Esta reforma realizada en un apartamento de 70 m2 del barrio de Gracia de Barcelona, gira entorno a un muro de gero central que articula todos los elementos del espacio interior.
Este muro, que a su vez divide el apartamento en dos franjas muy claras, día y noche, tiene tres grandes aberturas que se encargan de crear las relaciones visuales y de recorrido entre las diferentes piezas del programa.
El color amarillo cítrico, crea la atmósfera fría casi helada, que el cliente nos pedía. El suelo de hormigón tintado en ámbar da temperatura al lugar.
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La cocina se encarga de articular toda la zona de acceso y se convierte en un mueble funcional. Este mueble caracterizado por el volumen suspendido en el techo contiene todos los elementos indispensables para cocinar.
El baño ya no se entiende como algo cerrado en si mismo sino un espacio por el que transitar, fluido, que ya desde el acceso de la vivienda podemos visualizar.
Las puertas de cristal traslúcido se deslizan a lo largo del muro creando juegos de transparencias entre los distintos espacios y con el propio muro.
hace 7 años
Fantástico el efecto de azulejo tipo metro con el amarillo. Me ha parecido increíble.