1. ¿Dónde colocarla?
Esta debería ser la primera pregunta que nos hagamos: ¿dónde queremos colocarla? Unas veces podremos colocarla en el salón, otras en el comedor y otras en la cocina, según el espacio disponible que tengamos. La cuestión es que el espacio, la forma de la planta y el lugar, condicionarán sin duda el tipo y tamaño de mesa que vayamos a incorporar, así como la forma.
2. Siempre cerca de la luz
Aprovecha siempre que puedas la luz natural para poner la mesa del comedor cerca. Cierto es que no siempre es posible y que a veces imperan otros elementos, pero ¿sabes lo agradable que es trabajar, comer, tener una sobremesa larga desde tu mesa, con la luz entrando por la ventana? Trata de planificar el espacio teniendo en cuenta esto, no te arrepentirás.
3. ¿Cuántos sois en familia?
Esta es otra de las preguntas que debemos responder, ya que condicionará mucho el tamaño de la mesa que vayamos a elegir. Si vives solo, no te gusta mucho cocinar y no eres de los que les gusta celebrar comidas en casa, quizá una mesa sencilla y pequeña sería lo más lógico. Sin embargo, si sois varios miembros en la familia ya, entonces sí que tendrás que pensar en una mesa más grande donde poder disfrutar cómodamente de los desayunos y cenas en familia. ¿Cuál es tu caso?
4. El material de la mesa
El material de la mesa es una cuestión de gustos y practicidad. Todo depende de lo que estés buscando y del estilo decorativo que tenga tu comedor. Puedes optar por una gran variedad de materiales que van desde el cristal, el acero o la madera, por ejemplo. Por lo general, la madera te aportará calidez y el cristal modernidad, pero también debes tener en cuenta si tienes niños en casa que vayan a usar la mesa del comedor con regularidad o solamente la usaréis cuando vengan invitados. Busca lo que más vaya con tu estilo y necesidades.
5. Prioriza la funcionalidad
Cuando elegí la mesa de mi comedor fui muy práctica: había tantas opciones en el mercado, de tantos precios variados que tuve que plantearme qué necesitaba yo exactamente. Deseaba algo cálido (me lo dio la madera), unas sillas cómodas y funcionales que no ocuparan mucho espacio y después algo que fuera resistente a los golpes y los niños. Así encontré mi mesa del comedor, con la que no puedo estar más contenta. Sin embargo, cada uno debe hacerse las mismas preguntas para hacer que prime la funcionalidad en nuestra decisión y no la parte estética.
6. ¿Sillas o bancos?
Otra de las preguntas que podemos hacernos es si queremos sillas o un banco. Todo dependerá de si somos muchos en familia y del espacio que tengamos. Cierto es que un banco de obra ocupa muy poco espacio y a veces el problema de guardar las sillas bajo la mesa nos lo ahorramos. Así que mide bien el espacio que tienes alrededor de la mesa para comprobar que podéis moveros cómodamente alrededor de ellas. ¿Qué te parece esta combinación de banco y sillas?
