¿El seguro de hogar cubre la aluminosis?

Los daños estructurales en una vivienda son motivo de preocupación para sus propietarios y es importante remediarlos cuanto antes para no poner en riesgo su integridad. Por eso es normal preguntarse si las pólizas aseguradoras se hacen cargo de ellos. Un interrogante habitual es si el seguro del hogar cubre la aluminosis en un edificio residencial porque hay serias sospechas de que lo sufra. Sigue leyendo y saldrás de dudas, además de saber cómo puede afectar a tu hogar, los síntomas más evidentes y qué medidas preventivas existen para protegerla.
- ¿El seguro de hogar cubre la aluminosis?
- ¿Qué es la aluminosis?
- ¿Cómo se detecta la aluminosis?
- ¿Cómo afecta la aluminosis a tu vivienda?
- ¿Cómo proteger tu hogar de la aluminosis?
- ¿Hay otras opciones para tratar la aluminosis con el seguro de hogar?
¿El seguro de hogar cubre la aluminosis?

No, el seguro de hogar no cubre los daños relacionados con la aluminosis pese a ser un problema estructural de los edificios. Desde 1974 el cemento aluminoso se prohibió en la construcción tras identificarse los problemas de conservación que presentaba a medio y largo plazo. Por tanto, ninguna vivienda edificada después de esa fecha debería tener esta enfermedad al tratarse de un material prohibido en estructuras de hormigón armado.
Este es uno de los argumentos principales en los que se apoyan las aseguradoras para no ofrecer cobertura ante dicha patología, también conocida como fiebre del hormigón. Si bien es cierto que los seguros de hogar cubren dos ámbitos, el contenido (todo lo que hay dentro de una vivienda) y el continente (los elementos que conforman el armazón constructivo del edificio), la aluminosis es un problema bastante grave y difícil de solucionar.
A veces obliga a adoptar medidas muy drásticas, sobre todo cuando aparece en viviendas antiguas. Desde sustituir vigas, a tener que apuntalar muros o incluso el derribo del inmueble en el caso de que las autoridades lo consideren necesario porque decretan su estado de ruina. Ante ello, prácticamente ninguna aseguradora se compromete a ofrecer coberturas para un siniestro de tal envergadura.
Lo que sí puede ocurrir es que contemplen en sus pólizas cubrir los gastos generados por tener que alquilar una casa o un apartamento durante el periodo que duren los trabajos de reparación en el piso donde se haya detectado. Pero no hay que confundirlo con el coste propiamente dicho de las obras para acabar con la aluminosis, asumidas por el propietario. Por cierto, tal vez decida aprovechar el momento para realizar una reforma de vivienda en profundidad y sanearla por completo.
¿Qué es la aluminosis?

La aluminosis es un proceso de corrosión que afecta a un tipo de cemento bastante popular y extendido en la construcción en los años 60 y 70, sobre todo en Madrid, Valencia y Cataluña. Al parecer las razones de su popularidad hay que encontrarlas en su bajo precio y a la rapidez con que endurecía al hormigón.
Más en detalle, la patología del cemento aluminoso (compuesto por bauxita y caliza) se debe a la reacción química que experimenta frente agentes externos, ante ciertas condiciones de humedad y temperatura, debilitando su resistencia mecánica y poniendo en peligro la seguridad estructural del edificio.
La idea de que sea un fenómeno más bien asociado a construcciones industriales que en su día fueron edificadas con este cemento prohibido hace años es cierto, pero eso no quiere decir que no afecte a viviendas. En concreto, las zonas más sensibles en ellas son estructuras básicas, como por ejemplo ventanas, marcos de puertas y barandillas.
¿Cómo se detecta la aluminosis?

Saber si el seguro del hogar cubre la aluminosis o no es igual de importante que conocer qué síntomas presenta, cómo es posible sospechar que tenemos un problema de aluminosis en casa. La primera comprobación es consultar en la sede electrónica del Catastro cuándo se hizo. Si fue edificada después de los 80, lo lógico es descartar que haya un riesgo de aluminosis en ella.
Ahora bien, el panorama cambia bastante si su fecha de construcción se mueve entre 1950 y 1980. En ese caso las posibilidades son altas porque durante esa época en España se construyeron alrededor de 300.000 viviendas con dicho material. Lo más seguro y eficaz es realizar las pruebas o tests idóneos para analizar la naturaleza del cemento usado. Por ejemplo, son muy precisas las catas de cemento mediante extracciones in situ, ensayos químicos y test de oxina en laboratorio.
Otras veces la aluminosis es más visible de lo que imaginamos, nos da pistas. Por ejemplo al hacer una reforma menor en casa y observar que el hormigón de las paredes que ha quedado a la vista es marrón oscuro y no el gris neutro habitual. Otra señal de que puede haber cemento aluminoso es la aparición de manchas de óxido en ciertos tabiques, deformándolos o agrietándolos.
¿Cómo afecta la aluminosis a tu vivienda?

Siendo sinceros, no siempre es fácil detectar esta patología. Al margen de que el seguro del hogar la cubra o no, lo que sí está claro es que puede perjudicar a la vivienda en diferentes planos; no solo a nivel estructural, también estético, de seguridad y mantenimiento. Lo vemos:
- Daños estéticos. Comprobamos que las superficies de estas estructuras adquieren un aspecto opaco.
- Daños estructurales. Las estructuras de hormigón armado se debilitan y por tanto merma su resistencia mecánica y su adherencia, comprometiendo toda la estabilidad de la edificación. A largo plazo, aparecen fisuras o se producen desprendimiento de revestimientos.
- Menor seguridad. El edificio se vuelve más vulnerable debido a su debilidad estructural, la vivienda puede ser menos segura para su habitabilidad.
- Mayor inversión en mantenimiento. Hay que asumir que es necesario sustituir las estructuras afectadas, al margen de preguntarnos cuánto cuesta arreglar la aluminosis, y eso conllevará un mantenimiento más periódico y con mayor presupuesto.
¿Cómo proteger tu hogar de la aluminosis?

No hay que tirar la toalla cuando se habla de aluminosis en edificios residenciales. La prevención y un mantenimiento constante sin duda pueden ayudar a mantenerla alejada de nuestros hogares, prevenir su aparición o retrasarla adoptando ciertas medidas:
- Inspecciones regulares y profesionales. Los más indicados para realizarlas son arquitectos o ingenieros con formación en patología de la construcción y a través de ellas pueden detectar primeros signos de aluminosis en una vivienda y otros problemas estructurales que es preciso solucionar.
- Mantenimiento regular. Es la vía para lograr que una vivienda se encuentre saneada constantemente a lo largo del tiempo. Gracias a él cualquier grieta o deficiencia quedan solucionados de inmediato, se vigila su ventilación y drenaje para que sean los adecuados y se evita la exposición a condiciones de elevada humedad.
- Renovaciones importantes. Cuando la aluminosis aparece hay que ser consciente de su gravedad. Posiblemente implique llevar a cabo reparaciones profundas del tipo sustituir elementos estructurales dañados o incluir técnicas de refuerzo con objeto de mejorar la integridad de la edificación.
¿Hay otras opciones para tratar la aluminosis con el seguro de hogar?

Contratar un seguro de hogar completo es el mejor salvoconducto ante los daños materiales de todo tipo que suelen ir apareciendo con el paso del tiempo en las viviendas. Si bien es cierto que las pólizas pueden incluir distintos niveles de protección para llegar a necesidades muy diferentes de sus clientes, una cobertura integral es la que mayor tranquilidad nos dará frente a una básica.
Además, en un seguro de hogar completo es más viable encontrar que alguna de sus diferentes coberturas pueda asumir el problema surgido por aluminosis en una fase inicial. Pero para que esto suceda la aseguradora debe determinar que los daños son reversibles y que la estructura de la vivienda no se encuentra en un estado irreparable que aconseje su derribo. Aunque no es nada habitual, algunas pólizas admiten incluir cobertura por derrumbe, es la garantía que más se acerca.
También podemos optar por un seguro de la comunidad que incluya alguna cobertura capaz de hacerse cargo de este problema, eso sí, contratando la póliza más completa. Ante el gran dilema de si el seguro del hogar cubre la aluminosis o si hay alguna posibilidad de que lo haga, otra opción bastante recomendable es consultarlo con un experto en estos temas. Él mejor que nadie podrá decirnos qué seguros son los más idóneos según qué situaciones y las coberturas que más nos pueden llegar a interesar.
En definitiva, la idea es hacer un seguro lo más personalizado posible, que tenga en cuenta aspectos como el nivel de protección que buscamos para la casa o la antigüedad del piso. Un consejo: antes de comprarlo o ponernos a buscar precios de rehabilitación para reformarlo, lo más prudente será cerciorarse de que su estructura se encuentra en buenas condiciones o sus daños tienen solución.