En la cuestión económica apenas hay diferencia en un aspecto. Ya sea para reformar o para adquirir un nuevo hogar se hace necesario hacer un importante desembolso económico que en ocasiones no se puede asumir. Es entonces cuando uno se plantea acudir a su banco de confianza y conocer todas las posibilidades de financiación que le ofrecen. Quizá entre ellas esté la solución que necesita y se ajusta a sus posibilidades.
En este artículo
- ¿Qué tener en cuenta antes de dar este importante paso?
- Diferencias entre un préstamo personal e hipotecario
- El Préstamo de BBVA para nuevos clientes
¿Qué tener en cuenta antes de dar este importante paso?
Como en muchas ocasiones en la vida, sobre todo cuando hay en juego una importante cantidad de dinero (comprar una casa es lo que tiene aparejado) es importante tomar distancia antes de decidirse por el paso final. En este caso conviene informarse correctamente y comparar todos los productos financieros que existen para conocer dónde conseguir las mejores condiciones.
Así, por ejemplo, si finalmente uno decide comprar una nueva vivienda, eso trae consigo como es de esperar un desembolso muy cuantioso por lo que, en este caso, lo mejor es decantarse por una hipoteca; sobre todo cuando se trata de un inmueble de reciente construcción.
Pero se puede dar el caso de que se compre esa vivienda y necesite una reforma. Ya no hay que pagar tanto como en el primer caso, pero sí es cierto que hay que hacer un gasto añadido (la suma de la casa, que en ocasiones es menor, más la obra en cuestión). En este tipo de situaciones mucha gente se inclina por una hipoteca que cubra los gastos de compra de la nueva vivienda más los gastos de la reforma.
¿Y si uno está bien en su casa actual y solo necesita una reforma? Incluso con el paso del tiempo y si un día se quiere poner a la venta, su precio será mayor con este lavado de cara. El dinero que se necesita en este caso es algo menor, por lo que lo que se suele aconsejar es que se opte por un préstamo personal para cubrirlo.
Diferencias entre un préstamo personal e hipotecario
Hay gente que confunde estos dos productos financieros que nada tienen que ver. La principal distancia entre ambos tiene que ver con la garantía de pago con la que el cliente se compromete a pagar las mensualidades. Así, por ejemplo, si se trata de un préstamo personal la garantía recae directamente sobre la persona física, es decir, el cliente deberá garantizar que tiene medios suficientes para afrontar una deuda. En un préstamo hipotecario la garantía de pago recae sobre el inmueble que se adquiere.
También hay ciertas diferencias en cuanto al interés que se paga. Así pues, mientras en una hipoteca este suele ser fijo o variable según negociemos, en el caso de un préstamo personal siempre será fijo en el tiempo.
Ya no es solo pedir ese montante de dinero, sino que en ocasiones hay que contar con una serie de gastos asociados a dicha operación, como ocurre con las hipotecas que suelen tener un desembolso añadido a la comisión de apertura de la misma o bien si esta se cancela antes de lo acordado de manera anticipada.
Más diferencias. Para pedir un préstamo hipotecario es necesario tener una cuenta abierta con la entidad en la que se vaya a formalizar, caso contrario a si es un préstamo personal.
El Préstamo de BBVA para nuevos clientes
BBVA demuestra su compromiso con los que no son sus clientes y les ofrece su Préstamo Reforma desde 3.000 y hasta 20.000 euros sin comisión de apertura, con un 4,75% TIN (antes 8,20%) y para cualquier plazo y cantidad hasta 20.000 euros el TIN siempre será de un 4,75%. Una oferta solo para los que no son clientes de la entidad y sin necesidad de abrir una cuenta en BBVA.
Pero hay más: respuesta a la solicitud de préstamos en 8 horas laborables, un plazo de hasta 8 años para pagar y proceso disponible con o sin aportación de documentos. Una oferta única hasta el 9 de junio y para la que se puede hacer simulación sin compromiso alguno.