¿Cuántas veces hemos pensado en renovar un mueble antiguo? Lo cierto es que los muebles viejos pueden tener una segunda vida fácilmente. Además de contar con carpinteros que pueden realizar un trabajo profesional, nosotros también podemos trabajar en ellos dándoles un aspecto nuevo. Una de las mejores técnicas para ello es la técnica del lacado. Con este lacado, cambiaremos el color de nuestros muebles, pero también de nuestras puertas, consiguiendo así un acabado completamente liso, uniforme, profesional y siempre basado en las tendencias actuales. Por tanto, podemos afirmar que sí: merece la pena lacar puertas y muebles.
En este artículo
- ¿Qué es la técnica del lacado? Pasos previos para lacar un mueble
- Herramientas y materiales para lacar un mueble
- Paso a paso de cómo lacar un mueble
¿Qué es la técnica del lacado? Pasos previos para lacar un mueble
Lo cierto es que el lacado no es algo nuevo, ni mucho menos. Se trata de una técnica milenaria que consiste en aplicar capas muy finas de un producto en una superficie. Su objetivo es el de lograr un acabado compacto, liso y brillante.
Actualmente vemos el lacado como una técnica que está especialmente indicada para elementos de madera, en este caso para muebles. Una técnica que nos proporcionar una superficie lisa, sin marcas ni brochazos. Existen muchos tipos de pinturas útiles que nos podrían ayudar a conseguir este efecto. No obstante,no es lo único que tenemos que tener en cuenta a la hora de saber cómo lacar un mueble.
Hay ciertos pasos previos que deberíamos tener en cuenta, como buscar un lugar limpio que no cuente con corrientes de aire y que, además, esté completamente libre de polvo. Esto último es esencial, pues el polvo puede pegarse en las capas de pintura.
La elección de la lija también es clave. Debes escoger una lija de grano grueso que te ayudará a preparar el mueble. No obstante, también necesitarás una lija de grano fino para poder lijar tu pieza entre capa y capa de pintura. Quizá sea una de las claves más importantes a la hora de conseguir un acabado delicado.
No te olvides de tener a mano un trapo para poder limpiar cualquier resto de pintura (o cualquier otro elemento) antes de aplicar una nueva capa. Entre capa y capa sería interesante limpiar la superficie con un paño húmedo en alcohol.
La dirección en la que aplicamos la pintura también es esencial. Debes aplicar cada capa siempre en la misma dirección. No obstante, cuando aplicamos diferentes capas de pintura sí tendremos que cambiar el ángulo de aplicación. Esto es necesario para poder compensar el trazo anterior.
Hay también trucos que pueden marcar la diferencia cuando intentamos saber cómo lacar un mueble. Por ejemplo, puedes darle un efecto más profundo y atractivo dando una última capa de barniz acrílico para madera, una vez esté seca la laca, en color roble o en color nogal. El resultado será sencillamente espectacular.
Herramientas y materiales para lacar un mueble
Antes de enumerar las herramientas para saber cómo lacar un mueble es importante hablar del esmalte. Hay que saber que existen dos tipos entre los que podréis elegir: esmalte acrílico y esmalte sintético.
El esmalte sintético cuenta con una base de aceite. Como ventajas, tenemos que son muy resistentes a la humedad, por lo que si tu mueble está expuesto al exterior o en una zona en la que la humedad es mayor, quizá sea la mejor opción. Para poder diluirlo necesitarás aguarrás o disolvente. Además, su acabado es bastante más profesional. Como contra, tenemos que añadir que cuenta con un olor bastante fuerte y tarda mucho en secar.
Por otro lado, tendríamos los esmaltes acrílicos. Estos esmaltes tienen base al agua. Esto significa que como principal ventaja tendremos un esmalte más fácil de manejar y de limpiar. Únicamente necesitaremos agua. Son esmaltes resistentes una vez están secos y su secado es mucho más rápido. Además, tampoco tiene olor, aunque como comentábamos, los sintéticos cuentan con un acabado un punto más profesional.
Además de escoger entre un tipo de pintura y otro, también es necesario escoger el acabado. Podemos escoger un acabado mate, un satinado o quizá uno brillante. Este último es mucho más complicado, pues las imperfecciones se notan un poco más. El mate es perfecto para disimular esas imperfecciones y el satinado es ideal para usarlo con colores claros gracias a su acabado sedoso.
¿Qué más herramientas necesitas además de la pintura o laca? Necesitaremos además, masilla para madera, decapantes, disolventes y aguarrás. Asimismo, también será necesario cintas de carrocero, lijas de mano, esponjas, cubos de limpieza, rodillos, brochas y bandejas para la pintura.
Paso a paso de cómo lacar un mueble
Ya tenemos bastante información de cómo lacar un mueble. Es momento de ponernos a ello. Para que el trabajo sea más sencillo, fíjate en estos pasos.
1. Revisar el mueble
Revisa el mueble que quieres lacar. Fíjate en los golpes, si cuenta con rayas o algún desperfecto. Antes de pintar será necesario arreglarlo, bien con pasta para madera, bien con otro material.
También deberás cerciorarte de que está completamente limpio y seco. Asimismo, si se trata de un mueble de madera debes lijarlo para que la superficie quede completamente lisa y libre de imperfecciones y de otros productos anteriores.
2. Aplicar base selladora
El siguiente paso, una vez tengas el mueble listo, será aplicar una base selladora. Esta base selladora se encarga de sellar los agujeros aunque no sean visibles. Realmente estos agujeros son un problema, pues al aplicar color podrían verse más. La base selladora te ofrecerá un acabado perfecto antes de empezar a lacar.
3. Lijar la superficie
Una vez apliques la base selladora también deberás lijar la superficie. Eso sí, lija de forma suave. Después pasa un trapo seco para eliminar cualquier residuo de polvo.
4. Aplicar la pintura
Con un rodillo, busca siempre uno especial para lacar, comienza a aplicar pintura en el mueble. Recuerda pasar siempre el rodillo en la misma dirección. También debes recordar no pintar la siguiente capa hasta que la anterior esté completamente seca, algo que podría tardar algunas horas.
Una vez termines la primera capa y se seque, debes lijar suavemente y limpiar posteriormente el polvo. Sólo entonces podrás aplicar la segunda capa.
Debes dar tantas capas como sean necesarias para que el mueble quede perfecto.
5. Aplicar la cera protectora
Este paso, aunque opcional, es quizá una de las claves para dejar el mueble perfecto. Una vez apliques la última capa y esperes un tiempo más que prudencial para su secado, aplica una cera protectora que sea apta para lacados. Así la pintura tendrá un aspecto mucho más profesional.