Porque lo de tener un sofá grande y cómodo está muy bien, pero disfrutar de un asiento amplio y, a ser posible con brazos, en exclusiva, ¡es otro nivel! Si crees que ese rincón desaprovechado del salón es el lugar ideal en el que instalar un asiento individual, echa un vistazo a los trucos que te vamos a contar para que butacas, sillones y sofás, se lleven fenomenal. No te pierdas nuestra selección de sofás y butacas bien coordinados, además de todos los estilos.
En este artículo
- Un sofá neutro con una butaca muy decorativa
- Todo a juego y con unas medidas prácticas
- La mejor opción para un salón cuadrado
- Sofá y butacas de diseño en un salón muy chic
- Un gran sofá delante del ventanal
- Un sofá atemporal y una butaca con mucho carácter
- Sofás y butacas de fibras naturales
- Un sofá estático
- Un sofá clásico
Un sofá neutro con una butaca muy decorativa
Pocos se atreven con un sofá 100% blanco, pero es que da tanto juego, que es una pena no arriesgarse. Más aún si eliges un modelo cuya funda se pueda lavar (muchas incluso en la lavadora). En este salón pequeñito, se apostó por una decoración de base clarita y atemporal, en la que los detalles ponen la nota de frescura y color. Y ahí es donde entra pisando fuerte la butaca, con su base de madera de teka y fibras naturales. Es tan decorativa que quedará bien de frente, de lado o incluso de espaldas a la entrada del salón. Los muebles de este tipo, al dejar pasar la luz tienen esta enorme ventaja: nunca molestan.
Todo a juego y con unas medidas prácticas
Si disfrutas recibiendo a familia y amigos en casa, y eres amante de la buena tertulia, agradecerás contar con un salón en el que quepa mucha gente sentada. En este caso el riesgo ha sido mínimo: misma tapicería y modelo, creando un conjunto que funciona. Recuerda que la distancia entre el sofá (o los sillones) y la mesa de centro, debería ser de unos 50/60 cm y que, entre butacas, se pasa mejor si se respeta 1 metro de distancia.
La mejor opción para un salón cuadrado
Los salones de planta cuadrada aparentan muy amplios, pero hay que saber distribuirlos. Una butaca podría dificultar el necesario pasillo que hay que dejar entre la zona de relax y el comedor (si lo hubiera). Si no quieres prescindir de ella, opta por un modelo ligero enfrentado al sofá. No servirá para ver la televisión, pero funcionará genial como rincón de relax (sobre todo si cabe al lado de una ventana). Un modelo tapizado como el de la foto nos da margen para ser creativos con la tela, e incluso llevarlo a otras zonas de la casa: dormitorios, despacho...
Sofá y butacas de diseño en un salón muy chic
En este salón se juega con el contraste para crear un espacio muy personal y a la vez muy chic. La pared del fondo fue determinante para elegir complementos que se salieran de lo habitual. Así optaron por un sofá ligero de dos plazas de terciopelo gris, y 3 butacas en total. Dos idénticas, tapizadas con cuadraditos tipo Vichy en blanco y negro (a juego con el mobiliario), y otra azul intenso más clásica, que pone la nota de color en un salón que de no ser por ella se vería muy plano. Un conjunto muy interesante, atemporal y elegante, que nunca falla.
Un gran sofá delante del ventanal
Si, como en este caso, tu salón es amplio y tiene una gran salida a un ventanal, no tengas reparo en colocar el sofá delante. El de la foto es de grandes dimensiones, pero gracias a su tapicería clara, sus patas y su respaldo bajo parece mucho más ligero. No todos los salones de este tipo nos dejarían margen para una butaca, pero aquí sí entra, además cerrando el espacio. Un modelo totalmente distinto al sofá (mucho más clásico debido a sus orejas), pero que comparte una apariencia similar gracias a sus patas.
Un sofá atemporal y una butaca con mucho carácter
Las mezclas suelen funcionar, sobre todo si partimos de un sofá grande y atemporal con una tapicería que nos da mucho margen para innovar. Aquí se mezcla con una butaca y reposapiés tapizados en piel, con detalles en madera. No hay ninguna duda de que en este salón el protagonista (y objeto de deseo de toda la familia) es el sillón. De hecho es una de esas piezas favoritas que más de uno desearía tener en casa.
Sofás y butacas de fibras naturales
Las fibras naturales no se reservan exclusivamente para patios y terrazas. Cada vez comen más terreno dentro de casa. En este caso, el gran sofá de mimbre se acompaña de dos butacas Acapulco de cuerda que combinan bien con todo. ¿Has visto cómo cierran el paso formando una U junto al sofá? Es una manera sencilla de diferenciar la zona de comedor con la de relax. Además con la comodidad de poderse apartar fácilmente si molestan. ¿Verdad que se ve muy acogedor? En un salón de este tipo con paredes de ladrillo visto, contar con muebles y vigas de madera, y fibras naturales siempre calienta el ambiente.
Un sofá estático
Si tienes muy claro que el sofá (sea del tipo que sea) no se va a mover nunca, porque la distribución no da para ponerlo en otro lugar, lo ideal es que elijas una butaca ligera que puedas mover fácilmente cuando te haga falta. Más incluso si, como en el caso de la foto, es un piso pequeño, y tu sofá es cama. Cuanto más ligera y flexible sea, ¡mucho mejor! Y los colores, ¡quédate con la idea de la foto! Sofá gris con cojines azules y amarillos a juego con la butaca (o al revés).
Un sofá clásico
Si tienes un sofá clásico de patas altas con una tapicería lisa, un par de butacas más clásicas siempre quedarán bien. En este salón, el sofá de respaldo bajo y brazos redondos, encaja a la perfección con las dos butacas blancas tapizadas con una tela blanca y gris (por seguir la misma línea cromática). Es importante que al hacer la composición de sofás y butacas respetes siempre unas zonas de paso cómodas. ¿De cuánto espacio debería ser el pasillo? Entre 80 cm y 1 metro, estaría bien.
¿Y tú, andas buscando butaca para el sofá? ¿Qué combinación encaja más contigo? Anímate a dejar un comentario y nos lo cuentas.