Ventajas de cambiar la caldera de gas por una de pellets

Si cambiar tu caldera de gas por pellets es una opción que ronda tu cabeza, has de saber que hacerlo tiene muchas ventajas, pero que también hay algunos factores a considerar que pueden afectar tanto a tu bolsillo, como al confort de tu vivienda.
Aquí vamos a verlos todos, pero también a enumerar los puntos positivos que tienen las estufas de pellets. ¡Quédate para conocerlos!
- Factores a tener en cuenta al cambiar la caldera de gas por una de pellets
- Ventajas de cambiar la caldera de gas por pellets

Factores a tener en cuenta al cambiar la caldera de gas por una de pellets
De todos los tipos de calefacción, la caldera de pellets es una de las más escogidas para sustituir la tradicional caldera de gas.
Pero antes de lanzarse hay que tener algunos factores en cuenta para ver si es la mejor opción para la vivienda:
Salida de humos
Una de las principales diferencias entre las calderas de gas y las de pellets es el sistema de evacuación de humos.
Las calderas de gas suelen tener una salida de humos más sencilla, con conductos de evacuación más pequeños (de unos 80-100 mm de diámetro).
Por el contrario, las calderas de pellets requieren una chimenea o conducto de evacuación más grande, de al menos de al 100-150 mm de diámetro, para poder expulsar los humos de la combustión de manera eficiente y segura.
Al instalarla, es imprescindible que la chimenea tenga una altura mínima de 1-2 metros sobre el tejado para asegurar un tiro adecuado y evitar problemas de humos que invadan el interior de la vivienda.
Todos estos aspectos suelen estar incluidos en el precio de instalar una estufa de pellets.
Ubicación en la vivienda
Esto no es baladí. Y es que las calderas de pellets suelen ser más voluminosas que las de gas, así que debe haber suficiente espacio alrededor de la caldera para poder acceder a ella fácilmente.
Pero sobre todo, debe ubicarse en un lugar que pueda albergar el conducto de evacuación sin molestar, pero que a su vez facilite la conexión con la salida de humos (si se pueden evitar recorridos largos o complicados, mejor).
También es aconsejable situarla en un área bien ventilada para evitar problemas de acumulación de monóxido de carbono.
Además, lo más eficiente es que la caldera de pellets esté lo más cerca posible de los radiadores u otros elementos del sistema de calefacción para minimizar la longitud de las tuberías y reducir las pérdidas de calor.
Por último, considera el espacio necesario para el almacenamiento de los pellets, y procura que la estufa no esté muy alejada (o bien prever cómo se van a transportar para que sea lo más cómodo posible).
Comparación de los dos combustibles
Los pellets ofrecen varias ventajas en comparación con el gas natural, sobre todo, que son un combustible 100% renovable producido a partir de residuos de madera y biomasa.
Es una opción sostenible y respetuosa con el medio ambiente en comparación con los combustibles fósiles como el gas natural. Pero es que además, su precio suele ser más estable y competitivo a largo plazo.
Si a esto le sumas que el uso de pellets contribuye a cerrar el ciclo del carbono (el CO2 emitido durante su combustión es absorbido por los árboles durante su crecimiento) y que su poder calorífico es muy elevado, no hay motivo para no plantearse el cambio de gas a pellets.
Eso sí: escoge una caldera de pellets moderna y eficiente, que cumpla con los estándares de emisiones más estrictos, para minimizar la emisión de partículas finas a la atmósfera.
Al pedir precio de instalar caldera puedes solicitar asesoramiento en este sentido.
Distribución del calor
Algo en lo que no se suele caer es en la forma en que se distribuye el calor en la vivienda con una caldera de gas, o con una de pellets.
Las calderas de gas tradicionales suelen funcionar calentando el aire de la vivienda a través de un sistema de radiadores o conductos que distribuyen el calor de forma homogénea hacia todas las habitaciones.
En cambio, las estufas de pellets, además de calentar el aire, emiten un calor radiante irradia directamente a las personas y objetos de la habitación. Afecta a una sola estancia, pero la sensación de confort es muy agradable.
Para compensar esto, es importante ubicar la estufa de pellets en un lugar central de la casa, o complementarla con otros sistemas de calefacción.
Por lo tanto, si esto último no es posible o cuentas con muchas habitaciones o una vivienda muy grande, quizás la estufa de pellets no sea tu solución de calefacción. En este sentido, puede concebirse como un complemento.
Eficiencia energética
En términos de eficiencia, las dos opciones pueden diferir en función de lo actual que sea la caldera.
Por ejemplo, las calderas de pellets modernas suelen tener una eficiencia energética superior al 74%, algo que supera a muchas calderas de gas antiguas.
Esto se debe a la tecnología avanzada de combustión y control que incorporan algunas calderas de pellets, que les permite aprovechar al máximo la energía contenida en el combustible.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que las calderas de gas de última generación, conocidas como calderas de condensación, pueden alcanzar niveles de eficiencia muy elevados, a menudo superiores al 90%.
Lo consiguen gracias a su capacidad para recuperar el calor latente de los gases de escape, así que aprovechan una mayor cantidad de la energía contenida en el combustible.
Además de la tecnología de la caldera, existen otros factores que pueden influir en la eficiencia energética, como la calidad y el mantenimiento del sistema de calefacción, el aislamiento de la vivienda y las condiciones climáticas de la zona.
Mantenimiento
El mantenimiento requerido por ambos tipos de calderas es completamente diferente.
Mientras que las calderas de gas suelen necesitar revisiones y limpiezas anuales, las de pellets pueden requerir intervenciones cada pocos meses, dependiendo del uso y la calidad de los pellets.
Una de las principales tareas de mantenimiento en las calderas de pellets es la limpieza del quemador, que debe ser regular para evitar obstrucciones y garantizar una combustión adecuada.
Además, es necesario retirar a diario de las cenizas y residuos acumulados en la caldera.
Otras tareas pueden incluir la revisión de los sensores, la limpieza de los conductos de evacuación de humos y el mantenimiento de los sistemas de alimentación y control.
En definitiva: es muy fácil que debido a la mayor frecuencia y complejidad de las tareas de mantenimiento, los costes asociados a las calderas de pellets sean más elevados que los de las calderas de gas, cuya revisión y mantenimiento suele ser anual.
Medio ambiente
El impacto medioambiental es un factor de mucho peso para la gran mayoría de personas, pero lo que no suele conocerse es que la combustión de los pellets también genera emisiones de partículas finas (PM2.5), óxidos de nitrógeno (NOx) y otros contaminantes, especialmente en calderas antiguas o de baja calidad.
Estas emisiones pueden ser superiores a las de las calderas de gas modernas, que han mejorado significativamente sus niveles de emisiones gracias a avances tecnológicos.
Así que, como ya hemos señalado en algún momento, la clave para minimizar el impacto ambiental de las calderas de pellets radica en la calidad y eficiencia de la propia caldera. Una buena opción es buscar una con tecnologías de filtrado avanzadas.
La normativa ambiental cada vez es más estricta en cuanto a las emisiones permitidas, ¡así que medita bien la elección!

Ventajas de cambiar la caldera de gas por pellets
Una vez tienes tu estufa de pellets, todo son ventajas, y las empezarás a notar en seguida. Por ejemplo: te sorprenderás al notar que la estancia se calienta en seguida y que el calor es uniforme y constante, de ese que te da confort pero no te asfixia.
¿El resultado? Ahorras en facturas de gas y, si tu modelo incorpora un sistema de control automático de la temperatura, el gasto en pellets no será elevado. De hecho, para la misma cantidad de calor, se necesita mucha menos cantidad de combustible que con otros sistemas de calefacción.
A esto se le suma que existen diversas subvenciones y ayudas públicas para fomentar la transición hacia sistemas de calefacción más sostenibles, como las calderas de pellets, así que puede no serte necesario un gran presupuesto.
Otro punto a favor es que en muchos casos es posible sustituir una caldera de gas por una de pellets sin necesidad de realizar grandes obras, así que instarla es cómodo y barato.
Las calderas de pellets también tienen la ventaja de que requieren menos mantenimiento que las de gas, ya que no tienen que lidiar con problemas como la corrosión o la acumulación de hollín. Además, no presentan riesgos de explosión o fuga de gas, lo que las hace más seguras que las calderas de gas.
Por último, los pellets de madera son un combustible renovable y limpio, derivado de residuos de madera o biomasa, así que al optar por este sistema estás reduciendo tu huella de carbono.
Sin duda, lo mejor es recibir consejo profesional para ver qué caldera se adapta mejor a tus necesidades. Para ello, puedes pedir el precio de instalar un sistema de calefacción en casa.
