El estudio Unseisyuncuatro Arquitectos, formado por Ana Cabellos García y Víctor Gutiérrez del Canto, reformó esta vivienda en Madrid para unos jóvenes con quienes ya habían intentado adecuar otra vivienda con anterioridad. Por fin, encontraron el sitio perfecto en Chamberí, cerca de la plaza de Olavide.
Nada más ver el inmueble se dieron cuenta del potencial del proyecto: buena iluminación natural, espacios susceptibles de ser amplios, materiales nobles bajo las diversas capas de acabados, copas de árboles a la altura de los balcones y, sobre todo, la gran disponibilidad de los clientes para dejarse llevar.
En este artículo
- Una zona común grande y dormitorios más comedidos
- Un despacho en el salón
- Una cocina pequeña y funcional que destaca por su color
- Un mueble - tabique a medida para almacenaje
- Estructura metálica vista en el salón
- Un dormitorio pequeño pero con un diseño muy cuidado
- Una litera en el altillo para ganar espacio en altura
- Mucho más que un baño
- Una librería en el aseo
- Unos materiales muy pensados
Una zona común grande y dormitorios más comedidos

Los clientes plantearon que tenían claro que querían el mayor espacio posible en las zonas de día, y les importaba menos que eso implicara tener dormitorios pequeños aunque, eso sí, querían dos. Se transformó la estructura de la vivienda por completo (la distribución original tenía multitud de estancias de pequeño tamaño), situando en las zonas traseras las estancias más privadas. En la ubicación original de la cocina, ahora encontramos el baño y vestidor más privados. En la fachada: salón, comedor, cocina y despacho. La altura de los balcones es la misma que la de la copa de los árboles de la calle, de hoja caduca, que hacen de control climático y dan la sensación de estar en un jardín en el centro de Madrid.
Un despacho en el salón

Como la pareja propietaria tiene flexibilidad para trabajar en casa, así que un rincón del salón se destinó a despacho casero. El mueble lo compraron en una tienda de segunda mano y las estanterías son de madera de pino natural con una pátina blanquecina.
Los radiadores son también recuperados. Fueron comprados en una chatarrería en Valladolid y se limpiaron con chorro de arena y se les aplicó un lasur blanco lavado y cambiaron las llaves para poderlos usar en la nueva vivienda. Las lámparas también se compraron en tiendas de segunda mano y se restauraron para poder utilizarse.
Una cocina pequeña y funcional que destaca por su color

Los propiertarios no cocinan demasiado, así que la cocina propiamente dicha no tenía que ser muy grande. Optaron porque fuera la única parte de la casa con un color fuerte, no propio del material. El suelo de la cocina es de baldosa hidráulica fabricada a mano en tonos juego con el mueble: un color azul casi eléctrico que la dota de gran personalidad.
Un mueble - tabique a medida para almacenaje

En la trasera del salón se montó un mueble a medida lo más sencillo posible a modo de falso tabique que sirviera de almacenaje a toda la casa. La parte derecha se dedica al almacenamiento de la cocina y parte de electrodomésticos y la parte de la izquierda, a menaje y productos de limpieza. En el centro, una puerta “secreta” comunica con uno de los cuartos de baño y con el dormitorio principal. Además de esconder el armario-lavadero con lavadora-secadora, cesto de ropa sucia y almacenaje de detergente y demás. A comienzos de la obra se descubrió el pilar de acero con pletinas que acabó siendo un elemento determinante.
Estructura metálica vista en el salón

Al dejar el pilar visto, la viga tenía que estar vista también, pero se tenía que insonorizar el techo, así que se partió el falso techo para dejar el elemento visto.
El cuadro del diputado, que compró el propietario a un anticuario en El Rastro en el principio de la reforma, tuvo un papel relevante en todo el proceso. Se le buscaron varias ubicaciones. En un principio se colocó sobre el escritorio, pero en el momento que le buscaron pareja, ambos pasaron a presidir el salón.
Un dormitorio pequeño pero con un diseño muy cuidado

El dormitorio principal comunica con el baño principal, con el dormitorio secundario y con el baño secundario y el salón. No tiene dimensiones muy amplias pero sí se aprovechó el espacio al máximo haciendo el cabecero de pladur con cuarterones y molduras de escayola y las mesillas mediante ménsulas de madera de la menor dimensión posible. Se cuidó la iluminación, introduciendo una tira de led continua en la candileja formada por la moldura y la pared. Comunica directamente y sin cerramientos con el baño principal y el vestidor y mediante una puerta corredera con el dormitorio secundario.
Una litera en el altillo para ganar espacio en altura

El dormitorio secundario es de dimensiones realmente pequeñas, así que se ganó espacio construyendo una litera que en realidad está encima del cuarto de baño secundario, donde se redujo la altura para poder tener esta cama. La escalera de madera que accede al altillo hace a la vez de estantería y de mesita.
Mucho más que un baño

El baño más privado se pensó por los arquitectos y la propiedad de una manera totalmente hedonista. Se consiguió una bañera de patas totalmente destrozada que el mismo propietario restauró y lacó. Además, se diseñó un lavabo tocador de madera y encimera de mármol. El mueble del fondo es de segunda mano de una clínica dental antigua. La puerta del fondo da al vestidor. Además, en este baño se sacó otra pared de ladrillo que se convirtió en librería. Un espacio que es, sin duda, mucho más que un simple baño.
Una librería en el aseo

En el baños secundario se dejó una pared de ladrillo visto y se aprovechó para convertirlo en “biblioteca” . Esta es una manera inteligente de ganar espacio de almacenaje para los muchos libros que habían ido acumulando en un espacio que resultaba residual y que así gana, además, en caracter. El suelo contrasta en damero blanco y negro.
Unos materiales muy pensados

A los dueños les gustaba el ladrillo visto, pero no dejar paramentos enteros y tampoco querían que el rojo del material resaltara demasiado. Así que se enmarcó con moldura de escayola zonas de ladrillo visto a las que también se les aplicó una pintura velada blanca, para suavizar el tono y que todo tirara a blanquecino con distintas texturas.
Las contraventanas son las originales restauradas y las ventanas nuevas de madera imitando a las antiguas. Todas las puertas de la casa son de madera maciza hechas a medida y con acabado de lasur blanquecino.
Para el suelo, se eligió una tarima de roble natural que queda perfectamente integrada con el resto de elementos de la casa y con las paredes.
hace 6 años
Me encanta ;)
hace 6 años
¿Qué sentido tiene "el agujero"encima del dormitorio? NO para un niño, NO para un amigo y NO para alguien que se mueve mucho ... y si tengo que hacer pis a las 3 de la mañana, ¿Despierto a los de abajo? En fín sín ... sin más comentario. Me gusta la librería del baño
hace 6 años
Como referencia aproximada, cuanto cuesta, en precio m2, una reforma de estas caracteristicas?
hace 6 años
Horrible. Pura ingeniería de un 6 y un 4 aquí tienes tu retrato. Además, ya no preguntes el precio...
hace 6 años
Una rara mezcla de ideas maravillosas, como la recuperación de los grandes zócalos (que siempre son elegantes y le dan ese aire clásico y de clase a la vivienda), la librería del baño (el concepto del baño me gusta, pero iene unas pocas cagadas goras) o esa escalera-estantería-mesilla (que admito que está un poco al límite entre lo genial y lo absurdo tal y como aparece en la foto), con ideas horribles, como la del ladrillo visto enmarcado (pero, ¿os dais cuenta de lo cutre que queda en el despacho, con todas esas estanterias y el cuadrito con--- ¡la lámpara dorada! y tanta cosa ahí colocada compitieno contra la moldura y el ladrillo visto? ¿y de que ese frente con ¡seis! molduras enmarcando el ladrillo visto es feísimo? y que, además, no se puede colgar nada dentro... ¿cómo queda ese zócalo con moldura enmarcando el fondo de ladrillo y el radiador? Pues ¡de pena! ¡es un crimen estético! Se tenían que haber cubierto los ladrillos en la parte inferior), esa cocina (nefasta la mires por donde la mires), la litera esa mínima, esa silla roja en el baño, esa lámpara colgante sobre la bañera (me gustaría verles entrando o saliendo de la misma y esquivando la lámpara) o, ya de traca, la decoración del salón... espero que sea provisional, porque da grima... los retratos -de los tatarabuelos o del rastro, lo mismo da- son horribles aunque ben colocados puedes resultar facinantes, pero ponerlos sin más sobre la pared blanca debajo de las cajas de luz... y sobre ese sofá de contenedor, con las dos lámparas que lo flanquean...
hace 6 años
Muchos postureos
hace 6 años
Horrible. Feo. Sesentero a ratos. Setentero a impulsos. Ochentero a tope.
De verdad se ha pagado a un estudio para hacer esto?