Muchas viviendas tienen terrazas cubiertas que están totalmente desaprovechadas. Sobre todo en pisos viejos, donde es muy común encontrar antiguos lavaderos acristalados o galerías sin encanto y que se acaban convirtiendo en trasteros. Generalmente, se considera que no vale la pena decorar esos espacios y, al final, no tienen otra utilidad que no sea la del almacenaje. No obstante, te sorprenderás de todo lo que se puede hacer en una terraza cubierta bien reformada. Y como bien dice el refrán: para muestra, un botón.
Un baño de luz

En inglés, a este tipo de terrazas cubiertas en el hogar se las llama sun room, que significa habitación de sol. Se construían como antesalas de espacios interiores con el objetivo de captar mejor la luz natural del día. Y, en este ejemplo, se ve clarísimo. De ser un espacio sin aparente utilidad, se ha convertido en una zona de relax, ideal para leer o tomar el aperitivo, por ejemplo.

La terraza cubierta estaba totalmente vacía y desangelada, pero se evidencia que es una importante entrada de luz natural a la vivienda. Por eso, repintarla de blanco y decorarla como “zona de descanso” ha sido un acierto. Seguro que en los días más grises es un placer sentarse a leer un rato, mientras captas los tímidos rayos de sol.
Y el polvo se convirtió en magia...

Esta pequeña terraza acristalada es un perfecto ejemplo de lo que comentábamos al principio del artículo: el típico espacio de un piso viejo ‘aparentemente inútil’, que no es ni una terraza, ni un lavadero, ni un balcón… Vaya, que estaba destinado a acumular polvo y trastos hasta que alguien apostó por convertirlo en un rincón con encanto.

Sin hacer una reforma como tal, tan solo con una buena limpieza y decoración, se ha
logrado crear un espacio bonito y con utilidad.Se ha colocado un conjunto de mesita auxiliar con dos sillas, una alfombra, un puf y un quinqué. Lo que vemos en multitud de balcones pequeños, pero en una terraza acristalada. Simple, ¿verdad?
Galería integrada en la cocina

En la imagen en blanco y negro podemos ver la típica galería acristalada que tienen muchos pisos viejos, a menudo utilizada para tender la ropa, como lavadero o trastero. Un espacio desaprovechado que no aportaba nada a la vivienda.

En lugar de buscarle una utilidad a la galería, se ha apostado por hacer una pequeña reforma, tirar esa pared e integrarla al salón, que ya cuenta con una cocina abierta. Con los metros cuadrados ganados se ha añadido una bonita mesa de comedor. Se ha ganado en luminosidad y se ha conseguido crear un espacio más diáfano.
Un cambio de imagen total

En las casas grandes con jardín también podemos encontrar terrazas cubiertas a las que les hace falta un buen lavado de cara. Este ejemplo es una buena muestra de ello; está totalmente desactualizada y conserva una decoración que roza lo kitsch, suponemos que como consecuencia del paso del tiempo y el desinterés por renovar el espacio.


A pesar de estar descuidado, se trata de un espacio grande con muchísimo potencial. Afortunadamente, la reforma que se ha llevado a cabo ha cambiado radicalmente la imagen de la terraza. Ahora es un espacio moderno, útil y amplio. Una terraza cubierta con todas las letras y un salón que está a caballo entre el interior y el exterior.
De trastero a zona multiusos

Esta terraza cubierta era un auténtico trastero y, además, desordenado.
Una lástima porque el espacio es bastante amplio y luminoso. Merecía la
pena repensar de qué forma se le podía dar otra imagen y utilidad.


Se ha vaciado el trastero, se ha colocado un suelo de madera blanco y se han pintado los cerramientos de negro para contrastar con el blanco de las paredes. Además, se ha apostado por un mobiliario de tipo rústico, compuesto por una zona de lectura/trabajo con un escritorio, y una zona de comedor con una mesa de madera maciza y sillas. Ahora es un espacio cálido, acogedor y multiusos.
Aires de oriente

Un nuevo ejemplo de terraza cubierta que estaba totalmente abandonada y descuidada. Tiene vistas al exterior de la vivienda y supone una importante entrada de luz natural; por lo tanto, es un espacio con potencial.

Con muy poco, se ha reconvertido ese espacio descuidado en un encantador balconcito cubierto con aires orientales. A nivel de obra, tan solo se ha renovado el suelo. Todo lo demás se ha logrado a través del mobiliario. Una terraza renovada en la que poder desayunar y leer.
Misión: actualización

El problema de muchas terrazas cubiertas es, simplemente, que están desactualizadas. No tienen ni gracia ni encanto y a sus propietarios les da cierta pereza tener que invertir dinero para un lavado de imagen. Esta terraza podría ser un ejemplo de ello: no está tan mal, simplemente se ve sosa y anticuada.

Se ha renovado el suelo con un laminado de efecto madera vintage. Este simple gesto ya ha supuesto un importante cambio de imagen en la terraza; le ha añadido calidez y modernidad. Luego, se han sustituido los viejos muebles por unos grandes y elegantes pufs, una mesa de madera rústica y unas lámparas de techo de fibras naturales. Se han pintado los portones para armonizar el conjunto y ¡listo! Mucho mejor, ¿no crees?
¿Qué te han parecido estos cambios?
hace 6 años
Todas estas imágenes son una inspiración. Si es que al final, con un poco de pintura y unos cuantos toques, las cosas relucen por sí solas.
hace 5 años
Siempre hay esperanza con un poco de buen gusto :)
hace 5 años
Pasada total. La verdad es que son muy inspiradoras. La mía no es tan bonita (aún)