En este artículo
- El celeste y la madera caoba: elegancia asegurada
- El contraste que realza el color
- El abedul para ambientes vintage
- Azul y arce, la belleza de lo natural
- La delicadeza del roble con azul cielo
- ¿Y si pintamos la madera de azul?
El celeste y la madera caoba: elegancia asegurada
Probablemente, esta sea una de las combinaciones más elegantes y bonitas: el color azul y el caoba de la madera ofrecen una riqueza decorativa muy bella. En esta ocasión, se escogió la tonalidad celeste para equilibrar la fuerza de la madera, en forma de aparador con gran personalidad.
Si te gusta tener piezas especiales en casa, las de la madera natural, con vetas e irregular, proporcionarán ese toque singular que deseas.
El contraste que realza el color
Una manera de combinar colores y que más éxito suele tener es jugar con contrastes. De esta manera, resaltaremos ciertos elementos sobre otros. Es el caso de este dormitorio infantil que apostó por un azul intenso para una zona de la pared, haciendo gran contraste con la madera blanca de la cuna y del resto del mobiliario. En este caso, encajaría perfectamente cualquier tonalidad de azul para conseguir el mismo resultado, por ejemplo: azul marino, almirante o cobalto.
El abedul para ambientes vintage
Si buscas decorar de forma especial tu salón, por ejemplo al estilo boho o vintage, los colores intensos y la madera de abedul pueden ayudarte a conseguir ese ambiente especial. No te olvides de mezclar diversos estampados en cortinas y textiles para conseguir un espacio aún más llamativo.
Azul y arce, la belleza de lo natural
La madera color arce es ideal para crear espacios elegantes, tranquilos y relajados. A la hora de combinarlo, puedes optar por azules más o menos intensos, en función de lo que quieras conseguir. Sin embargo, un azul zafiro u océano me parecen la elección perfecta para conseguir un espacio distinguido y estiloso.
La delicadeza del roble con azul cielo
Perfecta combinación para un espacio donde queremos resaltar la limpieza, como es el cuarto de baño. Este binomio: azul cielo y roble funcionan perfectamente en dormitorios infantiles pero también en baños, y si lo combinamos con el blanco, el trío es perfecto.
¿Y si pintamos la madera de azul?
Esta podría ser otra de las posibilidades: introducir el azul en la propia madera, pintando por ejemplo un mueble o unas puertas. Sin duda, esta opción creará mucho protagonismo y dependerá también de la tonalidad de azul que escojamos (a mayor intensidad, normalmente mayor foco). Es una apuesta especial en decoración, que aporta un punto de luz en cualquier salón sencillo y dominado por el blanco.