Zócalos: diferentes materiales y propuestas
Los frisos o zócalos resultan una opción decorativa muy interesante para resaltar decorativamente las paredes en una vivienda. Existen diferentes materiales para optar en cada estancia, veamos cuáles son:

Friso de madera colocado de forma inclinada como una opción decorativa que aporta calidez a la zona de la escalera. Imagen de Maderas Castellar
- Papel pintado
Vinílicos: cubiertos por una capa de PVC, son impermeables. Su calidad depende del gramaje, entre 180 g (más económicos) y 440 g (más fuertes). El vinilo es aconsejable para cocinas ya que soporta muy bien la humedad y espacios infantiles por su facilidad de limpieza.
Lavables: menos resistentes que el vinilo, pero están cubiertos por una capa de PVA y resultan más económicos y versátiles.
- Zócalos resistentes y clásicos
De DM: perfecto para lacar, con él podemos realizar zócalos lisos, con cuarterones o lamas, además de pequeñas repisas. Combinado con yute, constituye una propuesta segura para decorar y proteger las paredes en una zona de paso.
De madera: otorgan calidez y visten las estancias grandes. Tanto el pino, haya o arce en tonos claro, como el roble, nogal o maderas tropicales, más intensas.
- Con la textura de los tejidos
Telas: pegadas a la pared (textil mural) o cubriendo una base de muletón, resultan agradables y cálidas.
Fibras vegetales: son fuertes, discretos, versátiles y agradables. El cáñamo, yute y rafia aportan un aire de informalidad al espacio. La combinación de rafia con la pintura decorativa es ideal para cuartos infantiles.
Papel japonés: da un acabado elegante y refinado al espacio.
- Zócalos de obra
Grés: esmaltado, porcelánico o gresite son perfectos para zonas muy transitadas por su alta resistencia.
Azulejos: más delicados que el grés, van muy bien en la cocina.
Piedra natural: mármol o piedras calizas son ideales para zócalos en el baño.