Entre tantos estilos decorativos con colores llamativos y formas inusuales, la decoración wabi sabi surge como un remanso de paz. Un estilo diferente y bello. Una opción que también está de moda y que intenta buscar la singularidad de los espacios a través de las imperfecciones.
Si no lo conoces, hoy te hablamos de qué es la decoración wabi sabi y de cómo puedes aplicarla en tu hogar.
En este artículo
- ¿Qué es la decoración Wabi Sabi?
- Orígenes y evolución de la decoración Wabi Sabi
- ¿Cómo es la decoración wabi-sabi?
- Elementos básicos y claves de una decoración Wabi sabi
- Ideas de decoración wabi-sabi
¿Qué es la decoración Wabi Sabi?
El término Wabi Sabi es un término japonés que sirve para resaltar la belleza en la imperfección. Wabi significa algo así como la elegante belleza de la simplicidad, mientras que sabi hace referencia al deterioro del paso del tiempo. Combinándolo obtenemos un término que hace referencia a la naturalidad y autenticidad, pero también a la aceptación de las imperfecciones como parte de esa belleza.
Esta decoración busca la estética de la imperfección en interiores, que pueden ser asimétricos en cuanto a su diseño, superficies con texturas rugosas, con materiales naturales, con siluetas inusuales y textiles naturales. El decorador de interiores que trabaja el wabi sabi no busca muebles elegantes ni decoraciones uniformes. En esta tendencia se prefiere lo perfectamente imperfecto.
Si tuviéramos que asociar la decoración wabi sabi con elementos lo haríamos con la cerámica hecha a mano, con la carpintería que juega con la texturas, con materiales como la madera y la piedra y con azulejos irregulares.
Orígenes y evolución de la decoración Wabi Sabi
Dicen que los orígenes de la decoración wabi sabi habría que buscarlo en el antiguo arte de wabi-cha, o lo que es lo mismo un estilo de ceremonia del té que establecieron los maestros Murata Juko y Sen No Rikyu a finales del siglo XV. Estos maestros del té escogieron cerámica japonesa común para sus ceremonias en lugar de los famosos y perfectos ejemplares que venían de China. Fue un antes y un después, pues desafiaron las reglas de la belleza.
Se quedaron con piezas sin colores brillantes ni diseños ornamentales. Se alejaron de los cánones de belleza y alentaban a los invitados a estudiar, en su lugar, los colores y texturas sutiles que pasaban desapercibidos bajo toda esa ornamentación de las fabricaciones chinas, sí, de la milenaria y fina porcelana china.
Esta preferencia hacia las piezas imperfectas se explica por muchos a través del Wabi Sabi: que deja algo sin terminar o incompleto para que nuestra imaginación pueda jugar. Cuando observamos y apreciamos algo que se considera wabi sabi se logran tres cosas: conciencia de las fuerzas naturales que se involucran en la creación de la pieza; aceptación del poder de la naturaleza y abandono del dualismo; creencia de que estamos separados del entorno. Con estas tres experiencias, el espectador se podrá ver a sí mismo como parte del mundo natural, alejado de las construcciones sociales.
Este estilo de decoración wabi sabi se ha ido convirtiendo en algo más que un diseño de interiores, es un forma de vida. A través de la creación de diferentes espacios se intenta representar la creencia de que nada en esta vida permanece perfecto e intacto. Lejos de transmitir miedo o inquietud, esta idea, a través de los espacios, crea ambientes que transmiten calma y serenidad.
¿Cómo es la decoración wabi-sabi?
Para entender la decoración wabi-sabi tenemos que centrarnos en algunos aspectos importantes. Claves que harán que cualquier espacio pueda inundarse con esta estética.
La simplicidad como bandera
La decoración wabi sabi busca, ante todo, la simplicidad y la sencillez. Lejos quedan las estancias abarrotadas de muebles o decoración en las paredes. Todo, absolutamente todo, está elegido al detalle para que se pueda contemplar sin demasiado “ruido” alrededor. Podríamos resumirlo como un ambiente ordenado en un espacio que tiende al minimalismo más cálido.
Objetos auténticos
En cualquier espacio con alma wabi sabi se busca originalidad en los objetos. Una comunión entre esta filosofía oriental y el estilo vintage; y es que desde aquella butaca de los años 70 hasta esa máquina de escribir vieja tienen cabida. Cualquier cosa, en realidad, que cuente con historia y aporte un poco de alma al hogar. No podemos negar que si este estilo siente predilección por las cosas hechas a mano, encontraremos muchas piezas antiguas que encajarán bien.
Sin miedo al paso del tiempo
Suelos desgastados de mosaico, paredes con muescas, desniveles, madera envejecida o incluso esos viejos fregaderos de piedra. Hay elementos en las casas a través de los cuales podemos ver el paso del tiempo. La huella que deja el tiempo en ellos es precisamente esa imperfección que busca el wabi sabi. Cicatrices que harán un hogar mucho más bello.
Paredes desnudas
Las paredes en los ambientes con decoración wabi sabi son paredes que normalmente aparecen desnudas y sin artificios. Paredes que usan materiales como el microcemento o el ladrillo. Es posible añadir telas, lienzos o piezas que estén elaboradas a base de texturas, pero la sencillez aquí también se impone.
Paletas neutras
Las paletas que imperan en estos espacios son paletas neutras. Colores como el blanco, el gris o los tierra y arena evocan esa naturalidad de la que el wabi sabi hace gala. ¿Podríamos incorporar el negro? Podríamos apostar por colores más oscuros, sí, pero no son lo más habitual pues la gama cromática de los crema, beige, topo y arena es la que mejor define este amor por lo natural.
Destacar la imperfección
Necesitamos, además, formas orgánicas e imperfectas. En la imperfección está la autenticidad y para ello tendremos que incorporar piezas como vajillas artesanales, cuencos tallados en madera o quizá cerámicas hechas con torno. Piezas que sean únicas y que cuenten con ese carácter que sólo las piezas hechas a mano pueden lucir.
Elementos básicos y claves de una decoración Wabi sabi
La decoración wabi sabi puede ser muy amplia en cuanto a elementos se refiere. Lo cierto es que sólo tenemos que elegir objetos auténticos, piezas únicas. No sólo lo vamos a encontrar en la artesanía, también en arreglos florales, por ejemplo. Flores silvestres que decoren cada rincón de nuestro hogar, nada de ramos perfectamente dispuestos. También piezas de arte únicas, sí, aunque estén hechas por nuestros hijos.
Se busca materiales naturales en suelos, pero también se apuesta por piedras rugosas e incluso por los tejidos naturales decorando ventanas y fibras naturales en lámparas y muebles.
Por su parte, se aleja de los muebles modulares y de todas esas piezas de arte que están completamente serializadas. No se siente especialmente cómodo con suelos plásticos como el vinilo. Además, una decoración de este estilo tampoco es muy fan de la luz fría y de la propia tecnología.
Ideas de decoración wabi-sabi
Un salón, un baño o una cocina pueden ser decorados con este estilo. Una cocina, por ejemplo, preferirá los materiales naturales. Yeso blanco en las paredes que podría contrastar con un frente cerámico hecho a mano, de esos que muestran irregularidades en cada una de sus piezas. Además, una cocina Wabi Sabi se nutrirá de utensilios de madera que mostrará orgullosa como parte de la decoración.
Tampoco nos olvidemos de la piedra natural, que tanto en cocinas como en baños podría ser una opción estupenda para las superficies.
Otra idea interesante es potenciar siempre la luz natural; y es que la filosofía Wabi Sabi, al buscar el equilibrio, siente especial predilección por el juego de contraluces que puede generar una experiencia completamente diferente para cada persona en cada momento del día. Prioricemos la luz natural con ventanas abiertas, adornadas con tejidos naturales que dejan pasar esa luz a todas horas del día.
Y si hablamos de tejidos, no podemos olvidar que tejidos naturales como el algodón podrían ser perfectos para este estilo. En un baño, por ejemplo, apostar por varios modelos de toallas en algodón de distintos tamaños en tonalidades neutras pueden otorgar una armonía increíble.
En cuanto a los muebles, la idea es heredar piezas con carácter, pero si no tenemos esa suerte, siempre podemos pasearnos por el rastro o por anticuarios. Piezas bonitas que, además, podemos decapar; y es que la madera decapada es quizá uno de los efectos más interesantes para este estilo. Una prueba absoluta de que el paso del tiempo afecta, pero no por ello resta belleza.