Dime qué sofá tienes y te diré qué cojines le pegan

En un salón nórdico desenfadado, lo que prima es la comodidad. Una estancia como esta permite casi cualquier tipo de sofá, en este caso sus dueños optaron por un sofá en chaise longue, que se convierte en la pieza más importante del salón por la forma y disposición en la que se ha colocado, pues sirve casi de separación de otras zonas del salón. Por otro lado, su color azul clarito y la anchura del mismo con patas al descubierto, permiten que le añadamos cojines de diferentes formas, tamaño y color. Una mezcla ecléctica donde de forma "casual", todo tiene sentio.

Un sofá biplaza que corona el salón y no solo es el sofá sino que es la pieza estética del mismo, requiere unos cojines escogidos con mimo. En esta caso, el color azul grisáceo del sofá permitía jugar con combinaciones varias de cojines en tonalidades azules, formas geométricas y lisos. Eso sí, los cojines descansan a ambos lados del sofá para tener simetría visual y sobre todo, una bonita estética del espacio. 

No hay que ver el sofá como una pieza independiente, sino como una pieza clave de un conjunto o un rincón. Este precioso chaise longue blanco que hace las delicias de este rincón encaja a la perfección con el resto de elementos decorativos. El cuadro abstracto marca las tonalidades de los cojines y plaid que arropan al sofá. Si lo vemos todo en su conjunto, vemos que el rincón es muy armonioso y transmite mucha paz.

Si la tela de nuestro sofá ya es de por sí llamativa y tiene personalidad, por ejemplo porque el color sea muy intenso, como este azul petróleo, tenemos la solución: personalmente optaría por uno o dos cojines, pero nunca llenaría el sofá de cojines. A la hora de escoger el color o tipo de cojín, ¿qué alternativa elegirías: un cojín de forma rectangular y de un solo color o algo más atrevido, como un cojín estampado o a rayas?

Sin duda, uno de los rincones más bellos de esta sección es este sofá de terciopelo en color mostaza. De pequeñas dimensiones, pero con personalidad por el color y el tejido elegido. Ahora bien, ¿qué tipo de cojines le pegan a ese sofá? Yo diría que la selección es perfecta: cojines cuadrados de terciopelo en el mismo color que el sofá, combinados con otros de tonalidades que van del crudo al marrón, estampados o lisos y formas rectangulares. Al final, lo que prima aquí es que la gama cromática encaja perfectamente con el color del sofá y otros complementos, como la alfombra o los cuadros.

Algunos salones disponen de sofás de diferente color y aunque a priori nos parezca que no encajan y que visualmente no quedarán bien, podemos optar por hacer alguna prueba que sí funciona. Lo primero: si los sofás tiene la gama cromática similar, ya tendremos bastante camino hecho. Y en cualquier caso, tenemos los cojines que pueden servirnos en esta ocasión para conectar los dos sofás y hacer que visualmente todo fluya mejor. En este caso: un sofá azul y otro gris fueron decorados con cojines en tonalidades azules, blancas y amarillas: tres colores que casan perfectamente con los dos sofás. Se repartieron con generosidad por los sofás y así se consiguió este efecto tan equilibrado. 

En la terraza o en el jardín, muchas personas también optan por sofás de gran tamaño y esquineros. A esos maravillosos sofás, ¡llénalos de cojines para hacer que las noches estivales sean de ensueño". La combinación que más me gusta para esta ocasión es la de mezclar cojines de diferentes tamaños y formas (cuadrados y rectangulares), siempre guardando una estética a lo largo del sofá. En un sofá gris clarito, la mezcla del azul, el gris, el blanco y el amarillo me parece super acertada para un sofá de exterior.