Impuesto al Sol: todo lo que debes saber sobre la normativa y su derogación

Durante un tiempo el impuesto al sol se incluyó en las facturas de consumidores con sistemas de autoconsumo eléctrico mediante placas solares. Seguro que te suena, aunque es posible que no sepas cómo se aplicaba, por qué generó tanta polémica y si sigue vigente o no. Vamos a resolver estas y otras dudas, como la clásica cuestión de "¿si tengo placas solares tengo que pagar luz?".
- ¿Qué es el impuesto al sol?
- Derogación del impuesto al sol en España
- Beneficios de la retirada del impuesto al sol
- ¿En qué nos afectaba el impuesto al sol?
- ¿Cuál es el futuro del impuesto al sol en España?
- Preguntas frecuentes sobre el impuesto al sol
¿Qué es el impuesto al sol?

El impuesto al sol en España entró en vigor tras la aprobación del Real Decreto 900/2015. Era un gravamen que se aplicaba a la energía generada por instalaciones fotovoltaicas, es decir, el consumidor pagaba impuestos por la electricidad que generaba su sistema de autoconsumo solar.
La razón que en su momento se dio para imponer esta tasa era el sostenimiento de la red eléctrica española. Según los legisladores, las instalaciones de placas solares en muchos casos también estaban conectadas a la red eléctrica y debían contribuir al mantenimiento de esta.
Sin embargo, el trasfondo era hacer frente a la deuda adquirida con las distribuidoras eléctricas, el llamado “déficit tarifario”. El impuesto al sol tenía así como objetivo minimizar las pérdidas de ingresos que estas empresas pudieran tener como consecuencia de la instalación de sistemas de autoconsumo con energías renovables. Y ese era el caso de las instalaciones fotovoltaicas.
En la práctica este impuesto suponía que los consumidores conectados a la red eléctrica pagaban dos veces por su uso: una tarifa en el fijo de la factura y, a la vez, la cantidad correspondiente al impuesto al sol.
Aquel impuesto a la energía generada por placas solares dependía de dos conceptos:
- Potencia instalada: la tasa era obligatoria en sistemas de autoconsumo con baterías para almacenar los excedentes o si la potencia de la instalación era superior a 100 kW.
- Energía autoconsumida: se aplicaba a la diferencia entre la energía que producían los paneles solares y los excedentes que se volcaban a la red.
No todas las instalaciones de autoconsumo solar pagaban el impuesto al sol, había excepciones:
- Instalaciones de autoconsumo fotovoltaico aislado, es decir, no conectadas a la red.
- Instalaciones con potencia inferior a 10 kW, de modo que la inmensa mayoría de los hogares quedaban eximidos de pagar esta tasa.
- Instalaciones de paneles solares ubicadas en Canarias, Ceuta y Melilla.
- Instalaciones de cogeneración y frenado de trenes.
Derogación del impuesto al sol en España

El impuesto al sol generó una gran polémica y opiniones encontradas, mucho más en un momento en el que las energías renovables cobraban fuerza. A ello se sumaba que desde instituciones públicas y organizaciones de todo tipo de carácter internacional se apostaba por la sostenibilidad y por energías más limpias para proteger el medio ambiente.
De hecho, en 2018 la Unión Europea declaró que ese impuesto al sol que se cobraba en España no estaba en consonancia con su política energética, encaminada a reducir la dependencia del gas y otros combustibles fósiles. Ese objetivo se plasmó en la aprobación de un acuerdo europeo sobre energías renovables.
En este escenario, la consecuencia fue la derogación del impuesto al sol con la aprobación del Real Decreto-ley 15/2018, de 9 de octubre. Fue el final de una tasa que, además de malestar, había provocado las reticencias de muchos usuarios a instalar sistemas de autoconsumo fotovoltaico. Y lo hizo incluso a nivel doméstico, es decir, entre usuarios que en principio no debían pagar el impuesto, dado que la potencia contratada para su vivienda no alcanzaba los 100 kW.
Derogado el impuesto al sol, llegaron con otras medidas importantes cuyo objetivo era fomentar el uso de esta energía renovable:
- Eliminación de trabas y trámites burocráticos para la instalación de sistemas de aprovechamiento de energía solar. Por ejemplo, instalaciones aisladas o equipos de paneles solares de potencia inferior a 10 kW quedaban exentos de solicitar permisos a las compañías eléctricas.
- Eliminación del contador de generación en aquellas instalaciones sin vertido.
- Pequeños consumidores pasarían a ser compensados por los excedentes vertidos a la red, para lo que cada compañía podría establecer sus propias tarifas.
- Incentivos para el autoconsumo en negocios y comunidades, gracias a la aprobación, entre otras medidas, de la posibilidad de compartir instalación fotovoltaica para ahorrar en el consumo energético.
Beneficios de la retirada del impuesto al sol

Eliminar trabas, trámites y penalizaciones sirvió para dar impulso a esta energía. Así, el número de instalaciones comenzó a incrementarse de manera exponencial. No hay que olvidar que España es uno de los países con más horas de luz de Europa. No han sido los únicos beneficios de la derogación del impuesto al sol por parte del Gobierno:
- Desarrollo del consumo colectivo, hasta entonces prohibido.
- Reducción del plazo de amortización de las instalaciones entre dos y tres años. No solo por el ahorro en las facturas, también por el abaratamiento de los precios de instalación derivados del crecimiento de la demanda y de la competitividad entre las empresas instaladoras, que cada vez ofrecen ofertas más atractivas.
- Ahorro para las empresas que optan por el autoconsumo. Hay que tener en cuenta que muchas tienen instalaciones de más de 100 kW.
Todo ello ha hecho que la evolución de la energía solar fotovoltaica en España mantenga un ritmo de crecimiento casi frenético y que el número de clientes y de instalaciones de paneles solares se haya disparado. De hecho, solo entre 2019 y 2021 la potencia instalada en nuestro país se triplicó y en 2022 las cifras de autoconsumo a nivel doméstico crecieron más de un 100 %.
¿En qué nos afectaba el impuesto al sol?

El reflejo más visible del impuesto al sol, inevitablemente, fue el que se plasmaba en la factura de aquellos consumidores obligados a pagarlo por sus instalaciones fotovoltaicas. Pero sus consecuencias fueron mucho más allá y tuvieron una enorme repercusión en la implantación de esta energía renovable en España.
La aprobación de esta tasa supuso un freno a la instalación de sistemas de autoconsumo a través de energía solar. Por un lado, porque la rentabilidad económica que suponía en la factura eléctrica se veía mermada al tener que hacer frente al impuesto. Por otro, porque no había compensación económica por los excedentes que se vertían a la red.
Esto hizo que este tipo de instalaciones resultaran poco atractivas no tanto por su precio como porque el periodo de amortización era excesivamente largo.
¿Cuál es el futuro del impuesto al sol en España?
Derogado el impuesto al sol en España y lejos de poner trabas a la instalación de sistemas de generación de energías limpias, las administraciones públicas seguirán apostando por ellas en la lucha contra el cambio climático. En ese sentido, dentro de los Fondos de Recuperación para Europa Next Generation se han contemplado ayudas y subvenciones para la implantación de energías renovables.
Esas ayudas están dirigidas tanto a particulares como a empresas, son proporcionales a la potencia que se instale y pueden alcanzar el 65 % del coste de la instalación. El plazo de solicitudes se prolongará hasta el 31 de diciembre de 2023.
A ello se unen las bonificaciones tanto en el IBI como en el ICIO (Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras) y en el IAE (Impuesto sobre Actividades Económicas). Estas varían según los tipos y características de las instalaciones y se sitúan entre el 10 % y el 100%, según el impuesto.
En ese marco hay que tener en cuenta iniciativas como Horizonte Europa, un programa de la UE destinado a la investigación y al apoyo de iniciativas en materia de energías renovables. También tiene que ver en él la meta plateada de que en 2030 la proporción de energías renovables en la UE sea del 40 %.
Preguntas frecuentes sobre el impuesto al sol
¿Quién debía pagar el impuesto al sol?
Lo cierto es que se trató de un impuesto que no debían pagar todas las instalaciones fotovoltaicas, solo aquellas conectadas a la red eléctrica que tuvieran una potencia superior a 100 kW, básicamente, grandes consumidores y empresas.
¿Cómo se introdujo en España el impuesto al sol?
El impuesto al sol se estableció por ley, a través del RD 900/2015, de 9 de octubre, por el que se regulan las condiciones administrativas, técnicas y económicas de las modalidades de suministro de energía eléctrica con autoconsumo y de producción con autoconsumo. Una norma que ya desde sus inicios generó una gran polémica y que solo estuvo vigente en los tres años posteriores a su aprobación.
¿Qué ventajas tuvo el fin del impuesto al sol?
La principal fue el crecimiento imparable en el número de instalaciones de autoconsumo solar, tanto en viviendas como en comunidades y empresas. De esta manera se avanza en la reducción de las emisiones y de la huella de carbono, dos de las mayores preocupaciones medioambientales del momento.
Pero además, el incremento de la demanda por parte de los consumidores tuvo otro efecto: la rebaja de los costes de instalación. El motivo es el desarrollo de esta tecnología y la proliferación de empresas dedicadas a la instalación de sistemas de producción de energía solar, tanto para casa como para empresas de todo tipo. Gracias a todo ello y a las ayudas oficiales, el presupuesto de placas solares esta en la actualidad más al alcance de particulares y empresas que nunca.
¿Por qué se produjo la derogación del impuesto al sol?
La derogación llegó de la mano de varios factores. Por un lado, del malestar que había generado su aprobación. Por otro, por el frenazo que supuso a la energía solar en un momento en el que estaba en pleno desarrollo en países con peores condiciones para ello. Y, finalmente, por la decisión de la Unión Europea, que la consideró inapropiada y contraria a la normativa de fomento de energías limpias en la que ya se estaba trabajando.