En este artículo
- Una cocina de infarto
- Un baño con todas las comodidades
- Un dormitorio para descansar
- Concepto abierto
- Exterior con resguardo
- Una piscina de ensueño
Una cocina de infarto

Si fuéramos ricos invertiríamos en una cocina de escándalo. ¿Cómo sería esta cocina? Grande, muy grande. Lo suficientemente grande como para acoger a nuestros invitados para picar algo mientras preparamos la cena. Porque claro, nuestra cocina ideal tendría una enorme isla, con taburetes integrados, en los que poder cocinar y disfrutar de una buena charla.
Nuestra cocina ideal tendría luz, mucha luz, por lo que los ventanales serían enormes. Además, querríamos que estuviera todo integrado de forma que su aspecto fuera limpio. En cuanto a materiales, la madera, para dar calidez, pero también un poco de blanco para seguir con esa limpieza visual. Además, sin duda apostaríamos por campanas extractoras de última generación, como las que se alojan en el techo o aquellas extraibles que se colocan en las islas de cocina y que quedan completamente ocultas cuando no se usan.
Un baño con todas las comodidades

Con un buen pellizco, también nos dirigiríamos al baño. No queremos elegir, así que contaríamos con ducha y bañera, porque si fuéramos ricos querríamos que nuestro cuarto de baño tuviera absolutamente todas las comodidades.
En cuanto a los acabados, querríamos un baño que se viera pulcro y limpio, pero que al mismo tiempo contara con las últimas tendencias decorativas. Azulejos hexagonales blancos para suelo y pared ¿por qué no? Siguen siendo tendencia y nos encanta el toque nórdico que dan junto a la madera; y es que nuestro baño también tendría madera. Seguramente la colocaríamos en el mueble del lavabo que sería de diseño, pero también en la parte de la ducha y la bañera. Y muy importante, esa bañera sería lo suficientemente amplia como para que pudiéramos tumbarnos y relajarnos.
Un dormitorio para descansar

Como tendríamos dinero suficiente, no escatimaríamos en nuestro dormitorio. Por este motivo, haríamos de este espacio el lugar perfecto para descansar. El blanco lo inundaría todo, pero, además, integraríamos un baño en esta estancia. Un baño completamente abierto para poder acceder a él desde el primer momento que abramos los ojos.
Concepto abierto

Nos encanta el concepto abierto. Así, si nos tocara el Gordo de Navidad nos cargaríamos toda la tabiquería entre cocina, salón y comedor y crearíamos un espacio único. Como también nos gustan las últimas tendencias, seguramente integraríamos una división visual entre cocina y el resto con una puerta corredera de cristal que permitiera que la luz siguiera circulando en todas las zonas.
Nos gustaría, además, integrar algo de color, ya fuera a través de un papel pintado potente en una de las paredes o con sillas tapizadas en terciopelo; y es que el glamour también nos gusta, así que, además, también daríamos algún toque en oro a estos espacios.
Exterior con resguardo

Evidentemente tendríamos una terraza, ya fuera un terreno con jardín o la terraza de un ático urbano. No sabemos muy bien qué tipo de terraza sería, pero tenemos claro que sería amplia y que contaría con varias zonas, incluso con una barra para tomar algo. Además, invertiríamos en un buen sistema para protegernos del sol, porque a nosotros lo que nos apetece es disfrutar del exterior a todas horas. Una pérgola bioclimática, un toldo o cualquier otro sistema sería ideal.
Una piscina de ensueño

Por último, si pudiéramos contar con todo ese dinero del Gordo de Navidad, tendríamos una piscina, pero no una piscina cualquiera. Tendríamos una piscina climatizada, de esas que quedan a ras de suelo. Querríamos, también, que fuera un lugar realmente cálido, por lo que usaríamos tarima de madera para exterior. Sin duda un espacio en el que pudiéramos relajarnos sin pensar en nada más.