En este artículo
- Cómo elegir una pared de acento
- Paredes de acento en cada estancia
- Paredes de acento con colores fríos
- Paredes de acento con colores cálidos
- El papel pintado
- Añadir texturas como pared de acento
Cómo elegir una pared de acento
Hemos dicho que estas paredes son ideales para crear un foco decorativo en cualquier estancia. Además, en las viviendas abiertas, esas que siguen el open concept, pueden ayudarnos a separar espacios y zonificar. Sea como sea, es importante elegir bien las paredes. Por ejemplo, es importante escoger una pared despejada que se vea nada más entrar en la estancia.
Evita las paredes que tengan puertas o ventanas, pues suelen contrarrestar el efecto. Asimismo, evita también recargar demasiado esa pared, el color ya es lo suficientemente pesado.
Fíjate también en la iluminación de la pared que quieres destacar, pues si quieres usar un tono fuerte, será mejor que escojas aquella que mejor iluminación natural recaiga sobre ella.
Paredes de acento en cada estancia
Si nos fijamos en las diferentes estancias de la casa, podemos hacer una pequeña guía de qué paredes son más adecuadas, en principio y siempre dependiendo de la distribución de esas estancias. Por ejemplo, en un dormitorio, lo más recomendado es que la pared de acento sea aquella en la que se apoya la cama. Podemos usar color o papel pintado, quizá incluso texturas. Hay veces que esos recursos son tan pesados que ya no vamos a necesitar ningún cabecero.
En el salón, podemos crear una pared de acento en el lugar en el que se ubique el sofá, aunque también hay otros elementos que podrían ser idóneos para ella, como una amplia chimenea o incluso la pared en la que coloquemos la televisión. En este caso, como hemos comentado, va a depender muchísimo de por dónde entra la luz.
En cocinas y baños, que quizá no cuentan con tanta luminosidad, también es interesante este recurso. Es más, en la cocina se aconseja colocar esta pared de acento en la zona más despejada, la pared enfrentada a la ventana, para no perder así ni un ápice de luminosidad. En los baños, esta pared de acento puede colocarse o bien en la zona del lavabo o bien en el interior de las duchas a base de texturas.
Paredes de acento con colores fríos
Los colores fríos acercan la pared y ayudan a aumentar la percepción visual de la estancia. Usando colores fríos, logramos hacer las habitaciones más grandes. Ahora bien, sabemos que los colores fríos pueden crear estancias excesivamente frías también, por lo que un buen recurso de apoyo es complementar el diseño con muebles de madera o fibras naturales.
Paredes de acento con colores cálidos
Los colores cálidos, por el contrario, hacen las estancias más pequeñas. No obstante, también ayudan a potenciar la profundidad de las paredes y crearán ambientes mucho más acogedores.
El papel pintado
Con el papel pintado tenemos un sinfín de posibilidades, pues además del color, podemos añadir motivos decorativos. Cuidado con esto, pues estos papeles pueden tener más peso visual que un color liso. Escojamos siempre con cabeza. Una estancia muy pequeña quizá no se vea beneficiada con un papel pintado estridente. Quizá sea mejor optar por papeles con pequeños motivos decorativos. Los florales están muy de moda.
Añadir texturas como pared de acento
Las texturas también pueden ayudarnos a crear una pared de acento, quizá de una forma más light, pero igualmente bonita. Por ejemplo, las paredes de ladrillo visto son geniales para conseguir este efecto y podemos usarlas en cualquier estancia de casa.
En los baños, por su parte, encontrarás una amplia variedad de azulejos texturados que te pueden ayudar a crear una pared de acento y diferente al resto, con azulejos lisos.