Se trataba de un duplex comprado de segunda mano al que los clientes deseaban dar un aire nuevo.
Se pintaron techos en blanco y todas las paredes en blanco roto.
También se pintó en blanco toda la carpintería: armarios empotrados, puertas de paso y un armario de 4 cuerpos de melamina en un dormitorio.
También se pintaron las lámparas de hierro negras en blanco.
El efecto final es el de una vivienda mucho más luminosa y moderna.
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