Las terrazas y jardines son todo un desahogo para aquel que las posea. No obstante, no todo es sol. Aunque relajarse y tumbarse en los días de primavera y verano puede ser maravilloso, también es necesario crear áreas protegidas que den sombra. Es ahí donde entran las pérgolas, elementos que ayudan a delimitar áreas de la terraza o jardín protegiéndolas en los días más calurosos. Opciones tienes muchas, pasando por distintos materiales y formas. Te mostramos 10 pérgolas para amantes de la sombra que pueden ser un buen ejemplo de la gran variedad que encontrarás en el mercado.
Pérgolas independientes

En los jardines más grandes, las pérgolas independientes son las grandes estrellas. Se pueden colocar en cualquier zona del jardín o la terraza y crean un rincón independiente estupendo para un salón exterior o una zona chill out.
Pérgolas anexas a casa

Aunque las independientes gustan, no todas las terrazas y jardines cuentan con tanta extensión como para colocar una de estas pérgolas. Las anexas al edificio principal son también una excelente opción. Suponen una continuidad de la casa, una extensión del porche que también conseguirán una zona protegida, pegada esta vez a los muros de la vivienda.
Pérgolas de madera

Si comenzamos a mirar los diferentes materiales, las pérgolas de madera cuentan con una reputación impecable. Sí, son las más demandadas. Los motivos son varios. Para empezar, estas pérgolas aportan mayor calidez que otros materiales. Además, encajan sin problema en cualquier estilo, ya sea rústico o moderno. Estilísticamente convencen, pero también es necesario saber que estas pérgolas necesitarán mantenimiento para protegerlas de la lluvia, humedad y radiación solar.
Pérgolas de aluminio

Los materiales un poco más modernos también sirven para crear estos elementos. En este sentido, las pérgolas de aluminio son un ejemplo. Las ventajas son muchas, por ejemplo, se trata de un material mucho más resistente al sol y al desgaste que la madera. Además, no necesita mantenimiento y es muy pero que muy ligero, por lo que se pueden montar y desmontar fácilmente. Si bien es cierto que a priori pueden parecer más modernas, hay modelos sencillos que se adaptarán a cualquier estilo decorativo.
Pérgolas de obra

¿Problema de medidas? O bien escoges una pérgola completamente a medida (dejando a un lado las de medidas estándar) o bien apuestas por las pérgolas de obra. Cemento, ladrillo u hormigón formarán la estructura, pudiendo añadir después otro tipo de materiales como la madera o el cañizo, por ejemplo. El diseño en este tipo de pérgolas da mucho más juego, pues se construye desde cero.
Pérgolas cubiertas con cañizo

A la hora de cubrir la estructura de tu pérgola, puedes hacerlo con una gran variedad de materiales. El cañizo o brezo natural, por ejemplo. Es económico y da cierto toque rústico al entorno. Es verdad que su vida útil es menor que la de otros materiales, pero se instala fácilmente amarrándola con bridas o con cordeles, por lo que cambiarla tú mismo cada cierto tiempo no te costará tampoco demasiado.
Pérgolas cubiertas con bambú

Otra opción natural que gusta mucho es la de cubrir las pérgolas con bambú. Es un material mucho más resistente que el cañizo, aunque no está exento de mantenimiento. El aspecto que da a estos rincones es de un aire playero o exótico. Teniendo en cuenta que las pérgolas son para el exterior, quizá te interese. Combina tu rincón con textiles en verde y tendrás un espacio de lo más selvático.
Pérgolas cubiertas con lona

Una de los más clásicos para cubrir la estructura de la pérgola es la lona. Ojo en este punto, pues, aunque da muy buenos resultados, las lonas son más caras que el cañizo o el bambú. No obstante, cuentan con prestaciones lo suficientemente interesantes, como por ejemplo, bloquear del 90 al 100% de los rayos UVA. Si decides usar lona, apuesta por las más gruesas, por ejemplo, las lonas acrílicas teñidas en masa, que son mucho más resistentes y fáciles de limpiar.
Pérgolas cubiertas por plantas

Una idea romántica y muy pero que muy fresca. Las plantas pueden ayudarte a cubrir la pérgola, creando una sombra de lo más acogedora. Recuerda que la vegetación logra bajar las temperaturas, sobre todo cuando está recién regada. Ahora bien, recuerda también que las plantas requieren mantenimiento, sobre todo las que trepan. Será necesario tener nociones de jardinería o bien contratar a alguien para que realice estos trabajos.
Pérgolas bioclimáticas

Para terminar, es necesario hablar de las pérgolas bioclimáticas. Estos modelos regulan la temperatura gracias a la ventilación, así como la intensidad de la luz de la zona que cubren. Las lamas orientables se abren y gradúan con distintos ángulos, pudiendo también proteger el espacio de lluvias. Aunque están las manuales, no podemos negar que aquellas que se regulan de forma mecánica, con sistemas motorizados, son todo un avance y un auténtico lujo para cualquier terraza.
hace 6 años
Las pérgolas de obra son las que más me gustan, sinceramente aunque todas son útiles y estéticas!
hace 6 años
En esto soy muy clásico, me gustan las de madera de toda la vida y con muchas plantas. Nada puede compararse a esos rincones.