Todo lo que necesita el salón ideal

Lo ideal de un salón es que toda la familia quiera estar en él, y eso se consigue haciendo una buena distribución del espacio y del mobiliario. Conocer a los miembros de la familia y que el espacio se adapte a ellos es la principal clave: si a papá le gusta leer, habrá que contemplar un rincón de lectura; si a los niños les encanta jugar a las construcciones, hará que disponer de una mesa auxiliar y de una gran alfombra, y si a mamá le gusta relajarse con la tablet, un sofá cómodo es primordial. 

Si hay un elemento al que hay que prestar especial atención en un salón, ese es el sofá. A la hora de elegirlo, hay muchas combinaciones: sofá esquinero, sofá con chaise longue, butacas, tresillos... piensa a lo grande y escoge el modelo en el que quepáis toda la familia para que nadie se sienta incómodo. Amplio, mullido y lleno de cojines es la fórmula que nunca falla.

El salón ideal debe tener, además de la zona de descanso, la posibilidad de colocar una gran mesa de comedor y poder celebrar las mejores reuniones familiares y con amigos. Aunque ambos ambientes compartan espacio, hay maneras sutiles de separarlos, como puede ser con alfombras o con una lámpara de techo. 

Personalizar las paredes del salón hace que tu salón sea diferente, que hable de ti, y mucho. Por eso, puedes decorar las paredes con fotografías, con composiciones originales, cuadros, vinilos o con letras inspiradoras que te hagan sonreír y enamorarte de este espacio. 

Apuesta por tonalidades que aporten relajación y bienestar en el salón. No abuses de los colores fuertes, flúor ni de las tendencias y disfruta de aquellas tonalidades que te ayudan a descansar. Un salón es para disfrutarlo y los colores pueden influir de manera decisiva en que te apetezca estar en el salón o no. 

En un salón perfecto, no debe faltar una buena estantería donde poder colocar los libros, las historias y los cuentos que nos hacen pasar esos ratos tan maravillosos en familia y en soledad. A la hora de elegir una estantería, opta por una de obra y personalízala a tu medida, aunque las de pladur son más económicas y conseguirás el mismo resultado. Así, aprovecharás todo el espacio que tienes para sacarle el máximo partido. 

Todo salón necesitaría tener unas vistas de infarto, aunque eso no siempre es posible porque, desgraciadamente, hay salones ciegos o salones donde no hay demasiado luz natural. Pero si tienes la suerte de que en tu salón puedes contar con grandes ventanales, no lo dudes. Aprovéchalos para que la luz sea parte del salón. Además de las impresionantes vistas, ahorrarás de manera sustancial en la factura de la luz.