Ninguna puerta es igual, ni en material ni en sistema de apertura. Así, cuando queremos cambiar la carpintería interior de nuestra vivienda, conviene conocer bien el tipo de puertas que podemos encontrar en el mercado. Te hacemos un pequeño análisis para que puedas elegir bien según tus necesidades.
Puertas clásicas para personas clásicas

No es que las puertas abatibles sean todas clásicas, pues lo cierto es que hay modelos actuales bastante innovadores. No obstante, podemos decir que el sistema de apertura clásico es el abatible. Sí, son las más comunes y las que más se suelen ver en casi todos los hogares.
Lo único que tenemos que tener en cuenta con estas puertas es el espacio de apertura. Si contamos con una habitación extremadamente pequeña, quizá no sea la solución más adecuada, pues al abrirla ya se ocupa un espacio considerable. No obstante, en habitaciones muy grandes, como comedores o salones, las puertas abatibles de dos hojas son de lo más elegantes.
Personas que quieren ahorrar espacio

Eres de los que ahorra el más mínimo de los espacios. Soluciones como estanterías y muebles de obra son para ti una bendición. Sin duda las puertas correderas pueden aportarte muchísimo.
Las puertas correderas te ayudarán a ganar espacio de una forma bastante estética. No ocupan sitio a la hora de abrirse o cerrarse. Son bastante discretas y se ajustan muchísimo a las tendencias más actuales. Ahora bien, tienes que elegir, no es lo mismo una puerta empotrada que una puerta sobrepuesta.
- Las puertas correderas empotradas se integran en la pared. Necesitarás, por tanto, realizar una pequeña obra para introducir la hoja en una estructura que irá dentro del tabique. Lo bueno es que al correr la puerta podrás seguir usando la pared en la que se introduce.
- Por otro lado, tienes las puertas sobrepuestas. Son correderas que no requieren obra. Se instalan en una guía superpuesta a la propia pared. Son muy sencillas de instalar, y la verdad es que pueden dar resultados interesantísimos en diferentes estilos, desde rústicos hasta modernos. Ahora bien, ten en cuenta que al abrir la puerta no podrás usar esa pared, pues quedará oculta tras la puerta.
La puerta para los indecisos

La verdad es que siempre has sido un indeciso. No tienes muy claro cuál de los dos sistemas te gusta más, pues a ambos les ves ventajas. Las puertas plegables pueden ser una opción estupenda para ti. Sí, son las que menos se ven, y lo cierto es que tienen un toque bastante retro, pero quizá sea eso lo que buscas.
No necesitas espacio para el giro, pues como su nombre indica, las distintas hojas se pliegan entre ellas. Además, tampoco tienes que hacer obra al instalarlas. Optimizan el espacio y se pueden hacer más anchas de manera muy sencilla, añadiendo lamas a la puerta.
Nada que ocultar

Si no te gusta ocultar nada. Si quieres que tu casa esté siempre llena de luz y esto prima antes que cualquier tipo de apertura, céntrate en el material. Las puertas de cristal son lo que buscas. Puedes encontrar puertas abatibles o correderas de cristal. De esas que dejan ver el interior y que, al mismo tiempo, ayudan a la circulación de la luz. Es más, si el presupuesto te lo permite, podrías incluso apostar por una pared completa de cristal, tipo cerramiento. Estas soluciones son especialmente útiles para las viviendas pequeñas, pues unifican el espacio y hacen que se vea mucho más grande.
La opción en un armario

Si en las puertas de paso tenemos estas opciones, en los armarios también nos encontramos con ellas. Es cierto que las puertas correderas son, a día de hoy, las que más se colocan. No obstante, si eres una persona más clásica, no hay nada de malo en seguir apostando por las puertas abatibles en armarios. Ahora bien, recuerda que, con las puertas correderas, el interior del armario se aprovecha muchísimo más. Es posible acceder a cada rincón de forma fácil y sin tener que preocuparnos de los muebles que hay en la habitación.
hace 4 años
Me a parecido muy interesante