Da igual que tu salón sea grande, pequeño o diminuto. Al final, todos queremos lo mismo. Que sea cómodo, práctico y, en definitiva, el marco perfecto para hacer lo que nos apetezca en nuestro tiempo libre. Si tu salón no te inspira para abandonarte a momentos eternos de relax, entonces es porque no has aplicado alguno de estos 7 trucos que te vamos a contar hoy. ¡Mira cómo lograr un salón mucho más hygge!
#1. Ni frío ni calor

La sensación de no tener una temperatura adecuada en casa puede ser realmente incómoda, sobre todo cuando al fin cogemos el sofá y nos disponemos a disfrutar de nuestra serie favorita o esa peli tan recomendada. Por eso, es muy importante que revises tu sistema de climatización y de una vez te decidas a mejorarlo.
Desde sistemas de calefacción por conductos o calderas de biomasa hasta splits multifunción. Dependiendo de donde esté tu casa, será más efectivo uno u otro, pero no lo suficiente si las puertas y ventanas no cierran bien ¡Ojo con esto! Hay que revisar también todos los cerramientos para asegurar un estupendo confort (y una factura de suministros razonable).
#2. Una iluminación cuidada

Lo ideal es que la puedas regular para que disfrutes de buena luz cuando leas o montes algún puzzle con los peques, y más tenue cuando al fin disfrutes de tu cine favorito. Puedes usar, además de la luz general, lámparas de pie o de mesa, flexos, o bombillas de baja intensidad.
En la fotografía veis unos focos empotrados múltiples para iluminar el conjunto, una lámpara de techo para dar luz ala zona del comedor y alguna lámpara de pie repartidas por la estancia.
#3. Ese algo que te dice “ven”

De verdad que no hace falta gastarse un dineral, solo darle mimitos para que resulte irresistible. ¿Cómo puedes hacerlo? Desde pintar una pared con algún tono original y llamativo (o solo media) hasta usar papel pintado, fotomurales o materiales mágicos como el cristal, la madera o el corcho.
En la foto, podéis ver una de las tendencias en auge en lo que se refiere a decoración de paredes. ¿Habéis oído hablar de las paredes Pinterest? Es un efecto que imita desgastado y que se hace a base de pinturas de cal. ¡Cuanto más imperfecto, más chulo!
#4. Estéticamente práctico

Justo eso. Ni demasiado “mono” como para que no te sientas cómodo en él, ni excesivamente práctico, rozando el mal gusto. Lo ideal es que tenga los muebles necesarios, ni más ni menos, y que nada estorbe. Si quieres trabajar un rato en el PC o tomar un aperitivo rápido, que tengas una mesa auxiliar donde poder hacerlo a mano. Y si tienes muchos libros y te encanta leer, pues que inventes una librería (de pladur, obra, escayola, madera de DM) para que, además de bonitos, luzcan a mano.
Esto también tenlo en cuenta al añadir plantas. Unas cuantas si, una selva tropical, no.
#5. El libro del buen color

En realidad, ese manual no existe. Y es una pena, porque ayudaría un montón. Ya sabes que el color transmite sensaciones, así que dependiendo del que elijas para tu salón, así irán los ánimos. Lo fácil es tirar hacia los neutros (techo blanco, paredes claritas y muchos tonos suaves o empolvados), y dejar los intensos para las fundas de cojines, alfombras o objetos que vayan y vengan… Pero si quieres arrancar un ¡Wowww! de tus visitas, no dudes en "dar el cante" con alguna pared. Recuerda que este año el color de moda, según Pantone, es un verde hierba.
#6. Con la vista en el suelo

Hay un rey sin competencia cuando hablamos de suelos confortables. Ya sabes, el roble natural o de imitación. Pero, también nos sirven los mosaicos hidráulicos o incluso los vinílicos. Si te da pereza levantar el suelo, tienes la opción de pegar encima un adhesivo, o incluso dar una mano de microcemento.
El último recurso, y más barato, es cubrirlo con alfombras (fibra en verano, lana y algodón en invierno). No es lo mismo, pero te servirá hasta que te decidas. Y no te olvides de hacerte con algunas colchonetas o cojines grandes, por si llega la hora de la Play.
#7. Equilibrando las distancias

Ni es cómodo ver la TV con el aparato encima, ni tampoco que tengamos que ir a buscar las gafas de lejos para verla. La clave es tomar medidas y sobre todo hacer una correcta distribución.
En salones muy pequeños, se pueden derribar muros para ganar metros, también diseñar estanterías de obra donde quepa todo en un espacio mínimo. Incluso, inventar muros a media altura o idear soluciones para colgar la TV en espacios que antes ni hubiéramos pensado. La de la foto juega al camuflaje gracias a unos paneles correderos. ¡Ahora me ves, ahora no me ves!
¿Te lo estás imaginando ya? ¿Qué vas a hacerle a tu salón para que al fin te resulte cómodo?
hace 6 años
Me parece muy mono este salón la verdad y desde luego que se ve cómodo a la vez que resulta muy estético