El color es un elemento básico en la decoración de nuestra casa, solo tienes que fijarte en esos proyectos antes y después en los que sólo cambiando el color y manteniendo los muebles, la luz y todos los elementos decorativos se ven resultados totalmente distintos. ¿Pero qué color aplicar, o qué combinaciones de colores para que el resultado sea el esperado y nuestra casa no parezca ni un hospital ni una feria? La clave es definir (bien) la paleta de color, una herramienta básica que nos permitirá transmitir emociones y hacer que cada día nos volvamos a enamorar de nuestra casa. Repasa con nosotros algunas de las claves para definir la paleta de colores que tu casa necesita. ¡Sácale los colores con estos trucos!
En este artículo
- Ajustar volúmenes y ocultar lo que no nos gusta
- A cada estilo su color
- El contraste siempre es bueno
- Ojo a los puntos de luz
- Lo primordial es tener presente que estás decorando tu hogar
- La originalidad nunca está de más
- La guinda son los trucos finales
Ajustar volúmenes y ocultar lo que no nos gusta
Pega un repaso a algunas de las fotos que guardas en algún dispositivo (o en tu memoria) de esos espacios que más te gustan y verás cómo el color ha sido capaz de configurar el espacio para jugar con los volúmenes de la arquitectura y destacar lo mejor. También para ocultar las cosas que no nos gustan o que no queremos que se noten que están ahí. Con el color podemos ampliar una habitación muy pequeña, o estrechar un espacio al que le falta alma, también bajar un techo demasiado alto o incluso calentar una habitación demasiado fría. Los interioristas están de acuerdo en que si escoges colores de base neutros para añadir luminosidad, tu casa se verá más amplia porque se multiplicará la luz. Deja los colores oscuros para puntos en los que tu proyecto te pida un poco de atención (por ejemplo, los textiles, un cuadro, o alguna pared en concreto).
A cada estilo su color
Al margen de que nos gusten de base los tonos claros, es verdad que cada estilo decorativo nos pide pintarlo de un color. Los amantes del estilo escandinavo saben que los tonos blancos y fríos le sientan de maravilla. Los del clásico, tiran más a ocres y cremas, pasando por marrones o incluso dorados. Para los del estilo más rústico: piedras, grises, azules oscuros y verde oliva funcionarán muy bien creando espacios equilibrados. Y los del mediterráneo, caerán rendidos a los pies de azules, blancos, madera o piedra. ¡No hay mezclas imposibles! Pero si una regla básica que conviene no saltarse a la torera: nunca mezcles más de 3 tonos si no eres profesional del color. Unifica pintando con un mismo tono el 70% del espacio y reparte el resto del color en alguna pared en concreto, los rodapiés o marcos de las puertas.
El contraste siempre es bueno
Partiendo de la base de una gama muy clara, lo siguiente será fijarnos en habitaciones o rincones específicos en los que los colores más fuertes se pueden aplicar para conseguir ese contraste tan atractivo que buscamos y que será el que hará que tu casa se vea única y diferente a la de los demás. Si te apetece un color muy oscuro, adelante, puedes ponerlo, pero mejor en una pared sola y si acaso no usando pintura sino papeles pintados que una mañana puedas retirar si en un futuro ya no te enamoran. Se pueden hacer cambios de color para diferenciar espacio o zonas que queremos separar (visualmente) dentro de una misma habitación. Y además enfatizarlo usando el suelo, los muebles, las alfombras o otros elementos decorativos que nos echen una mano creando distintos ambientes bajo un mismo techo.
Ojo a los puntos de luz
Para que el resultado sea el que imaginas, abre las cortinas y deja que la luz natural lo invada todo. Es imprescindible que te fijes en los puntos de luz a la hora de elegir el color y ver cómo le afecta a lo largo del día. No es lo mismo que tu casa esté orientada al sur que al norte, que tengas enfrente edificios altos, o que vivas en un primero o en un ático. El color puede reflejar un tono u otro dependiendo de todos estos elementos. El truco infalible para que los espacios crezcan, es pintar los techos de blanco, para que la luz también rebote ahí y todo se vea más amplio. Pero si el problema es un exceso de espacio, atrévete a pintarlos. Se llevan los techos pintados de colores fuertes (grises o incluso negros) pero nunca te atrevas a dar este paso sin el visto bueno de un arquitecto de interiores o de un interiorista. Ellos y sus programas mágicos en 3D, te mostrarán si tu idea puede quedar bien.
Lo primordial es tener presente que estás decorando tu hogar
Ni un escenario de una peli o de una serie, ni una foto de revista... Nuestra casa debe ser capaz de transmitirnos calma y serenidad, por eso deberías unificar todos los colores de las habitaciones, baños y zonas de paso para que todo siga un contexto que tenga sentido. Los colores de moda están muy bien para alguna pared puntual, o algún accesorio decorativo, pero los colores de siempre son los que van a transmitir esa limpieza y amplitud que todo hogar necesita. Si se te pasó por la cabeza pintar cada cuarto de un color ¡Olvídalo! Es una apuesta demasiado arriesgada que puede no salir bien.
La originalidad nunca está de más
Tenemos muy claro que partiendo de tonos claros y neutros vamos a acertar. ¿Dónde queda entonces la creatividad para que el conjunto se vea especial? Nuestro consejo es que te sirvas de otros elementos como pueden ser zócalos, molduras, frisos o vigas de madera que hagan original esa estancia y resalten su belleza. No es lo mismo una casa de campo donde siempre favorecen los tonos cálidos cercanos a la tierra, que un apartamento cerca de la playa donde podemos escoger tranquilamente colores más mediterráneos y neutros para las paredes, puertas, suelos, tejidos, zócalos o papeles pintados.
La guinda son los trucos finales
Porque aún pintando con colores cálidos toda la casa, te puedes permitir la licencia de aplicar un tono más subido en la pared del cabecero de tu cama (o de los niños), en el frente de la chimenea, o en el recibidor para poner más énfasis a ese espacio. Lo mismo pasa con las puertas, con las blancas aciertas, pero ¿y si te apetece por ejemplo pintarlas de uno de los colores de moda, azul claro o verde menta? No hay ningún problema si somos cuidadosos en la elección del suelo y el resto de colores de nuestra casa. Y recuerda que todas las pinturas no son igual y que sabiendo que lo que vas a pintar es tu hogar lo importante es que sean pinturas de calidad, que se limpien bien, reflejen la luz, tengan matices y sean ecológicas.
¿Y tú, estás pensando en cambiar la paleta de color de tu casa para hacerla más tuya? ¿O vas a reformarla por completo y quieres usar el color para empezar de cero? Esperamos que todas estas claves o sirvan de ayuda y que si os queda algo por preguntar uséis los comentarios. ¡Nos encanta leeros!
hace 3 años
lo voy a guardar en el archivo para cuando lo necesite,tengo que arreglar el salón y una habitacion,me va a venir muy bien
hace 3 años
Como siempre vuestros articulos son super amenoss e interesantes. Me encantan!