Se trataba de pintar con pintura esmaltada en blanco roto una librería de seis cuerpos llena de libros. También había que arreglar alguna balda que estaba defectuosa.
El resultado fue muy bueno y el salón dio un increible cambio , más moderno y limpio.
Se volvieron a colocar todos los libros en el mismo orden en que estaban, pues hicimos lotes con los libros de cada hueco. El cliente no tuvo que ocuparse de nada.
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Se ven dos mesilla de noche que eran azules y que también fueron lacadas