Piscinas en contenedores marítimos: ¡descubre lo último de moda!

Una piscina contenedor es una piscina cuyo vaso consiste en un contenedor industrial para el transporte marítimo. Se trata recipientes de carga: cajas rectangulares que sirven para llevar mercancía pesada a través del mar.

Podemos decir que en la actualidad hay un stock bastante importante de estos contenedores, algo que es bastante interesante. La mayoría están hechos con acero, aunque hay algunos hechos con aluminio e incluso madera contrachapada, reforzada con fibra de vidrio. Estos materiales son extremadamente resistentes, lo que hace de estos contenedores marítimos los "recipientes" ideales para aguantar el agua de una piscina, evitando corrosiones por los productos de mantenimiento. Además, son estancos, pues están diseñados para almacenar y transportar mercancía a gran distancia.

Desde que las piscinas en contenedor empezaron a popularizarse, allá por el 2020, los precios han bajado de forma notable. En su día, empresas como la canadiense Modpools (pionera en este campo) ofrecían diseños desde unos 24.000 euros, en distintos formatos y tamaños. Sin embargo, hoy las cosas han evolucionado y en España tenemos varias compañías que distribuyen este tipo de piscinas.

Es el caso de Roscontainer, una empresa de contenedores marítimos que han ampliado su negocio incluyendo la fabricación y el suministro de piscinas. Cuentan con diseños realizados con contenedores nuevos y usados, desde 12.800 euros.

Por otra parte, también hay nombres clásicos en la fabricación o venta de piscinas prefabricadas que se han apuntado a esta tendencia, distribuyendo modelos de acero con diseños muy similares a los de las piscinas en contenedor. Es el caso de empresas como Leroy Merlin, con productos muy interesantes desde unos 11.500 euros. 

El diseño de las piscinas en contenedor es bastante limitado. Hay que tener en cuenta que sus dimensiones y forma vienen determinadas por el contenedor empleado, por lo que es complicado variar su estética. Sin embargo, hay ciertas intervenciones que permiten obtener distintos modelos, perfectos para adaptarse a los gustos y necesidades personales. ¡Descubre los cinco modelos más interesantes!

Son las más sencillas y económicas. Consisten simplemente en un contenedor, nuevo o reciclado, que se ha tratado adecuadamente para permitir un baño seguro y estanco. El interior del vaso se recubre con pintura de clorocaucho, gresite u otro material en tonos azules, que asegura la estanqueidad y aporta una experiencia más agradable, similar a la de una piscina estándar. Los contenedores también se transforman para incluir escaleras, integradas o adosadas. 

Estas piscinas en contenedor son más parecidas a las que todos conocemos. En lugar de construir el vaso con hormigón o emplear un vaso prefabricado de PVC o acero, se recicla un contenedor marítimo que se entierra a ras de suelo. La parte superior se reviste con materiales antideslizantes, como la piedra caliza, la cerámica, la madera tratada, el composite o el césped artificial. Son más costosas que las elevadas, pero también más discretas y cómodas.

Si el aspecto industrial de las piscinas en contenedor nos resulta demasiado duro, existe la posibilidad de revestir su parte exterior con materiales que se ajusten mejor al diseño del jardín. La madera suele ser la elección habitual; es importante que esté tratada para la humedad y la estancia a la intemperie. Podemos aprovechar para ampliar la zona de uso de la piscina, añadiendo una tarima y escaleras de acceso. El composite, un material realizado con resina y virutas de madera, es otra opción: es más resistente que la madera y no necesita mantenimiento alguno. 

Sin duda, son las más espectaculares de todas. La experiencia de tomar un baño en una  piscina de estas características, contemplando el exterior al bucear, es impagable. E igualmente, poder ver el interior del vaso desde el jardín resulta de lo más atractivo... En el proceso de transformación, se abre un hueco en una de las paredes largas del contenedor que después se refuerza para evitar desgarros. El vano se cierra con un vidrio extrafuerte para contener el agua. 

Además de ofrecer piscinas diferentes, hay que añadir que estas empresas intentan conseguir una experiencia mucho más placentera, aprovechando así las nuevas tecnologías. Algunos modelos  cuentan con un sistema de filtrado que, además de mantener el agua limpia y lista para el baño, es capaz de calentar el agua hasta 30 grados en cuestión de una hora. Esto hace que las piscinas en contenedores marítimos se puedan instalar incluso en lugares con un frío extremo.