de comedor se produce a ambos lados de la estancia, con las cortinas y un conjunto de muebles de color blanco, que aportan neutralidad y luz.

5. Diferenciando el salón y la cocina con correderas en medio de un oasis blanco
Los fans del blanco están de enhorabuena porque no es necesario perturbar esa paz que aporta con otros colores, tal y como está siendo la tónica, si no se quiere: para eso están las puertas correderas.
Como en este caso, es necesario tener un espacio en el encaje la cocina y permita instalar estos elementos divisores.
La pregunta es, ¿quién quiere cerrarlas con la profundidad y la amplitud que dan?

6. ¿Cocinas abiertas al salón en pisos pequeños? Sí, se puede
Atrás quedaron los años de las grandes cocinas. Hoy, las cocinas se integran en espacio tan pequeños como este piso de la imagen, en el que han encontrado un espacio perfecto para que la cocina no sobresalga ni moleste.
Gracias a eso se han permitido el lujo de incluir una pequeña isla como ayuda al cocinar. ¿Poco espacio para pasar? No lo parece, gracias a las paredes blancas que agrandan la estancia.
De nuevo, hay una clara división gracias al suelo.

7. Cocina integrada que da al salón pero queda disimulada
Y para los que prefieren diferenciar mucho más el espacio gastronómico del de relax, nada mejor que aprovechar la existencia de un muro o pared.
Aquí, gran parte de la cocina queda tapada, pero lo que se percibe están en perfecta sintonía con el resto del comedor.
Y es que sigue casi el mismo estilo de decoración; también comparten el suelo. Así, hay continuidad pero a la vez una clara separación.

8. Cocinas que forman parte del salón sin estarlo
En esta cocina sucede lo mismo que en la anterior: la pared se encarga de establecer esa línea imaginaria que la separa del comedor.
Sin embargo, aquí la continuidad es todavía más evidente, porque tanto la pared como los muebles de la cocina comparten color.
Tan solo se rompe por la encimera, la mesa y algún armario pintado en blanco. Y tú, ¿qué prefieres? ¿Diferenciar tu cocina a través del color y la decoración o mantenerla igual que el resto?

9. Cocina abierta al salón pequeña separada por isla
Esta cocina situada en un lateral del salón es el claro ejemplo de cómo el mobiliario puede marcar separaciones sutiles pero muy efectivas a la vista.
Además de su localización tocando a un ventanal, el sofá y la mesa forman un rectángulo perfecto en el que se enmarca todo el comedor.
Cocina y elementos decorativos, como los cojines, comparten color para una mayor sensación de integración de ambos espacios.

10. Cocina integrada, pero separada del salón por un muro
Para sibaritas y amantes de experimentar en la cocina con familia y amigos, nada mejor que tener la cocina y la mesa cerca.
Es el caso de esta cocina en azul que se integra perfectamente en el comedor pero, a su vez, parece una estancia aparte.
Esto es gracias al muro con chimenea que la separa del salón, que consigue marcar esa línea divisoria gracias a una tonalidad de color muy distinta a la paleta cromática que domina la zona gastronómica.

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