6 claves para dormir bien a pesar del calor

Una de las claves que pueden ayudarnos a descansar mejor por las noches es contar con un espacio perfectamente ventilado. Para mantener fresco nuestro dormitorio, y poder así tener un confort térmico ideal, es recomendable tener las ventanas cerradas por el día y bajar las persianas. Esto no significa que no ventilemos la estancia, ni mucho menos, pero es más recomendable hacerlo a primeras horas de la mañana, cuando no hay mucho sol y las temperaturas son más frescas.

De esta forma, en las horas centrales del día, cuando el calor es más fuerte, nuestra habitación debería estar aislada. En esto jugarán un papel importante las ventanas y los profesionales que la instalen. Sí, no nos cansaremos de decir que la clave del aislamiento térmico está en ellas. Unas buenas ventanas nos protegerán del frío, pero también del calor en verano. Si tus ventanas son muy viejas podrían contar con poros o partes vulnerables por las que se filtre el calor.

El tejido es también importante para mantenernos frescos por la noche. La ropa de cama transpirable será mucho más agradable en las noches calurosas. Ropa de cama de lino o de algodón se perfilan como la mejor opción, pues es ropa de cama más ligera, transpirable y ayuda a reducir la humedad.

No sólo la ropa de cama es importante. También lo es el colchón. Si vivimos en una zona realmente calurosa, debemos buscar colchones que sean capaces de adaptarse a estas temperaturas. Veremos que hay muchos modelos que cuentan con dos lados diferenciados, uno para el invierno y otro para el verano. Esta segunda cara facilita el descanso en los meses más calurosos del año.

Bajar la temperatura de un dormitorio puede lograrse con pequeños tips. Piensa en los aparatos electrónicos que tienes en ella: podrías tener una tablet, un ordenador o móviles cargando. Estos aparatos electrónicos generarán calor incluso cuando ya estén cargados. Por tanto, lo mejor es desconectarlos, llévalos a otra habitación y deja tu dormitorio libre de cargas.

No podemos negar que el aire acondicionado es una de las armas más potentes a la hora de luchar contra el calor. Ahora bien, hay que tener cuidado, porque no es recomendable dormir con el aire acondicionado puesto. Es mucho mejor ponerlo antes de acostarnos para que el ambiente se refresque y apagarlo o programarlo para que se apague una vez estemos en la cama.

Si no eres muy partidario del aire acondicionado, quizá te interesen los ventiladores de techo. Suponen menos gasto energético, algo que también nos vendrá bien en estos meses. Además, los ventiladores de techo son menos perjudiciales para la salud, ya que no resecan el aire, evitan resfriados y dolores de garganta o sequedad de ojos. Lo podemos tener toda la noche conectado y nos ayudará a disminuir unos grados la temperatura general del dormitorio.