Sí, lo sabemos, «el dinero no da la felicidad». Pero igual, aunque no la dé, puede ayudarnos a estar más cerca. Y no, no nos referimos a comprar yates, viajes al Caribe o un avión privado. Lo cierto es que el dinero puede darnos alegrías, muchas más de las que pensamos, si hacemos un buen uso del mismo. ¿Quieres saber maneras diferentes en las que el dinero puede comprar la felicidad? Te damos alguna idea.
En este artículo
- Cuando compras experiencias
- Cuando compras tiempo
- Cuando compras tesoros
- Cuando compras expectativas
- Cuando inviertes en otros
Cuando compras experiencias
El dinero puede ayudarnos a comprar experiencias, pero
experiencias con los nuestros. ¿Hay algo más enriquecedor que pasar tiempo con
la familia y amigos? ¿Por qué no apostar por reuniones en casa? Podemos
organizar fiestas y decorar nuestro hogar de forma divertida y única. Es más,
si hay niños pequeños en casa, podemos hacer adornos DIY con ellos, seguro que
se divertirán un montón. Podemos también organizar un buen maratón de películas,
comprar una pantalla grande de televisión y conseguir que nuestro salón se
transforme por una noche en un auténtico cine, sí, con palomitas y refrescos, o
quizá, si tenemos esa suerte, trasladarlo al jardín consiguiendo así un bonito
cine de verano. También es una opción muy interesante invitar a toda la familia
para jugar a juegos de mesa, pues la familia
que juega unida, permanece unida. Organiza cenas y comidas en casa; invertir
dinero en esto te dará mucho más que invertir en un reloj de oro.

Cuando compras tiempo
El tiempo nos ahoga. Lo amamos y odiamos a partes iguales.
Disfrutar del tiempo libre es quizá una de las mejores sensaciones del mundo, ¿pero tenerlo? Amigos, tener tiempo a día de hoy es casi un reto. Pues sí, nuestro
dinero puede servir para comprar este tiempo libre. ¿Cómo? Pues contratando a
personas que puedan ayudarnos en tareas cotidianas (y no tan cotidianas). Si
cada vez te cuesta más llegar a casa y ponerte a limpiar, puedes optar por
medidas de lo más interesantes, como los robots domésticos que barren solos. La
domótica es tu amiga, ¿y sabes qué? Puedes comprarla con ese dinero que no te
dará la felicidad pero que puede ayudarte a alcanzarla. Pero, además, también
puedes optar por contratar a alguien que te ayude en las tareas domésticas.
Aunque seas un manitas, ¿estás seguro de que quieres gastar tu tiempo en
reformar la cocina tú solo? ¿No crees que es mejor invertir en tu tiempo y
dejarlo en manos de un profesional? Hazte un favor, invierte en comprar tiempo: los tuyos y tú mismo lo agradeceréis.

Cuando compras tesoros
No nos referimos a cofres llenos de monedas de oro. El
dinero puede ayudarte a darte ese capricho que tanto tiempo llevas esperando. ¿y
sabes qué? No está mal. No te sientas culpable. Siempre has querido tener un
tocadiscos o una radio de esas tan molonas que homenajean a los transistores antiguos. También te encantaría comprarte esa lámina tan bonita de aquella
ilustradora tan famosa. Sientes gran atracción por los espejos antiguos, y la
verdad es que te encantaría colocar uno en tu baño. Usar el dinero para comprar
ciertos caprichos no es malo, mimarnos es esencial. Mímate un poquito tú
también.

Cuando compras expectativas
Hay estudios que dicen que cuantas más expectativas tienes
con algo, más disfrutas cuando finalmente lo consigues. Y, aunque hay casos y
casos, lo cierto es que me parece algo bastante razonable. ¿Por qué no usar tu
dinero para comprar expectativas? Estás enamorada de ese pedazo de sofá tan
cómodo que viste hace un tiempo, pero su precio… no te gusta tanto. Usa tu
dinero para ahorrar poco a poco. Cómprate una bonita hucha y ve metiendo todos
los meses algo. Cada moneda que metas en esta hucha conseguirá sacarte una
sonrisa. Imagina la satisfacción que sentirás al final, cuando puedas comprar
esa alfombra que te enamoró, esa lámpara de araña que te hace suspirar o esa
cama en la que esperas dormir plácidamente todas las noches.

Cuando inviertes en otros
Pues sí, invertir en otros, que
la felicidad no es únicamente invertir tiempo y dinero en uno mismo. Somos lo
que somos por la gente que nos rodea. Gente que nos ha dado mucho cariño y
mucho amor, conocimientos, ilusión y alegrías. Invertir en ellos es quizá una
de las cosas más gratificantes que podemos hacer con nuestro dinero. Además,
ahora es el momento perfecto, ¿no? Navidad, una excusa perfecta para querer a
los nuestros y sacarles muchas sonrisas y alguna lagrimilla. Llena de regalos
tu árbol de Navidad y disfruta con los tuyos de estas fiestas.

¿Qué? ¿Creíais que diríamos que un jet privado os haría más felices? ;-)
hace 9 años
Precioso. Es verdad que el dinero puede ayudarnos a todo esto. Evidentemente también a estar un poco más desahogados económicamente... que al final es lo que nos da tiempo para disfrutar con los nuestros.
hace 9 años
Debo ser un tío súper materialista... que además de ver todas estas cosas (las cuales me parecen genial) también piensa que el dinero puede ayudarme a comprar una mansión :P
hace 9 años
Hombre tener una casa grande es bien, pero yo me quedo con el resto de cosas. Al final, ves por la tele a gente muy muy muy rica, pero completamente vacía. Parece algo que decimos los pobres para sentirnos mejor jajaj pero de verdad que yo lo creo.
hace 9 años
Nada, yo también me inclino por el casoplón. Ahí se puede hacer una sala de cine, una sala de juegos y mil cosas para disfrutar con la familia xDDDDDDDDDD
hace 9 años
Bueno, yo creo que no necesitamos tanto. Hay casas que son tan lujosas que resultan hasta grotescas. Prefiero algo más sencillo y tiempo para disfrutarlo con los míos, pero claro, eso va con cada uno y sus preferencias.
hace 9 años
Yo soy muy partidaria de comprar tesoros y experiencias. Intento combinar ahorro con darme pequeños caprichos
hace 9 años
Pues a mí me encantaría poder comprar el tocadiscos ese de la foto. Menuda pasada ¿alguien sabe dónde se puede conseguir uno así?