Cuando se habla de color, además de la estética, es interesante pensar en las sensaciones que nos provocan. Los colores causan en nosotros efectos directos involuntarios, son capaces de hacer que un ambiente nos parezca frío o alegre, que nos transmita tranquilidad o nos altere.
El rojo es un color que llama mucho la atención de nuestro ojo; se vuelve el protagonista de cualquier espacio. Por esto, puede ser un color difícil de ambientar. Si te atreves a introducirlo en la decoración de tu casa, te enseñamos a sacarle el mejor partido.
¡Luz verde roja al cambio!

En espacios amplios como las paredes, el techo o el suelo el rojo da sensación de calidez y protección. Una apuesta segura es pintar solo una de las paredes, así se transformará en un elemento decorativo más. Se dice que el rojo despierta nuestro apetito y las ganas de conversar, así que no hay mejor lugar para involucrar este color en tu casa que la cocina o el comedor.
En lo más alto

Si te preguntaran qué cualidad desearías para los techos de tu casa, probablemente dirías que fueran altos. Pues bien, el rojo, al tener mucho peso visual, puede producir el resultado contrario. Un truco para evitar un ambiente agobiante es pintar una franja inmediata en un tono oscuro (el negro, por ejemplo), porque aligerará la presencia del rojo. Ten en mente que los colores se comportan de manera diferente según su acompañante: el rojo al lado del blanco será más llamativo y brillante, al lado del negro se atenuará.
- Pide al profesional una pequeña prueba de color antes de empezar para confirmar que el tono es adecuado.
- Forra los muebles que no puedas sacar con plástico o emplea una doble capa de sábanas viejas.
- Deja las paredes libres: tornillos, baldas, estanterías...
Por partes

Por ser un color que llama mucho, puede pensarse que no encaja en ambientes que suelen ser más reducidos como los baños. Piensa en las partes de la estancia como un todo, involucra en la composición suelo, paredes e incluso la bañera. Juega con formas geométricas para enfatizar el carácter dinámico del color rojo. Otro aspecto a recordar es que existen infinidad de tonos de rojo; si te decantas por un tono más suave, puedes conseguir buenos resultados sin arriesgarte demasiado.
Color en bruto

Estas baldosas nos recuerdan al tono natural rojizo del barro cocido; combínalo con madera o piedra y conseguirás un estilo rústico. Para modernizar la composición puedes alternar materiales de otros estilos y colores. En el caso de cocinas abiertas, diferenciar las zonas con diferentes materiales es una buena opción; no solo por estética, sino por funcionalidad. La cerámica es un material menos sacrificado que otros como la madera.
Al rojo vivo

Qué mejor que el acompañamiento del rojo para verte cada mañana. Añade un toque de color a una composición clásica y añadirás dinamismo, frescura y vitalidad.
Sube la temperatura de los fogones

El blanco en la cocina siempre será acertado, ya que da sensación de limpieza. Pero puedes darle un toque de color. Si quieres que el rojo juegue un papel tu cocina, una apuesta segura es que le reserves un rol secundario. Un pequeño detalle en rojo llama más la atención que cualquier otro color. Los taburetes son una opción muy acertada porque tienen una estructura visual muy ligera y contrarrestan el efecto del color.
Rojo y azul

Uno de los colores que mejor combina con el rojo es el azul agua, así que involúcralos en una misma estancia. Deja que el azul se lleve el protagonismo y combínalo con toques rojos en las sillas o el sofá, por ejemplo. Dale un toque de frescura al ambiente gracias al color y renueva los clásicos como la madera y el ladrillo.
Rojo y verde, colores complementarios

O lo que es lo mismo, que son opuestos en el círculo cromático. Cuando rojo y verde están juntos se crea armonía, vibración y movimiento porque se intensifican entre sí. Aun así, la armonía solo se consigue cuando uno predomina sobre el otro. Aprovecha la presencia del verde natural de las plantas en un exterior y avívalo aún más con un toque en rojo.
Detalles vibrantes

El blanco es un clásico para ambientar espacios. En escenarios rústicos, combinado con madera o incluso cualquier pared pintada de blanco te dará resultados de aires nórdicos y muy relajados. Pero, si lo que quieres es que este relax vibre un poco, tu aliado perfecto y el más poderoso entre los colores es el rojo.
hace 7 años
Pues oye me gusta, las sillas de la última foto son monísimas. No sé si al final te cansarías de ellas pero así a simple vista me parecen ideales
hace 7 años
Pues yo tengo una pared de mi salón en rojo y fue muy buena elección. Es un color que te da vigor. Cuando cambie la pintura, buscaré algo en el cual pueda combinar algún detalle en este color, como la foto de las sillas, que están en la última foto.
hace 7 años
Muy bonito. El rojo es súper arriesgado, pero me encanta como se ha usado en cada uno de los ejemplos. Quizá en techo me parezca un poco demasiado, pero el resto es una pasada.
hace 7 años
El baño con media pared roja sorprendentemente queda genial. Y digo sorprendentemente porque los tonos tan vivos acaban cansando
hace 7 años
Pues a mí en techo, suelo y pared no me disgusta nada. Siempre con los colores adecuados, claro. Es una verdadera pasada.
hace 7 años
Las sillas rojas son adorables, el rojo es mi color favorito, y poder agregarlo a la decoración de mi casa me anima mucho, todo gracias a esas ideas
hace 7 años
La mezcla entre el rojo y el verde es realmente atractiva. Son dos colores que, a priori, tampoco hubiera casado pero está claro que empastan genial