10 veces que nos enamoramos de los suelos de madera

Posiblemente sean la opción estrella en la mayoría de los hogares con niños y con gente joven. El motivo es sencillo: son más resistentes que el parqué, son muy versátiles y sobre todo, ofrecen mucha calidez a un precio muy asumible. Según el uso que le vayamos a dar, podemos consultarle a un profesional qué dureza es la más recomendable para nuestra vivienda, siendo el nivel 4 la más común para hogares con niños. Lo lógico es que un suelo de estas características dure mínimo 10 años. 

Pintar los suelos puede ser una idea super original para los cuartos infantiles. A los niños les encantará jugar en un espacio lleno de color. En este caso, es importante elegir la pintura adecuada para que el resultado sea óptimo. Si nuestro suelo es laminado, las mejores pinturas son las acrílicas (o al agua), que se secan muy rápido y con un rodillo puedes aplicarla fácilmente. Y la otra opción son las pinturas de resinas epoxi mezclada con un endurecedor en el momento del uso. También son fáciles de aplicar y bastante resistentes.

Probablemente el parqué sea el material más cálido y más bonito, y el que más enamora pase el tiempo que pase, ya que está formado por lamas de madera natural. Sin embargo es un mal aliado contra la humedad, la luz solar y los arañazos. Si bien es cierto que se puede reparar, es importante que conozcas bien sus ventajas e inconvenientes antes de optar por él. Si tienes niños en casa, no es el más recomendable ya que su durabilidad estaría cuestionada. Además, es muy importante contar con un buen profesional que lo sepa instalar con el fin de que quede absolutamente perfecto.

Otra de las grandes ventajas de algunos suelos laminados es que se ponen haciendo "clic". Es decir, como si fuera un puzzle gigante donde todas las piezas encajaran con facilidad. A la hora de elegir las lamas, existen de diferentes tamaño según el modelo y la marca, pero suelen oscilar entre los 1,2 cm y 1,3 cm. El grosor de las piezas también varía, lo más común es entre los 6 y 12 mm. En cualquier caso, todas las piezas son muy sencillas de poner a través de este sistema. 

El suelo vinílico tiene multitud de ventajas: la principal es que se puede colocar directamente sobre el suelo anterior sin necesidad de levantarlo. Esto supone un ahorro importante de tiempo y dinero. Además, por su adaptabilidad se puede ajustar a formas y rincones difíciles. Es muy versátil y los hay que imitan el mármol, la piedra e incluso la madera. También los tienes con texturas rugosas, lisas o antideslizantes. Su mantenimiento es relativamente sencillo y son muy buena opción en los baños. 

Una tendencia explosiva es la combinación de dos materiales muy de moda: los suelos laminados y las baldosas hidráulicas. Se trata de una manera muy original de introducir ambos elementos en una vivienda, sobre todo en el comedor, cocina y baño. También sirve para separar ambientes, en el caso de que el comedor esté abierto al salón: las baldosas las pondríamos bajo la mesa del comedor y el suelo laminado en la parte que da al salón. Un look contemporáneo y muy innovador. ¿Qué te parece?

Otro de los motivos por los que los suelos de madera nos enamoran es que podemos montar debajo del suelo un sistema de calefacción radiante a través de un cableado eléctrico y de tuberías. Todo el sistema quedaría oculto bajo el suelo, eliminando así los tradicionales radiadores y ofreciendo una calidez inigualable, ya que el calor emanaría del suelo. Otra de sus cualidades es que el calor se distribuye de forma equitativa por toda la vivienda.

Los suelos de madera son muy versátiles y además de sus grandes cualidades, nos permiten crear ambientes más clásicos o más contemporáneos, en función del color del suelo, del tamaño de las lamas y por supuesto, del resto de la decoración. En este salón, se optó por un color nogal muy cálido para revestir el suelo y las escaleras. El resultado: un salón acogedor y con un toque de clasicismo. 

La versatilidad de estos suelos también nos permite crear ambientes más contemporáneos. Todo depende del tipo de laminado que elijamos. Por ejemplo, laminados largos, de color blanco, sin brillo, hacen que nuestro salón o dormitorio se conviertan en estancias un poquito más actuales. Si además, el resto del mobiliario va acorde, podemos darles un toque muy interesante. 

La madera tiene múltiples posibilidades. Podemos incluso jugar con diferentes tipos de madera, de vetas y de colores para remarcar distintos ambientes. Un ejemplo muy interesante es colocar paneles grandes con vetas "naturales" para crear un ambiente de comedor, mientras que podemos dejar un suelo laminado en otro color para integrar la cocina. De esta forma, ambos espacios estarán conectados a través del material pero diferenciados por el tipo de madera. Original, ¿verdad?