Nos encantan las alfombras porque tienen la capacidad de hacer muy confortable cualquier rincón de casa. En espacios amplios nos las imaginamos enseguida, pero en los más pequeños, nos cuesta más elegir el modelo ideal. Para que tu casa luzca como nunca, echa un vistazo a esta colección de ideas dedicada a las alfombras pequeñas y cómo consiguen hacer magia con cualquier rincón.
En este artículo
- Alfombras pequeñas para habitaciones
- Alfombras pequeñas en el recibidor
- Alfombras pequeñas en el salón
- Alfombras pequeñas para cocinas y baños
- Alfombras para pasillos y otras zonas de paso
- Alfombras pequeñas muy llamativas
- Alfombras que ayudan a delimitar ambientes
Alfombras pequeñas para habitaciones
Poner una o varias alfombras en las habitaciones es siempre un acierto. Puedes escogerlas lisas o apostar por alguno de los estampados de moda. ¿Y dónde la pongo? Al final de la cama haciendo que sobresalga un poco por cada lado y por los pies (quedan genial debajo de un banco o descalzadora) o en los laterales a modo de pasillo. Dónde quieras (o más espacio tengas), pero no te pierdas el gustazo de apoyar los pies en una suave alfombra al salir de la cama. Si te ronda por la cabeza la idea de poner una en el cuarto de los peques de la casa, para proteger el suelo de parquet y de paso darle más estilo al cuarto, busca en la sección de alfombras para niños. Suelen ser modelos de tamaño más reducido, formas originales, y muchas veces lavables en la lavadora. Son tan chulas que es posible que no te conformes con poner solo una.
Alfombras pequeñas en el recibidor
Hay modelos rectangulares, estrechos, alargados, redondos... Lo más importante es que sea una alfombra fácil de mantener (mejor si es lavable y se puede meter a la lavadora) y que no moleste al abrir la puerta. ¿Lisa, estampada, de algodón, lana, fibras naturales? En la puerta de casa es fácil que caigan muchas manchas (de los zapatos, la bolsa basura...). Si crees que vas a sufrir por ellas escoge un modelo estampado, o una alfombra de fibras naturales. Si has dado el paso de dotar de luz natural al recibidor gracias a las mil soluciones que existen (tirar tabiques o instalar fijos de cristal, puertas de vidrio y metal o separadores de madera), ¡genial! tienes manga ancha para escoger la alfombra que quieras. Si todavía no ha llegado esa pequeña reforma y tu recibidor sigue siendo oscuro, escoge una alfombra de un color claro.
Alfombras pequeñas en el salón
Tener un salón pequeño no es inconveniente para disfrutar de una bonita alfombra. Es más, puede ayudar a que visualmente parezca más grande. Debajo de la mesa del comedor, junto a los sofás... Hay un montón de posibilidades. Lo básico será tomar medidas (antes de comprarla) para que no se vea ridícula por pequeña, ni excesiva por grande. Las lisas y rectangulares van bien en todos los ambientes. Con las estampadas hay que tener un poco más de cuidado para que no destaquen demasiado. Puedes escoger una alfombra del ancho del sofá y pisarla con las patas delanteras, o una redonda que solo cubra la mesa de centro. Ambas opciones, dentro de un tamaño razonable, quedan muy bien en salones pequeños.
Alfombras pequeñas para cocinas y baños
Toda la vida nuestras madres y abuelas han puesto una alfombra pequeña junto a la zona de cocción para proteger el suelo. También es un clásico la alfombra de baño. Pero ahora hay soluciones que van un poco más allá y que nos permiten disfrutar de alfombras más grandes y con más protagonismo en ambos espacios. Alfombras vinílicas que te permiten estrenar suelo de baño en una tarde, o crear el efecto de un espectacular suelo de inspiración hidraúlica, en cualquier lugar. No son tan calentitas como las convencionales, ni tienen ese encanto de las de fibras naturales, pero hacen muy bien su papel cuando queremos poner un puntito de gracia, sin gastar mucho dinero. Además son lavables (las puedes fregar tranquilamente) y una alternativa para personas que tengan problemas de alergias.
Alfombras para pasillos y otras zonas de paso
De fibras naturales, algodón o lana... Hay colecciones para todos los gustos, estilos y bolsillos. Lo más importante es que sea un modelo seguro (no te olvides de colocar una base antideslizante debajo) y resistente, porque va a sufrir mucho desgaste. Si tu pasillo es muy largo, y quieres acortar distancias, puedes usarlas para dividirlo en secciones. Secciones que puedes acompañar con molduras en la pared, apliques de luz, cuadros... Al margen de modas, lo que te recomendamos es que tenga una estética sencilla para que quede impecable. Tejidos lisos, tipo Kilim de lana, en zig-zag, con flecos o sin ellos... ¿Y la medida? De ancho deja 10 cm libres en los laterales. De largo, se suele respetar medio metro de suelo visible. Sobre un suelo oscuro destacará una alfombra clara, sobre los más claros puedes arriesgar más con el color.
Alfombras pequeñas muy llamativas
Si tienes una butaca que te encanta, o cualquier otro objeto de mobiliario que te gusta especialmente y quieres que destaque aún más, pon cerca una alfombra de un color o estampado llamativo. Redonda, alargada, de pelo largo o corto. Será el punto de atención cuando el resto de elementos de esa habitación sean de un color más claro; o un elemento más si te gustan los ambientes eclécticos. No te engañes, las alfombras de colores oscuros se manchan igual que las otras, solo que disimulan las manchas mejor. Oscuras o claras, con estampados o sin ellos, es básico aspirarlas con regularidad, limpiar inmediatamente las manchas recientes y llevarlas a la tintorería después de cada temporada, para que se mantengan años y años impecables.
Alfombras que ayudan a delimitar ambientes
Además de sumar calidez, confort e incluso calor, si elegimos el material adecuado, las alfombras pueden servir para delimitar distintos ambientes dentro de un espacio. Piensa en esos salones que también son cocina y pasillo, e incluso dormitorio. Para no equivocarnos, estaría bien usar una alfombra de la medida correcta en cada caso. Justo como te lo hemos explicado arriba: una para la zona de comedor, otra de la medida correcta en los sofás, la más pequeñita debajo de la butaca junto a la ventana. Un truquito más: si crees que te has quedado muy corto con la alfombra, no la devuelvas, puedes superponer varias usando como base una neutra y natural. Si es de fibras naturales, puedes incluso dejarla en verano.
¿Y tú, ya has fichado la alfombra perfecta para tu casa? No dejes pasar la oportunidad de hacer que ese rincón, que ya te gusta, se convierta en uno de los favoritos de tu casa con la ayuda de una pequeña y versátil alfombra.