Lo que pagamos en la factura de la electricidad se divide en dos conceptos: potencia y consumo. Está claro que ajustando el segundo podemos ahorrar una buena cantidad al mes. Pero también es posible rebajar algo esa factura si tenemos claro qué potencia contratar. No es nada complicado, se trata tan solo de hacer algunos cálculos.
El deseo lógico es asegurarnos de que la luz no va a “saltar” cuando conectemos varios aparatos. La decisión entonces es contratar una potencia demasiado elevada. Pero es un error que se traduce en un sobrecoste innecesario en la factura. ¿Cómo ajustar la potencia al consumo? Vamos a verlo.
En este artículo
- ¿Cuánto pagamos por la potencia contratada?
- Primera forma de ahorrar: calcular la potencia necesaria
- Segunda forma de ahorrar: contratar dos potencias
¿Cuánto pagamos por la potencia contratada?
La potencia eléctrica contratada es la que marca el número de electrodomésticos y equipos que se pueden conectar a la vez. Dicho de otra forma: la energía que se puede consumir de forma simultánea. En la mayoría de los hogares españoles se sitúa entre 3.45 kW y 4.6 kW
Pero, más allá de lo que podamos conectar o no, hay que tener presente el coste de esta potencia contratada. ¿Cuál es la fórmula de la potencia eléctrica? ¿Cómo se calcula? Sencillo: multiplicando el precio de cada kW contratado por el número de días del periodo facturado, independientemente de que haya o no consumo. Es ahí donde se podemos ajustar al ahorro. Vamos a verlo con un ejemplo:
- Con una potencia contratada de 4.6 kW a un precio de 27,5 kW/año, al mes se pagarían unos 10,4 €.
- Si rebajamos esa potencia a 3.45 kW, manteniendo el precio, el resultado es de 7,8 €, aproximadamente.
- Y se eleva la potencia a 5.75 kW, se pagarían 13 € al mes.
Con estos cálculos podemos comprobar cómo el precio que se paga por la potencia eléctrica se puede duplicar fácilmente.
Primera forma de ahorrar: calcular la potencia necesaria
Ajustar la potencia contratada a la que realmente se necesita es la base para ahorrar en la factura de la electricidad. Para ello solo hay que tener en cuenta el consumo de los electrodomésticos y equipos que hay en casa, lo que se conoce como factor de simultaneidad. Esta puede variar, de manera muy genérica, estos serían consumos aproximados:
- Calefacción eléctrica: entre 1000 y 2500 w.
- Aire acondicionado: entre 900 y 2000 w/equipo.
- Lavadora y lavavajillas: entre 1500 y 2200 w.
- Horno: entre 1200 y 2000 w.
- Vitrocerámica y microondas: entre 900 y 2000 w.
- Frigorífico: entre 250 y 300 vatios.
- Televisión: entre 150 y 400 vatios.
Para saber qué potencia contratar, habría que sumar la de cada electrodoméstico que haya en casa. Pero, evidentemente, no todos se pone en marcha a la vez, de modo que hay un porcentaje de corrección. La fórmula para la potencia eléctrica quedaría de la siguiente manera:
- Suma del consumo de aparatos y electrodomésticos.
- El resultado se debe multiplicar por 0,5 si hay un uso intensivo de los aparatos. Si es el uso el habitual en un hogar, habrá que multiplicar por 0,25.
- A la cifra obtenido habría que sumarle 1 kW, puesto que es necesario tener en cuenta otros aparatos y equipos que funcionan con electricidad, como iluminación, ordenadores, pequeños electrodomésticos, etc.
Evidentemente, no todas las casas tienen las mismas necesidades energéticas ni los mismos aparatos. Por eso es importante calcular bien la potencia contratada. Ponemos dos ejemplos:
- Para una pequeña vivienda con el equipamiento básico (vitro, horno, lavadora, frigorífico y microondas) sería suficiente con una potencia de 3,45 kW, o incluso podría rebajarse algo.
- En el caso de un unifamiliar con calefacción eléctrica, habría que subir a 4,6 kW como mínimo.
En cualquier caso, no siempre es tan sencillo calcular las necesidades y determinar con exactitud qué potencia contratar para cubrirlas. La solución es echar mano de una calculadora de potencia eléctrica, en Internet se pueden encontrar con facilidad herramientas de este tipo y las propias compañías eléctricas también ayudan en la tarea.
Segunda forma de ahorrar: contratar dos potencias
Es algo que no todo el mundo sabe, pero es posible contratar dos potencias diferentes y adelgazar así esa factura que tantos disgustos da. Hay que tener en cuenta que el consumo eléctrico es muy diferente a lo largo del día, por lo que hay periodos en los que este es muy bajo. ¿Cómo ahorrar? Contratando una potencia más alta solo en el tramo horario en el que las necesidades energéticas son mayores, y dejar para el resto del día una potencia inferior.
Y una última cuestión importante: la potencia contratada se puede cambiar, tanto para incrementarla como para rebajarla. Pero conlleva un gasto y por lo general solo se permite un cambio al año, de modo que conviven hacer bien las cuentas antes de tomar la decisión.